La Fiscalía pide cárcel para Miguel Mirones por ocultar la mala situación económica de la constructora Socueva

Además de a Miguel Mirones, el Ministerio Fiscal imputa la comisión de ese mismo delito societario a otras dos personas más: Javier Mirones y Miguel Tausía, para los que pide penas de un año de prisión y 3.240 euros de multa.
   En su escrito de calificaciones, la Fiscalía asegura que Miguel Mirones, Javier Mirones y Miguel Tausía "elaboraron balances de situación y cuentas de resultados que presentaban una situación económica de absoluta bonanza" a fecha de 31 de diciembre de 2000 en Socueva, que acabó incurriendo en quiebra fraudulenta.
   No obstante, también señala que no consta que la actuación de estos tres acusados "ocasionara perjuicio a proveedores de la sociedad". Javier Mirones y Miguel Mirones fueron administradores de Socueva hasta el 19 de febrero de 2001 y el 29 de junio de 2001, respectivamente.
   A partir de julio de 2001, Miguel Tausía se constituyó como administrador único de Socueva, junto a los también imputados Inés Carmen Serna y Miguel Martínez de la Hidalga.
   La Fiscalía asegura que, cuando los hermanos Mirones abandonaron la dirección de Socueva, en 2001, Miguel Tausía realizó una serie de operaciones destinadas a descapitalizar la sociedad, en perjuicio de sus diferentes acreedores, con la colaboración de esas otras dos personas: Inés Carmen Serna y Miguel Martínez de la Hidalga.
   El Ministerio Público imputa por esos hechos a Tausía, Serna y Martínez de la Hidalga un delito de insolvencia punible, por el que solicita cuatro años de cárcel para cada uno y multa de 7.200 euros.
   El Ministerio Fiscal afirma que Tausía, Serna y Martínez de la Hidalga "elaboraron un plan" que consistió "en vaciar patrimonialmente Socueva", para transferir sus activos a otras sociedades. Para ello, pactaron la cesión de créditos que había a favor de Socueva, por valor de alrededor de 11,6 millones de euros, a favor de esas otras empresas.
   Según la Fiscalía, estos imputados llegaron a crear empresas para que absorbieran el capital y el trabajo "para claro perjuicio" de los acreedores de Socueva.
   Socueva obtuvo la declaración formal de quiebra en 2003. Sin embargo, el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Santander declaró esa quiebra fraudulenta porque concluyó que esa empresa ya se encontraba en esa situación "mucho tiempo antes". El abogado defensor de Mirones ha informado de que recurrirá la petición del fiscal.