Ecuador "llegará hasta el final" para que la ley "caiga" sobre el agresor del Metro de Barcelona

   Durante una multitudinaria rueda de prensa, dado la cobertura mediática que está rodeando al suceso, la ministra ecuatoriana consideró un "error" del sistema judicial el hecho de que el agresor quedara en libertad tras declarar el pasado sábado, una decisión por la que las autoridades del país latinoamericano se mostraron "muy sorprendidos y preocupados" pues creen que es "inadmisible e incomprensible". Aun así, Espinosa admitió que el sistema "ha reaccionado" para enmendar este "error" y finalmente se pidió la detención del joven. A partir de ahí, advirtió la titular de Exteriores, su país "llegará hasta las últimas consecuencias" para que "caiga todo el rigor de la ley" sobre el joven.

   De hecho, el Gobierno ecuatoriano se ha propuesto ayudar en todo lo posible a la menor agredida, y ya ha interpuesto una demanda penal contra Sergi Xabier M.M, por delito contra las personas. Además, para llevar su acusación, la chica contará con los servicios de uno de los bufetes más prestigiosos de Ecuador, pagados por el Gobierno.

   El tema ha conmocionado a todo el país sudamericano, en donde todos los telediarios y medios abrieron con la noticia. Hasta el presidente del país, el recién elegido Rafael Correa, se puso hoy en contacto con la familia de la menor para mostrarles todo su apoyo. En un comunicado, el jefe del Ejecutivo de Ecuador mostró su preocupación pero quiso aclarar que no culpa al Gobierno español por esta acción, "ya que un gobierno no es responsable de lo que haga hasta el último de sus ciudadanos" y aseguró que este hecho "no representa al pueblo español".

Primeras declaraciones de la menor agredida

   Y entre todo el revuelo judicial y político, la joven de 16 años que sufrió los ataques habló por primera vez desde que se hizo público el video. En su intervención, en la emisora de radio ecuatoriana 'Caracol', la menor, que no quiere hacer pública su identidad, explicó que Sergi Xabier M.M, entró en el tren hablando por teléfono y que no intercambió "ni miradas ni palabras" en ningún momento con él. Por eso, dice la chica, que se asustó cuando vio que se acercaba a ella gritando frases racistas: "Estaba nerviosa escuchando los insultos y las amenazas", explicó en declaraciones recogidas por Otr/Press. Además, aclaró que "no estaba borracho", tal y como alegó el joven.

   Un amigo de la chica, también ecuatoriano, José Martínez, apuntó al rotativo 'Expresso' que el agresor iba relatando por el teléfono todo lo que le iba haciendo a la joven y que le gritó a la cara expresiones como 'sudaca de mierda', 'zorra' o 'vete a tu país', por lo que quiere dejar claro que las declaraciones de ayer del agresor diciendo que no es racista no son ciertas.

  Sobre las secuelas, son más psíquicas que físicas. "Sólo sufre un fuerte dolor de cabeza y en el pecho", explicó la madre de la joven, que reside con ella en España y con otra hija mayor que está embarazada. Sin embargo, cuenta que desde entonces la niña no ha querido salir de casa y duerme mal. La madre de la menor explicó al diario 'El Comercio' que no quisieron presentar acusación porque no querían complicar su estancia en nuestro país: "lo único que quiero es trabajar y reunirme con mi esposo", que reside en Guayaquil (Ecuador).