Aquella elección del presidente del Consejo General Vasco es el precedente

D. Manuel de Irujo solía repetir, desde su dilatada experiencia política, el viejo refrán castellano de “los hombres y los rocines, cada uno va por sus fines”. Había sido diputado y ministro y algo sabía de la condición humana.
Seguramente esto se evidenciará con toda intensidad a partir del uno de marzo por la noche. “Los hombres y los rocines, cada uno irá por sus fines”. Lo malo no está en semejante evidencia, sino que en la feria de una campaña electoral nos vendan mercancía averiada, humo, insinuaciones y mentiras varias. Una oferta electoral que no enseñe todas sus cartas es una campaña embustera que encierra un gran tongo. Y me explico.

    No tengo la menor duda que el vencedor de la contienda va a ser el Lehendakari Ibarretxe. El electorado es muy remiso a cambiar de caballo en mitad del río solo porque le ofrezcan un Cambio. Cambio sí, pero ¿a peor?. La marca López es la marca Zapatero y no creo que nadie en su sano juicio avale las políticas económicas de Zapatero. Todo lo contrario, porque ahora, a la gente, lo que le interesa es asegurar su día a día, sus apuestas de futuro y eso con Ibarretxe lo tiene claro. Podrá estar en desacuerdo con el debate político que ha acompañado al Lehendakari en esta legislatura pero sabe que puede confiar en él en relación con la economía, las apuestas de futuro, la sanidad, la investigación, el acuerdo estratégico, la educación, el salir los primeros de la crisis. El Lehendakari Tiene experiencia, es economista y sabe de qué va esto de la macro y microeconomía. Y, en situaciones límites, como las que vivimos, aventuras, las menos.

    Sobre todo cuando ahí tenemos a un candidato como el Sr. Basagoiti que le pide al líder del PSE, nada menos que tres Departamentos: Interior, Cultura y Educación. Interior para quitarle a la Ertzantza el perfil de una policía propia; Cultura para volver al criterio de los Coros y Danzas, “sin aventuras” como la del Guggenheim a la que se opusieron y Educación, para lograr que el euskera no se recupere nunca como lengua cooficial al mismo nivel que el castellano.

    Asimismo le tenemos a la Sra. Rosa Diez persona de quien recordaba en una entrevista Txiki Benegas que fue la única Consejera socialista que votó en contra de abandonar en 1998 el Gobierno Ardanza. Pues bien. Esta señora ha pedido en Madrid y como eje de su campaña que Euzkadi pague dos mil millones más de euros de Cupo eliminando así un superávit que beneficia “al chiringuito nacionalista”. La Consejera de aquel departamento de Turismo que hizo aquella tan buena campaña con el slogan de “Ven y Cuéntalo” quiere penalizar al ciudadano vasco a cuenta de esa falsedad del “chiringuito nacionalista”. La Y, la fuente de Espalación, la Competencia en Investigación, las Políticas Activas de Empleo para todos ¿Chiringuito Nacionalista?.

    Pues a esta señora así se lo parece y, en eso está, tratando de recabar votos sobre todo en Álava. A esta diputada se le podría presentar para figurar en el record Guiness pues no es muy normal que haya candidatos que piensen más en el ciudadano del Ebro para abajo, que en sus propios electores y así como no hay pájaro que ensucie su propio nido, en esta campaña, al parecer, si hay partidos que prometen no pactar jamás con los nacionalistas mientras ofrecen un tan poco atractivo programa para unos ciudadanos vascos que siguen pagando su Cupo como resto de una foralidad que quedó ahí, como último reducto de unas instituciones propias.

    Pero con la Sra. Díez habrá de contar el Sr. López en el futuro. Fueron del mismo partido, pertenecieron a la misma ejecutiva y son partes de un mismo proyecto que no tiene su campo de acción única y exclusivamente en Euzkadi, sino dependen de su centro de decisiones que está en Madrid.

    Hecho asimismo por el juez Baltasar Garzón el trabajo sucio de eliminar como fuerza política parlamentaria al Partido Comunista de las Tierras Vascas, ANV o cualquiera de las marcas que HB suele sacar a pasear con distintos nombres, el Sr. López, aún perdiendo las elecciones frente a Ibarretxe, solo podría llegar a Ajuria Enea pactando con el PP y UPyD. Nunca de cualquier otra forma. Lo que es imposible en Madrid, aquí, territorio comanche, todo es posible en aras a “desalojar” (bella y respetuosa palabra) al nacionalismo gobernante. “Delenda est Ibarretxe”. Y en eso, todo vale. Juntas peras con manzanas, le añades higos chumbos, y lo maceras con piñas y hasta con guanábanas. Todo será bueno para el convento.

    Pero que quede claro. Solo la suma del PSE, del PP y de UPyD podría dar 38 escaños para gobernar, eliminada la Izquierda Abertzale en eficiente trabajo de ingeniería electoral madrileña, la misma que se utilizó en mayo del 2007 para que ANV estuviera en ayuntamientos como Mondragón, Azpeitia, Busturia, Zumaia y Muskiz, entre otros, y no se presentara en el resto. El PSOE sabe algo de éste tipo de sutiles operaciones electorales.

    De hecho el PSE empieza a cambiar su argumentación. Pasó de decir que solo gobernaría si ganaba las elecciones a asegurar que gobernará quien parlamentariamente pueda hacerlo. Es un reconocimiento implícito que perderán las elecciones pero que pactos posteriores lograrán esa cifra mágica de 38. El PSE con la suma del PP y de UPyD, lo que algunos llaman el “frente españolista”, tras negar reiteradamente esta posibilidad llegarán a un acuerdo. Es tan evidente como que dos más dos son cuatro y además lo que en política es posible, al final siempre se termina haciendo.

    Sé que este escenario para el PSE es muy negativo para ser anunciado en campaña porque sería en el único lugar del estado español en el que los odios parlamentarios y las jugadas dialécticas entre el PP y el PSOE entrarían en armisticio para marcar con lápiz rojo esa anomalía electoral, rara y difícil de llevar, además de chirriante, pero legítima y posible. No sé cómo se podría casar que Rosa Díez pida pagar dos mil millones más de Cupo con las pretensiones tan a la derecha de Basagoiti, más el discurso de confetis de Patxi López, pero, al parecer, también en esto, la coherencia no es una virtud sino un incordio y si el fin es llegar como sea, a Ajuria Enea esto justifica cualquier tipo de medio, superando cualquier tensión y disloque social, junto a la eliminación de una fuerza parlamentaria.

Y que no se me diga que eso no está planteado, porque no es verdad, ni que esto no es posible, porque además tiene antecedentes muy claros.
En enero de 1978 había que elegir presidente del ente preautonómico conocido como el Consejo General Vasco. El mejor derecho lo tenía Juan de Ajuriaguerra ya que el PNV había  ganado las elecciones. El viernes 17 de febrero de 1978 y tras ocho votaciones, siete de ellas con empate, salió elegido Ramón Rubial. Desde Madrid Alfonso Guerra y Fernando Abril Martorell habían llegado al acuerdo. En esta ocasión no habrá un Echeverria Gangoiti que resista siete votaciones. Si el PSE, más el PP, más UPyD suman 38, la elección se producirá a la primera. No habrá necesidad de más votaciones. Y eso el electorado, lo tiene que saber, porque lo demás es engañar.

    Quien no engaña es Basagoiti. Es muy claro. “Quiero que haya un acuerdo PP-PSE para que Ibarretxe vaya a la oposición”. Ante este caramelo, el silencio ha sido la respuesta del Sr. López. Asimismo, escucharle a Rosa Díez en sus intervenciones es escuchar a la voz del frentismo españolista multiplicado por dos. Y eso es lo que a mí me gustaría conocer: como ese frente tan aparentemente disímil podría gobernar en la actual situación de crisis económica y llevando a Madrid un aumento en el pago del Cupo junto a recetas fallidas de Zapatero y Solbes para abordar una crisis económica que va a ser bestial.

    Eso es lo que nos estamos jugando el uno de marzo, porque vuelvo a insistir. Las elecciones, y no tengo la menor duda, las va a ganar Ibarretxe. Lo que si tengo duda es como va a jugar el PSE el dos de marzo con pactos frentistas, legítimos, pero desastrosos a mi juicio para la buena convivencia de un país que necesita acuerdos sensatos y lógicos asentados en resultados que reflejen la realidad de un país y no se fuercen con atajos anti natura.

    El recuerdo de lo que ocurrió hace treinta años con aquella orden venida de Madrid, es el precedente más claro que tenemos ahora ante nosotros. El precedente pues, con todos mis respetos es D. Ramón Rubial. Es decir PSE + UCD. No PNV + PSE.