Simancas y Sebastián, vestidos de chulapos, bailan chotis con dos madrileñas y dicen que "huele a cambio en la pradera"

   Así, y tras recordar que los socialistas "siempre" han estado en la pradera de San Isidro "para tomar contacto con la gente", Simancas aseguró que "los del Partido Popular sólo se prodigan cuando hay que pedir el voto".

   Sebastián dijo en su recorrido que lo importante es "disfrutar" y conseguir que en Madrid "haya muchas más fiestas". "A la derecha no le gustan las fiestas porque les da miedo la gente en la calle", continuó el aspirante a regidor, al que acompañó Simancas, que reconoció que "a Gallardón no le gustan las fiestas y por eso ha construido una ciudad un poco triste".

   Los candidatos se pararon con cientos de ciudadanos durante su recorrido y firmaron autógrafos, repartieron besos y animaron a los madrileños a ir a votar el próximo 27 de mayo, Cumpliendo con cada una de las tradiciones, la primera parada fue un puesto de rosquillas, en el que Sebastián compró "dos docenitas", tras lo que recordó al aspirante a presidente que él próximo año, esperaba que invitase él.

   Tras comprar rosquillas, "de las listas", sebastián explicó, con uno de los dulces en la mano, que "Madrid es como una rosquilla al revés, todo en el centro y nada en la periferia". "Por eso yo quiero lograr el equilibrio territorial", indicó.

   Asimismo, un madrileño vestido de chulapo pasó una bota de vino al candidato a alcalde que, tras beber un trago, reconoció: "Este vino peleón me mata". Mientras, su compañero Simancas aceptaba posar en las fotos con todos los que se cercaban y estampaba su firma, incluso sobre el bolso de una mujer.

BAILANDO UN CHOTIS

   "La gente está entusiasmada", señalaba Sebastián poco antes de unirse a Simancas, que aceptó a bailar un chotis con una madrileña. De esta forma, ambos candidatos bailaron formando un corro de curiosos y simpatizantes. "¡Traes zapatos de suela de tocino y te quedas pegado al suelo!", le espetó un vecino al aspirante a alcalde.

   A mitad del recorrido, que se prolongó durante dos horas y media, el colectivo antiparquímetros, portando al ya conocido Ruiz-Vampirón, un muñeco que representa un vampiro y que tiene una careta del actual alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, se encontró de frente con los socialistas.

   Sebastián le preguntó a Ruiz-Vampirón por las 75.000 viviendas que había prometido construir en esta legislatura y, una vez que se alejaban, le dijo mirando hacia atrás: "Te veo que ya vas detrás de mí, chaval".