Bye Bye, Ríos

Año 1966. Por primera vez en España la compañía discográfica Sonoplay lanza una campaña en TVE para presentar a tres de sus artistas, Miguel Ríos, Judy Stephen y Los Impala. Una de las canciones promocionadas de Miguel es Ahora que he vuelto. Efectivamente, se trata de la vuelta del cantante granadino que se había quedado en el olvido. Atrás han quedado Popotitos, Oh, mi Señor y también los nombres de Mike Rivers y Mike Ríos.

El regreso del rockero no cuaja. Vuelta a empezar. Los Brincos ya no son lo que eran y Fernando Arbex, compositor de éxito, encuentra una canción apropiada para Miguel, El río. El tema es un éxito que Juan Pardo apuntala con Contra el cristal. Ahora Miguel se instala en el éxito.

Hay un paso más. Entre los proyectos de adulteración de la música clásica de Waldo de los Ríos hay uno que puede resultar. Se trata de la versión del Himno de la alegría, de Beethoven. Hispavox cree en esta vuelta de tuerca y bingo. Miguel Ríos llega al número uno de todo el mundo, empezando por Alemania para terminar en Estados Unidos. El siguiente intento de exprimir el catálogo de los clásicos, Unidos, ya no es lo mismo. La adaptación del Te deum de Charpentier triunfa como sintonía de Eurovisión, pero en la voz de Miguel no lograr igualar los registros del Himno de la alegría.

La rampa de lanzamiento de Miguel Ríos le proyecta a un firmamento de estrellas del que ha pretendido descender en diciembre de 2010. Qué ha hecho hasta ahora. Pues, simplemente, rock. No ha cedido un ápice en sus objetivos, lo que quiere decir que nunca se ha refugiado en los boleros como tantos colegas suyos que nunca creyeron en esto. Ni siquiera cuando las cosas ya no iban tan bien como antes. Lejos de amilanarse monta en los ochenta el mayor espectáculo de rock hispano hasta la fecha, Rock & Ríos. Para entonces ya había arriesgado  en los conciertos de rock y amor.

Nunca un cantante español de rock había llenado estadios, con los políticos haciendo cola en su camerino para saludarle y comentarle que eran sus seguidores de toda la vida.

Desde entonces han sido muchos discos grabados, muchas colaboraciones y muchas reivindicaciones desde la plataforma del rock. El programa de TVE Qué noche la de aquel año todavía vive en el recuerdo. Ha apoyado a músicos jóvenes cantando sus canciones y aun hoy no hay más qué ver la edad de la banda que le acompaña en su despedida, para comprobar que cree en los nuevos valores.

Miguel Ríos es el primer cantante español que deja los escenarios hablando siempre el idioma el rock. Desde el principio hasta el final. Nadie hasta ahora lo había conseguido. Sus conciertos del adiós, inspirados en su cita de Gredos de 2009, le sitúan a un alto nivel dentro del panorama musical internacional.

Con cincuenta años en el escenario, se va un hombre que jamás se ha bajado del tren del rock. Con mucha marcha.

Carlos Roldán. Periodista.