Allí, finalmente, han suspendido una ceremonia prevista en el Ayuntamiento y los relevos finales del recorrido no se ralizarán.
Las medidas de seguridad (3.000 agentes para un recorrido de 28 kilómetros, de la Torre Eiffel al estadio de Charlety) con las que las autoridades francesas pretendían proteger el 'fuego de Olimpia' no han servido de nada y, finalmente, los cientos de manifestantes pro-Tíbet han logrado su objetivo: la antorcha ha tenido que ser subida a un autobús de la organización durante la marcha, por lo que ha tenido que ser apagada en, al menos, cuatro ocasiones.
Reporteros Sin Fronteras (RFS) ha sido una de las organizaciones que más se ha dejado ver, y ha logrado que sus cartel con las esposas simulando los aros olímpicos, colgara de la Torre Eiffel.
China contra las protestas
Por su parte, el Gobierno chino ha condenado este lunes
"las infames fechorías" de los manifestantes que interrumpieron la maratón de la antorcha olímpica a lo largo de Londres, según informó un portavoz de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
El portavoz insistió en que la antorcha representa la grandeza de los ideales olímpicos de "paz, amistad y armonía" y por este motivo China decidió enviarla hacia una procesión global para animar a la gente "a que juntos construyéramos un mejor mañana".
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