La UCI reconoce en un comunicado que el tiempo para sancionar a Riis ha expirado, pero le urge a devolver el jersey amarillo, "el símbolo de la victoria", que consiguió en la edición de 1996 de la ronda gala.
Riis confesó esta tarde haber consumido EPO entre los años 1993 y 1998, incluyendo durante su victoria en la 'Grande Boucle'. El danés ha sido, de momento, el último en admitir su culpa en el torrente de confesiones sobre dopaje que están afectando seriamente la credibilidad del ciclismo.
La UCI cree que estas revelaciones son "extremadamente positivas" e insta a otros corredores que usaron el dopaje a hablar sobre él. "La ley del silencio ya no existe, cada persona debe ahora asumir todas las consecuencias de sus actos", añade el comunicado.
El ex ciclista dané Bjarne Riis, actual director deportivo del Team CSC, había admitido, por la mañana, en conferencia de prensa que tomó sustancias dopantes durante su carrera deportiva. Y también señaló que lo hizo durante el Tour de 1996, que ganó y acabó así con las ilusiones de Induráin de conseguir la victoria por sexto año consecutivo.
Riis, ganador del Tour de Francia de 1996 y que después se apagó, es el séptimo corredor del antiguo equipo Telekom que reconoce haberse dopado después de las confesiones de Bert Dietz, Christopher Henn, Udo Boelts, Erik Zabel, Rolf Aldag y Brian Holm