Los socialistas asumen que Zapatero será investido en una segunda vuelta

Lo tenían claro, pero faltaba reconocerlo por parte de sus dirigentes. El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, ha sido el encargado de hacerlo este lunes: el partido tiene claro que no tiene los apoyos suficientes para conseguir que José Luis Rodríguez Zapatero sea presidente del Gobierno en primera vuelta. Así que será elegido en la segunda, el viernes, con mayoría relativa.

Pero, no obstante, la dirección del PSOE cree que eso es lo mejor que puede pasar en el debate de investidura: que los ciudadanos visualicen, por una parte, que el Gobierno no va a buscar votos a cambio de concesiones a los nacionalistas, y, por otra, que en esta nueva legislatura la fuerza del PSOE, con sus 169 diputados, es suficientemente “fuerte” como para gobernar en solitario con apoyos puntuales. Así que los socialistas han asumido que –salvo sorpresas que en política nunca hay que descartar-,  Rodríguez Zapatero será elegido nuevo presidente del Gobierno en segunda vuelta. Este posible  escenario solo tiene un precedente, el del ucedista  Leopoldo Calvo Sotelo, sustituto en la presidencia del Gobierno de Adolfo Suárez.

En la rueda de prensa posterior a la reunión de la Ejecutiva del PSOE, Blanco adelantó que el discurso de investidura de Zapatero estará basado en cinco premisas: la búsqueda de la  estabilidad política y de gobierno; diálogo abierto a todos; voluntad de consenso en cuestiones de Estado, preferentemente con el PP, pero sin excluir a nadie, y el mantenimiento de los compromisos programáticos del PSOE.

Sin desvelar demasiados detalles de la intervención de Zapatero, el secretario de Organización socialista adelantó que “la economía centrará  parte de su discurso” teniendo en cuenta  el “nuevo modelo distinto de crecimiento” necesario al constarse la crisis. Una de las cosas que dejó bien claro el presidente ante los dirigentes de su partido es que cualquier reforma económica que anuncie su gobierno para afrontar la crisis no se hará a costa de recortes sociales.

La Ejecutiva Federal del PSOE, a la que asistió por primera vez José Antonio Alonso como portavoz del grupo parlamentario, analizó la estrategia a seguir en el debate una vez cerrada la ronda de contactos con los grupos del Congreso. Blanco dejó claro que no les preocupa nada que Zapatero salga investido en la segunda vuelta en lugar de con mayoría absoluta.

Nuevo pacto contra ETA

El número dos del PSOE adelantó también  el presidente ofrecerá la mano tendida al PP para cerrar un nuevo acuerdo contra ETA “sin exclusiones” –es decir, contando también con el PNV-,  pero dejando claro que “no hay ninguna posibilidad de negociar con la banda terrorista”. “No hablamos de reeditar nada”, matizó, en referencia al Pacto Antiterrorista.

Sin embargo, al ser preguntado si esto supondrá que derogarán la resolución aprobada por el Congreso que abre la posibilidad de dialogar con ETA, respondió que  esa resolución “quedó derogada de facto con la disolución del Parlamento (...) Ahora se abre un nuevo tiempo, una nueva etapa, en la que es necesaria la unidad de todos las fuerzas democráticas”. Pese a su tono moderado, no puedo remediar lanzar algún reproche que otro a Rajoy y al PP “que no sabe lo que quiere hacer ni quién lo va a hacer”.

Por ello Blanco se mostró bastante pesimista  ante la posibilidad de el PP cambie de actitud ya que hasta ahora “es la misma persona la que va a seguir encabezando el partido”, en alusión al propio Rajoy.

El PSOE prepara su XXXVII Congreso

Blanco, anunció por otra parte, que el partido celebrará su XXXVII Congreso los días 4, 5 y 6 de julio en Madrid. Para convocar el Congreso, los socialistas celebrarán un Comité Federal el sábado 26 de abril. Blanco anunció las fechas del Congreso, máximo órgano del partido y que es el encargado de elegir a su dirección, cuando se le preguntó por su futuro político y la posibilidad de que desee dejar la política.

"Yo no he mostrado ninguna insistencia ni he expresado ningun deseo de marcharme. Cuando uno es elegido por un Congreso tiene que volver a ser elegido por el Congreso", explicó el 'número dos' del PSOE, que no dio más pistas sobre sus planes, más allá de decir que "siempre existe la posibilidad de que le puedan sustituir" y que "ocho años de secretario de Organización son muchos años". "A pocos les puede interesar mi futuro", añadió.