www.diariocritico.com

Señales de un cambio indispensable

miércoles 29 de abril de 2009, 15:11h
El presidente norteamericano Barack Obama cumplió 100 días de gestión y sobresale en ella un decidido impulso al cambio de la política exterior de su país, abandonando el modelo intervencionista, militar y fundamentalista que “The Vulcans”  (Condoleeza Rice; Dick Chenney; Donald Rumsfeld; Collin Powell; Paul Wolfowitz y Richard Armitage) imprimieron a la larga administración de George W. Bush, gracias a la cual los EE.UU. están inmersos en dos guerras y lejos de solucionar los problemas de seguridad que los aquejan.

En momentos en que la mayoría de los gobiernos de América Latina tienen en su agenda la defensa de los derechos humanos como un asunto capital, se suma el giro auspicioso de Obama, que acompaña así la voluntad y la esperanza depositada por sus representados en el sentido del cambio en muchas esferas.
   
Es posible que estemos en presencia de una nueva era de las relaciones internacionales basadas en el multilateralismo y el respeto a principios básicos de convivencia. El nuevo temperamento en el continente es el ámbito favorable para comenzar a abordar asuntos, además de la defensa de los derechos humanos,  como la pobreza, salud, comercio, seguridad y cuidado del medio ambiente, tal como lo señalara Robert Russell, recientemente.

Uno de los revulsivos sobre los que se efectuó el cambio de la política exterior norteamericana fue, sin duda, la lucha por denunciar la aplicación sistemática de torturas como herramienta autorizada por el gobierno de Bush, anteponiendo la seguridad del Estado por sobre los principios elementales de los derechos del hombre. Y el punto alto de esta lucha ha sido la presentación del informe elaborado por el Comité de Servicios Armados del Congreso luego de que el presidente autorizara la desclasificación de documentos secretos de la CIA.

En el informe sale a la luz que la administración del ex presidente Bush comenzó a preparar el uso de técnicas coercitivas en interrogatorios antes de que fueran expresamente autorizadas  y semanas antes de que la CIA capturara a su primer sospechoso de terrorismo, supuesto miembro de Al Qaeda.

Queda claro que los miembros más conspicuos de “The Vulcans”, redefinieron la legislación para crear la apariencia de legalidad, y autorizaron la aplicación de tormentos a los detenidos para obtener información “sustancial para la seguridad nacional.”

El propio Bush dispuso en febrero de 2002, la anulación del Artículo 3 de la Convención de Ginebra, que se refiere al tratamiento de prisioneros de guerra, para detenidos de Al Qaeda y los talibán bajo el argumento que esos detenidos no estaban comprendidos en la convención porque esos combatientes enemigos no eran miembros de organizaciones militares formales.

Rice y Rumsfeld autorizaron la aplicación de torturas en Abu Ghraib y Guantánamo y junto con otros funcionarios están al borde de ser llevados ante los magistrados.

No debería extrañar que este grupo de ideólogos y prácticos, forjados por las tensiones de la Guerra Fría, Vietnam, Camboya y Medio Oriente, percibieran la hostilidad del mundo hacia su país como una amenaza constante -ominosa luego del 11-S- y diseñaron una política exterior basada en el hard power, la relación amigo-enemigo y la imposición del modelo norteamericano, antes que la persuasión hacia valores universales de democracia y libertad, aquellos por los que su país era reconocido. Simbólicamente trocaron la estatua de la Libertad por el Pentágono, institución en la que todos ellos pasaron una importante parte de sus vidas, como afirma James Mann en “Rise of the Vulcans”, un libro que sondea en la formación y desarrollo de este grupo que dejó su impronta en la administración Bush.

El atentado del 11-S parece haber dado vía libre para  las iniciativas y acciones más controvertidas de este grupo, tales como los ataques preventivos y el uso de los tormentos. Rice autorizó, a ocho meses del atentado, las primeras torturas y en el año 2006, con ayuda de Rumsfeld, elaboró un dudoso andamiaje jurídico con el que se consideró legal el uso de la tortura.

“The Vulcans” deben ese apelativo al dios romano del fuego. No es casual que los romanos tuvieran una legislación y aplicaran la tortura, primero a los esclavos -como se hacía en Grecia- y luego extendiéndola a los ciudadanos ante el delito de traición. Mucha historia se ha acumulado desde entonces y cabe recordar que el artículo 5 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre (1948), la prohíbe. Pese a esto, los “hijos de Vulcano” encontraron resquicios para legalizarla y aplicarla en pleno siglo XXI, del mismo modo que lo hicieron muchos gobiernos autoritarios a lo largo del siglo XX.

En sus primeros días de gestión, Obama anunció el cierre de la cárcel militar de Guantánamo, que aunque sigue funcionando será desactivada en un año. También anunció el repliegue de las tropas en Irak. Luego estrechó vínculos con nuestros países en la Cumbre del G-20 y comenzó a desbloquear las relaciones con Cuba. Muchas señales positivas para creer que un nuevo tiempo se abre entre interlocutores válidos que representan la voluntad y las aspiraciones de sus respectivos pueblos con el potencial de construir -en tiempos de crisis mundial- valores universales para un mundo que los necesita con urgencia.

____________________________________________________________

* Jesús Rodríguez es un político argentino. Fue Diputado Nacional y Ministro de Economía con el presidente Raúl Alfonsín.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios