Otra vez el fútbol

El  Código ético del Real Madrid, que vuelve a imponer Florentino Pérez tras la oscura etapa pasada en la Institución, en la que, algún día, la Justicia aclarará la verdad de lo sucedido,  dice que "nadie puede hacer negocios utilizando el nombre del Club". El asunto parece que llega que ni pintado cuando vuelven, otra vez, las sospechas de irregularidades sobre algunos presidentes de los clubes de fútbol.

   La "festa blaugrana" se ha visto ensombrecida  por las informaciones en el sentido de que su presidente, Joan Laporta,  habría cometido algunas irregularidades en operaciones urbanísticas cometidas en L´Hospitalet de Llobregat.

   Algo parecido sucedió, en su día, con uno de sus antecesores, Josep Lluis Núñez, el dueño de Núñez y Navarro, la mayor inmobiliaria de Catalunya. Unas sospechas que acabaron por ponerle en entredicho hasta tal punto que renunció "por el bien de la Entidad" a la presidencia. Algo parecido también sucedió a Lorenzo Sanz con una operación en al barrio madrileño de Barajas. Al presidente del Sevilla, José María del Nido, le implican, incluso judicialmente, en operaciones presuntamente irregulares en Marbella mientras, en calidad de abogado, asesora y defiende a Julián Muñoz. Y no hablemos del malogrado Jesús Gil y Gil

   La lista en este sentido podría hacerse interminable. Y siempre bajo una moraleja: los palcos presidenciales de los estadios de fútbol son los mejores lugares para hacer negocio.