Ramoncín en Kapital

En la discoteca Kapital, pegada a la madrileña estación de Atocha, Ramoncín acaba de presentar su soberbio libro Ventanas del alma. Poemas y canciones 1973-2010, publicado por Sial Ediciones.  Ramoncín, una figura clave del rock español de los años ochenta, firma ahora este libro con el nombre de Ramón J. Márquez al que añade, en la portada del libro, y entre comillas, y en la misma línea, el nombre de Ramoncín para no despistar a sus fans. En la cubierta del libro leemos, en la primera línea, Ramón J. Márquez y, en la segunda línea, Ramoncín, sin comillas. Y, de paso, digamos que la cubierta del libro es eso que casi todo el mundo  llama erróneamente portada, incluido mi admirado Enrique Vila-Matas, según unas palabras suyas que leí, el 10 de octubre, en Diario de Navarra. Dice Vila-Matas él desea controlar las ‘portadas’ de sus libros. Para que quede claro, la portada de Ventanas del alma va en la página 5 del libro. Y, en  los libros, la portada va en las páginas 3, 5, 7 ó 9.

La cubierta, según el Diccionario de la Academia, es la parte exterior delantera del libro que reproduce los datos de la portada. Como diría Bob Dylan, la cubierta,  y cantemos este estribillo, es esa  parte del libro que casi todo el mundo – comenzando por editores, escritores, profesores, periodistas y libreros – llama erróneamente portada. ¿Y por qué me pongo tan meticuloso  hablando de los versos de un rockero? Por una razón: porque Ramoncín es probablemente el rockero más culto de la historia del rock nacional e internacional. ¿Hay algo que exija más disciplina que escribir un diccionario? Ramoncín publicó en 1993, en Temas de Hoy, su espléndido Tocho cheli, que revela una paciencia de investigación que sólo alcanzan los sabios.

En su Tocho cheli le ayudó  su amigo Vicente Serna, que habla cheli, como los húngaros hablan húngaro. He leído con el mayor placer Ventanas del alma, de Ramoncín, que es un magnífico poeta. En el acto de Kapital brillaron en sus intervenciones el editor Basilio Rodríguez-Cañada, el periodista radiofónico y escritor Alberto Granados, el cantante Luis Farnox conocido como  “El mecánico del swing”, y Gemma Zorrilla, que leyó un texto de Andrés Aberasturi. De mi intervención en Kapital diré, con humildad de la santa de Ávila, lo que suele decir Rafael Nadal de las suyas: estuve bien, pero todavía tengo que mejorar  mi saque.

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