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Ante los ataques de El Jueves y la polémica de un senador con la Corona

Zapatero defiende la 'responsabilidad' de la tarea institucional del Príncipe

Zapatero defiende la "responsabilidad" de la tarea institucional del Príncipe

· El presidente avisa: "No estamos exentos de riesgo por posibles acciones de ETA"

viernes 27 de julio de 2007, 15:26h
Respaldo total al papel de la Corona el que el presidente Rodríguez Zapatero ha ofrecido en la multitudinaria rueda de prensa convocada para realizar un balance del último periodo de sesiones. Zapatero, un republicano de pro, ha aprovechado para destacar “la responsabilidad” y la “dignidad" de la "tarea institucional" del Príncipe frente a las críticas de un semanario satírico y de un senador peneuvista. Se ha felicitado, no obstante, por el espectacular descenso del paro y, también, por la labor policial contra el terrorismo. Pero avisa: “No estamos exentos de riesgo por la actitud y las posibles acciones de ETA”.

  La buena marcha de la economía, el descenso del paro, la lucha contra ETA, el ‘apagón’ de Barcelona, el caso del traidor en el CNI, los pactos en Navarra, el pésame por el fallecimiento de Gabriel Cisneros y hasta el futuro personal del ex ministro Jordi Sevilla han estado presentes en una rueda de prensa multitudinaria convocada en Moncloa para que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hiciera un balance, lógicamente optimista, de este final del periodo de sesiones.

   Moncloa era, en realidad, un hervidero de periodistas. Había expectación por conocer qué tenía que decir Zapatero sobre la polémica que ha estallado con la Corona y con el Príncipe, o la situación del CNI tras el descubrimiento del ‘espía doble’. En la primera cuestión, Zapatero hizo una encendida defensa del papel no sólo de la Monaquía, sino del “trabajo” realizado por el Rey y el Príncipe Felipe: “El Gobierno sólo puede valorar el trabajo, la presencia institucional del Príncipe, que cumple con mucha responsabilidad y mucha dignidad su tarea”. Eso, claro, sin entrar a valorar el secuestro del satírico El Jueves.

   Sobre el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el escándalo por el descubrimiento de un traidor y el hecho de que su máximo responsable, Alberto Saiz, compareciera en rueda de prensa para informar del caso –un hecho realmente insólito-, sólo palabras de defensa, destacando “la transparencia” de Saiz, que habría tenido un “comportamiento bastante razonable en democracia”. Desde luego, no habrá sustitución del máximo jefe de los espías españoles.

   En realidad, cuatro bloques centraron la intervención inicial de Rodríguez Zapatero antes de dar paso al turno de preguntas. Zapatero sabía lo que quería decir, qué mensaje dar en cada una de esas cuatro cuestiones y, luego, por más que se le insistiera, no saldría del guión preestablecido.

   Primera cuestión: ETA. Quiso expresar Zapatero su “profunda felicitación” a las Fuerzas de Seguridad  y a Francia –a cuyo primer ministro, en viaje oficial a España, vería inmediatamente después de la rueda de prensa- por las “importantes operaciones contra el terrorismo, contra ETA”. Y más de más, extensible a la Policía española por la detención del ‘enemigo público’ número, “El Solitario”.

  Ahora bien, el mensaje presidencial ha sido claro: “No estamos exentos de riesgo por la actitud y posibles acciones de ETA”, o lo que es lo mismo, en el Gobierno existe “temor frente a una amenaza lanzada por ETA y que comporta riesgos”. Sin eufemismos: evidentemente, se esperan atentados y sobre los rumores que apuntan a que ETA pueda estar preparando una nueva tregua, nada de nada. Desmentido oficial de Zapatero: “El Gobierno no contempla ninguna hipótesis al respecto”.

  Segunda cuestión: la “evolución del bienestar” en España, un terreno en el que el presidente se muestra muy cómodo, sobre todo este viernes donde la gran noticia es “hoy rompemos un dato histórico: hoy hemos bajado por primera vez la tasa del 8 % [de paro] … Es la primera vez que baja la tasa en democracia”. Así, desde luego, lo revela la Encuesta sobre Población Activa (EPA), y es el dato que esperaba el presidente para anunciar que “el balance del empelo en esta legislatura es espectacular”, lo que permitirá al Gobierno afrontar en la próxima legislatura el gran reto del pleno empleo. Con los datos en la mano, Zapatero estuvo eufórico: “Éste es un gran país con una gran proyección económica y en empleo”. Y una frase para la historia: “En esta ocasión los datos son más optimistas que yo… Es para sentirnos orgullos como país”.

 Tercera cuestión: la venda antes de la herida en las preguntas, porque se trataba de afrontar el gravísimo apagón de Barcelona. Como un día antes hiciera la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega en un chat con los lectores de Diarocrítico, Zapatero dijo de entrada que “comprendo la indignación de los ciudadanos afectados por el apagón de Barcelona”, al tiempo que anunciaba que el “Gobierno va a extremar todas las medidas para la garantía del suministro eléctrico”. Es decir, que se buscarán responsabilidades por el apagón, que los afectados recuperen los daños y que no vuelva a ocurrir un caso similar.

  Sobre esta cuestión, Zapatero hizo un anuncio: que el 1 de agosto visitará Barcelona y municipios limítrofes y hablará, entre otras cosas, del apagón. Una parte importante de su intervención posterior iría centrada en Cataluña: las “grandes inversiones” en el aeropuerto de El Prat, el traspaso de los trenes de cercanías a la Generalitat y la promesa de que la alta velocidad llegará a Cataluña el próximo mes de diciembre.

   Y cuarta cuestión en la agenda presidencial: sacar adelante en el próximo periodo de sesiones todos los “temas pendientes” del Gobierno, muchos de los cuales se encuentran en el Parlamento: son leyes como la de regulación del régimen de empresas de reinserción, en materia de Seguridad Social, de adopción internacional, de derechos y deberes de la Guardia Civil, del Cine, para la reforma del Poder Judicial, la memoria histórica o de la reforma del Mercado de Valores que el Gobierno ha aprobado en su reunión de este viernes y que se tramitará por la vía de urgencia.

   Otras cuestiones se centraron en el futuro de los pactos en Navarra, la única comunidad que aún queda por cerrar su marco institucional tras las elecciones del 27 de mayo. Lo cierto es que Zapatero no reveló los planes socialistas para con la Comunidad Foral y se limitó a señalar que el caso navarro es distinto al de Álava –donde el PNV se ha vuelto a hacer con el control foral- y a destacar que ahora, pro fin, hay un “dato muy positivo”, y es que “se está dialogando sin insultos y sin decir que se está entregando Navarra a nadie”. El desenlace… en los próximos días, pero parece descartado un gobierno de coalición con UPN: “Para llegar a acuerdos de Gobierno hay que tener coincidencias notables”.

   Y, finalmente, en política exterior, Zapatero enunció sus tres grandes ejes en este periodo final de legislatura: la preparación del Bicentenario de la independencia de muchos países latinoamericanos –el Gobierno ha nombrado, efectivamente, a Felipe González embajador plenipotenciario para el caso-; África y la cooperación “por razones de compromiso ético y de problemas migratorios”, y “ser leales constructores de Europa después de que se apruebe el Tratado”, que se espera que así sea a finales de este año.

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