Off the record - 19 noviembre 2007

IBERIA YA TIENE QUIEN LA COMPRE (A BUEN PRECIO)

Los lectores pueden molestarse por la reiteración con que este Off The Record presume de haber anticipado tal o cual noticia, pero es que resulta muy compensador, por lo menos, emocionalmente. Cuando se vio que la oferta española promovida por José María Castellano y Miguel Zorita hacía agua, insistimos que no podía darse por ganadora a la oferta liderada por British Airways, y que de una u otra manera la oferta española reflotaría, y llamábamos ya la atención sobre los movimientos del habilidoso salmantino dueño de Globalia y Air Europa, Juan José Hidalgo.

Los chicos de oro de Gala Capital han montado un grupo de asalto casi irresistible: la familia Del Pino, Alicia Koplowitz, Jove, Omega Capital, BBK (Irala)… y con Ángel Mullor haciendo el papel que hacía Javier Salas en la primera oferta, y desde luego contando con Juan José Hidalgo. Es una oferta ganadora, aunque la de British Airways, apoyada esta última en el coloso norteamericano TPG, podría igualar sin problemas la oferta por acción. La oferta española sólo podría salir perjudicada de la rara diligencia de Joan Clos por apuntarse el tanto. Los gafes no existen, pero haberlos, haylos.

La parte más emocionante del proceso es si podrían, o no, converger las dos ofertas españolas, aunque algunos nombres del segundo nivel tuvieran que descolgarse, por lo menos a corto plazo. Comprobado que todos los pronósticos dicen que no, que esa convergencia es imposible, y la verdad es que lo dicen con muy buenas razones, este Off The Record, por razones que se conocerán en los próximos días, no llega a decir que se producirá la convergencia, pero desde luego no está descartada. ¿Quién llamó a quién, no es evidente que fuera desde una oferta a la otra, la tarde del sábado y que argumentos comunicó por teléfono? (seguirá). 


Y COMIENZAN LOS MAREMOTOS…

Sólo unas horas después de escritas las líneas anteriores, la convergencia de las ofertas españolas empieza a producirse, aunque sea en la dirección contraria a la que parecía antes del fin de semana. Es la oferta impulsada por Gala Capital la que se diluye, víctima del recelo al “mal de alturas” de grandes y experimentados empresarios acostumbrados a tener los pies en el suelo. Resucita con fuerza la de José María Castellano y Miguel Zorita, que abren hueco a Jové y asumen el valor de palanca de negocio reclamado por el ambicioso Juan José Hidalgo. Todavía no es definitivo, pero si finalmente Castellano, Zorita e Hidalgo se dan la mano del acuerdo, la suerte estará echada y apunta al nacimiento de un gigante aeronáutico. (seguirá).

ABOGADOS: CREMADES OPTA POR MENOS CUOTA Y MENOS SERVICIOS

Lo más curioso de las candidaturas que, para el Colegio de Abogados de Madrid, encabezan dos abogados de tanto peso, pese a la relativa juventud de ambos, como Antonio Hernández-Gil y Javier Cremades es la excesiva similitud de sus propuestas. Afortunadamente hay algo en lo que difieren de manera sustancial, que es en la valoración de las cuotas colegiales.

Ambos reconocen que las cuotas son altas, pero mientras Cremades se queja de que lo son porque responden a unos servicios que apenas utiliza, Hernández-Gil recuerda que los servicios son más utilizados por los abogados de menos fortuna y que por tanto debe primar el mantenimiento de esos servicios. De alguna manera, Cremades se pronuncia en sólida coherencia doctrinal con su elitista bufete, en tanto Hernández-Gil es, por decirlo en términos políticos, menos conservador puro y duro, más centrista. Ahora, lo que los abogados madrileños vean de acertado en una y otra posiciones se verá en las urnas.

MADRID, OTRA VEZ, CORAZÓN DEL TERRITORIO PP

Esperanza Aguirre estaba exultante. El acto de clausura de la conferencia política nacional del PP demostraba una vez más la potencia del partido en Madrid: en torno a 12.000 asistentes y casi todos los grandes núcleos urbanos de la Comunidad, no sólo los del feudo del noroeste, amplia y visiblemente representados. Mucha gente de pie en los pasillos, pese a la amplitud del pabellón Arena.

En el pabellón Arena de la madrileña Casa de Campo ni un gesto fuera de tono, ni un grito extremista. Facilidades de acceso, ni un control al menos visible, muchos militantes en autocares, pero también centenares de coches particulares con militantes, simpatizantes y electores indecisos que querían ver y hacerse composición de lugar. Funcionamiento perfecto, quizá, es cierto, con los ya habituales fallos en materia de organización para la Prensa.

Ambiente de plena cohesión del partido en torno a un programa con el que Rajoy quiere que se visualice la imagen moderna, seria y europea de una derecha que quiere gobernar sobre la reconstrucción del consenso de la transición.

NUEVO EN EL CENTRODERECHA: AMBIENTE DE UNIDAD

La combativa presidenta de Madrid tenía al menos tres motivos para estar radiante: el éxito de convocatoria, el inequívoco afecto de Rajoy, que todos los que estábamos más o menos cerca pudimos ver, y el calor de dirigentes y militantes que demuestran que su liderazgo en Madrid es sólido y en alza. Y eso sí, la presidenta de Madrid no pierde ocasión para la guerra, con plena reciprocidad, que mantiene con Rodríguez Zapatero. Su descripción de la política exterior del Gobierno fue cáustica y demoledora.

Por su parte, Alberto Ruiz-Gallardón, que como viene insistiendo este Off The Record estará y bien situado en las listas para el Congreso, no pierde ocasión de suavizar sus tensiones con los sectores “duros” del PP. Ayer, en su discurso, tomó como referencia y modelo de lo que debe hacer el PP los ocho años de gobierno de Aznar.

Quizá el único momento en que flojeó el fervor militante fue con la intervención del coordinador del programa electoral, Juan Costa. No por el programa, sino porque evidentemente no tiene el don del idioma ni de la oratoria. “Es muy bueno en el trabajo de gabinete, pero debiera evitar salir al escenario”, comenta con pesar, durante su discurso, un alto dirigente del PP que le profesa mucho afecto.

MEJOR EL PROGRAMA QUE SU MARKETING

Se percibe en el ambiente la impresión generalizada de que “Rajoy está mucho mejor”. Es consciente de los riesgos que afronta y de las dificultades que tiene por delante, incluso de las consecuencias del resultado. Sabe que no es un jefe político en el sentido que en España se da a este término, como lo fueron sin duda los tres grandes espadas de la transición, Suárez, González y Aznar, pero se sabe capaz de gobernar con resultados. Ayer fue muy claro en la definición de sus grandes líneas de programa:

a)      Como síntesis general, no una política de territorios ni para los territorios, sino una política para las personas.

b)      Para la política económica, grandes parámetros: reforma fiscal, plan de competitividad y la creación de un marco adecuado para que empresarios, profesionales y trabajadores puedan moverse en un escenario real de mercado libre.

c)      Contra el terrorismo, la vuelta al consenso para una política de Estado, a través del expreso ofrecimiento a la oposición de “ir juntos” en todo.

d)      Para la política exterior, también una oferta de consenso, pero sobre los ejes abandonados en la etapa de Rodríguez Zapatero: occidentalismo inequívoco y ser amigos de nuestros amigos y leales a nuestros aliados, voluntad de volver a ser uno de los grandes protagonistas y líderes de la Unión Europea.

e)      Especial énfasis en volver a una educación de calidad y a políticas serias de seguridad ciudadana, infraestructuras, vivienda e inmigración.