El resultado del 7-J tiene sin duda muchas lecturas pero una de las más relevantes es que las elecciones europeas han supuesto no uno, sino tres derrotas para el Presidente del Gobierno.
La primera es la más evidente porque los números hablan por si solos: el PP y su candidato al Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, han obtenido casi 600.000 votos más que el PSOE. En eurodiputados el resultado es, sobre el total de 50 que corresponden a España en el Parlamento Europeo, de 21 para el PSOE, que pierde cuatro con respecto a las últimas elecciones, y de 23 para el PP, solo uno menos. Es decir, el PP mantiene en términos proporcionales su peso en el Parlamento Europeo mientras que el PSOE lo ve reducido.
Si extrapolásemos este resultado a unas elecciones generales, aunque siempre hay que hacer este tipo de cálculos con las debidas cautelas, el PP ganaría también y Mariano Rajoy sería el nuevo Presidente del Gobierno.
Esta derrota en España está conectada con la segunda derrota sufrida, aunque indirectamente, por Zapatero. Me refiero a la tremenda derrota del Partido Socialista Europeo (PSE) en el conjunto de la Unión Europea (UE).
De nuevo los números son mas explícitos que cualquier comentario: el PSE sigue siendo la segunda fuerza del Parlamento Europeo pero pierde un 25% de los diputados que tenia hasta ahora y, al lograr 161, se queda a una distancia enorme del Partido Popular Europeo (PPE), que ganó al obtener 264 diputados y sigue siendo la fuerza mayoritaria.
Dicho de otra manera: de los 27 países de la UE, los partidos miembros del PPE ganaron en 20. Los del PSE, solo en 3.
Teniendo en cuenta que el PSE ve a Zapatero como uno de sus principales líderes y que él se implicó directamente en la campana (los socialistas europeos aprobaron su programa electoral para estas elecciones en Madrid, diciembre de 2008), el batacazo de los socialistas europeos también es el de Zapatero.
La tercera derrota es más subjetiva pero sin duda demostrable y muy significativa: es la derrota del famoso talante propugnado por el Presidente del Gobierno. Pese a cultivar una imagen de defensor de diálogo y de juego limpio, la campaña del PSOE ha sido la peor de los últimos años: han esquivado la presentación de propuestas para superar el estancamiento económico y el paro, sin duda la principal preocupación de los europeos y de los españoles.
A cambio ha intentado amedrentar a la población con el miedo atávico a la “derecha” expresado en videos que son un conjunto de burdas manipulaciones con las que atemorizar a la población con el objetivo de arrancar unos votos más. También en este caso la campaña del PSOE ha sido coherente con la del PSE, que se ha entregado a la demagogia y a hacer listas negras.
Sin duda, como ellos mismos dicen, ha sido “terrible”, en las formas empleadas y en el pobrísimo resultado obtenido. Porque esta es la conclusión de las tres derrotas socialistas: que tanto en España como en el resto de la UE, la sociedad no se traga burdos sloganes vacíos de propuestas o iniciativas.
La sociedad pide soluciones, proyectos y personas capaces de afrontar los graves problemas que tenemos, ahora especialmente la crisis económica. Por eso, porque somos los que tenemos las mejores soluciones y el mejor proyecto político, los ciudadanos han votado a favor del PP en España y por tanto a favor del PPE y del proyecto que desarrolla en las instituciones de la UE.
Antonio López-Istúriz es Secretario General del Partido Popular Europeo (PPE) y eurodiputado del PP
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