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Una "lección de dignidad, paciencia infinita y contención histórica"

domingo 18 de mayo de 2008, 14:50h
   La directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo, Maixabel Lasa, advirtió de que "vincular la consecución de la paz a la conquista de un nuevo estatus político es pervertir las reglas del juego democrático".
   En su intervención en el homenaje y reconocimiento a las víctimas del terrorismo celebrado hoy en el Kursaal de San Sebastián, Lasa, viuda del ex gobernador civil de Guipúzcoa asesinado por ETA, Juan María Jáuregui, insistió en que "convertir al 'lobby' terrorista en notario de la situación es condenar a las víctimas de la violencia terrorista a enfrentarse dramáticamente al sinsentido de su dolor y su sufrimiento, y esto es inaceptable, tanto política como moralmente".

   Lasa, encargada de trasladar el mensaje oficial del Gobierno vasco, pidió al inicio de su intervención un minuto de silencio, que fue seguido por los asistentes en pie, "por los que no se encuentran hoy aquí entre nosotros por culpa de la violencia terrorista y, de manera especial, por Juan Manuel Piñuel, asesinado el miércoles en Legutiano".

"Inútiles sufrimientos"

   La directora de la Oficina de Atención a las Víctimas recordó que ha pasado algo más de un año desde que se celebró la primera edición de este acto en el Palacio Euskalduna de Bilbao, "respondiendo a un emplazamiento efectuado desde el Parlamento vasco con el apoyo de todas las formaciones democráticas". Según reconoció, ha sido éste "un tiempo áspero y difícil en el que, una vez más, la violencia terrorista ha golpeado en el corazón de muchas familias inocentes, abocándonos a nuevos e inútiles sufrimientos".

   Además de a Juan Manuel Piñuel, recordó a sus compañeros de la Guardia Civil Raúl Centeno y Fernando Trapero, asesinados en Capbreton "mientras cumplían con su deber: protegernos del crimen". También tuvo un recuerdo para el ex concejal del PSE-EE Isaías Carrasco, "asesinado en Arrasate por ser un trabajador socialista".   Lasa recordó también "a un superviviente, al escolta Gabriel Giner, que salvó su vida por los pelos, en el barrio bilbaíno de La Peña".

   "Durango, Sestao, Balmaseda, Bergara, Renteria, Zarautz, Calahorra, nuevamente el barrio de La Peña en Bilbao y, finalmente, Legutiano, han sido otros escenarios macabros elegidos por los terroristas para dejar su impronta de destrucción", señaló.

La "peculiar contribución" de ETA

   "Por si esto fuera poco -apuntó- se añade, la particular contribución que los terroristas hacen al pueblo al que dicen servir que toma la forma de una amenaza colectiva de muerte contra jueces, policías, guardias civiles, periodistas y contra una parte importante de la representación política de esta sociedad".

   Lasa advirtió de la existencia de "un grave riesgo de que la resignación ante este paisaje de coacción, escoltas y falta de libertad no convierta en un pueblo indolente, en una sociedad avanzada, sí, pero demasiado habituada a convivir con el peligro y con el drama, cuando es ajeno y no nos toca de cerca".

   Sin embargo, dijo no tener "ninguna duda de que, hoy, en Euskadi, la agenda política, que es preciso salvaguardar a toda costa, es la agenda individual de todas las personas amenazadas, porque la prioridad política de una sociedad moralmente responsable es la recuperación de la libertad individual por parte de todos sus miembros, condición imprescindible para ser un actor político con todas las garantías".

   A su juicio, es en este contexto "donde cobra pleno sentido otra reflexión que tiene que ver con el mensaje central del acto que celebramos". Así, señaló que "el final del terrorismo es una cuestión fundamentalmente de naturaleza jurídico-criminal, que tiene un procedimiento previsto en un sistema democrático, la aplicación justa y escrupulosa de la ley".

Sobre las discrepancias políticas

   Por otro lado, indicó "las discrepancias políticas que se suscitan en el debate público, aun cuando afecten a cuestiones sustanciales, tienen su propio cauce natural, el cauce del diálogo, el debate y los eventuales acuerdos a través de las vías pacíficas y democráticas asumidas por la inmensa mayoría de esta sociedad".

   Lasa señaló que en la convocatoria de hoy se han reunido no sólo a víctimas de ETA, sino también, entre otros, a afectados de atentados cometidos en Euskadi por el Batallón Vasco Español, grupos anti ETA, la Triple A o el Gal, por "una sencilla razón: si por fortuna, aquel terrorismo nacido en las cloacas del Estado, es hoy pasado, las aspiraciones de sus víctimas continúan en el presente sin estar resueltas".

Todas las vícitmas

   La responsable de la Dirección de Víctimas señaló que "el derecho a la verdad, a la justicia y al reconocimiento del daño causado, son derechos de todas las víctimas del terrorismo" y añadió que "todas las personas que han padecido un sufrimiento injusto, como consecuencia de la violencia terrorista son merecedoras del mismo trato y respeto".

   Lasa dijo que hoy "tenemos la sensación de que aquellos terribles episodios ocurridos en los setenta y ochenta están archivados en una serie de expedientes X y cubiertos por un tupido velo", pero consideró que "sería bueno y deseable que el Estado fuera consciente de esta circunstancia, si verdaderamente desea que la paz y la libertad en el País Vasco sean sentidas como tales por una inmensa mayoría de los ciudadanos vascos". "En esta cuestión -afirmó- hay tarea pendiente".

"La esperanza sí tiene un hueco"

   A pesar del "negro y sombrío panorama que nos atenaza", Lasa se mostró convencida de que "la esperanza sí tiene un hueco entre nosotros" porque "creemos en la superioridad moral del Estado de derecho, convertido en el único sistema de protección y seguridad de las personas frente al acoso terrorista".

   Además, justificó su esperanza "porque estamos aquí, porque este acto hace cinco años fue imposible, hace diez hubiera sido la ocurrencia de un loco y hace 15 alguien lo hubiera calificado de provocación".

   Asimismo, dijo que "procuramos reservar un lugar a la esperanza" por las víctimas, "por la lección de dignidad que cada una, a vuestra manera, habéis ofrecido, por vuestra paciencia infinita, por vuestra contención histórica frente a la agresión totalitaria y porque, felizmente, os habéis hecho visibles a los ojos de la sociedad".

   "Por el brillo de vuestra mirada que siempre apunta a un horizonte de paz y de libertad, una luz que si la barbarie terrorista no ha conseguido apagar en 40 años, nadie ya podrá conseguirlo jamás, aunque persista en su actividad criminal", concluyó.
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