Las bajas tarifas en Argentina ponen contra las cuerdas a empresas españolas

Ambas empresas, participadas por capitales españoles, no ocultan su delicada situación y esta semana han comunicado al mercado mediante notas oficiales qué les espera en el corto plazo si el gobierno de Cristina Fernández no concreta un aumento tarifario.

   El cuadro más comprometido es el de Autopistas del Sol (Ausol), presidida por el español Gonzalo Ferre Moltó (grupo Abertis) y que desde 1994 y hasta 2020 tiene la concesión del complejo de autopistas integrado por la Avenida General Paz y el Acceso Norte a Buenos Aires.

   La compañía, también participada por capitales argentinos e italianos, cerró el tercer trimestre con un patrimonio neto negativo de 10,9 millones de pesos (2,8 millones de dólares) y pasivos bancarios y financieros por 1.223,8 millones de pesos (319,5 millones de dólares).

   Según el último balance, en los nueve primeros meses del año, la empresa, que desde 2005 cierra sus ejercicios anuales en rojo, acumuló una pérdida neta de 185,5 millones de pesos (48,4 millones de dólares).

   El directorio de Ausol dijo este martes en un comunicado que decidió preparar una propuesta de reestructuración de deudas con sus acreedores financieros con el objetivo de "alcanzar un nuevo perfil de la estructura de su financiación, incluyendo los montos de intereses pagaderos el 23 de noviembre próximo", por 9 millones de dólares.

   Fuentes de la compañía consultadas por Efe se excusaron de dar más detalles de los reportados al mercado, aunque confirmaron que aspiran a conseguir un "buen acuerdo" con los acreedores.

   Sin embargo, Standar & Poor's le bajó la nota a Ausol y anticipó que volverá a bajarla hasta 'D' "una vez que se materialicen incumplimientos de pago sobre los instrumentos financieros", dijo la calificadora en un informe.
La deuda financiera de la compañía está compuesta por obligaciones negociables (ON) por 152,5 millones de dólares con vencimiento final en 2014 y otras por 155 millones de dólares que vencen en 2017.

   Por su parte, Metrogas la mayor distribuidora de gas de Argentina y participada por British Gas y Repsol YPF, advirtió esta semana de que sus cuentas continuarán en deterioro si el gobierno no concede una actualización de las tarifas del servicio de gas, congeladas desde hace una década.
 
   De continuar tal deterioro, advirtió la empresa en un comunicado, la capacidad de la compañía de generar fondos podría verse afectada, "debiendo en tal caso la sociedad refinanciar su deuda actual u obtener financiación adicional".

   En los primeros nueve meses del año la compañía acumuló pérdidas netas por 38,2 millones de pesos (9,9 millones de dólares), frente a ganancias por 75,9 millones de pesos (19,8 millones de dólares) logradas en igual período del año pasado.

    La empresa suma pasivos por 1.317,2 millones de pesos (344 millones de dólares) y tiene un patrimonio neto de 937,6 millones de pesos (244,8 millones de dólares), de acuerdo con el último balance trimestral presentado.

   "Era sabido de antemano que estas dos empresas tienen un patrimonio neto muy comprometido. Son empresas que en principio no cuentan con los recursos para afrontar semejantes vencimientos y que van a necesitar proponer algún esquema de renegociación de pasivos", dijo hoy a Efe Alejandro Vinitzky, analista de la consultora financiera Maxinver.

   Otras empresas de los sectores viales y de distribución de gas también están afectadas por la falta de actualización tarifaria, pero su situación no es tan grave.

   "Hay que ver cuánto hay de genuino en estos reclamos y cuánto de intención de generar alguna presión a nivel político. No es fácil diferenciar estos dos aspectos. Pero no necesariamente por un tema de ajuste de tarifas las empresas tienen que estar en esta situación", consideró Vinitzky.

   Directivos de empresas de capitales españoles, incluida Abertis, se reunieron este lunes en Buenos Aires con la vicepresidenta del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, a quien hablaron de su "contribución" a la recuperación económica argentina "no exenta de importantes sacrificios inmediatos y la dilatada postergación de legítimas expectativas".

   Horas después, De la Vega se reunió con Cristina Fernández y le trasladó las "preocupaciones" empresarias y "temas pendientes" que, según le aseguró la presidenta argentina, "están todos en vías de solución".