La Guardia Civil no

   La cobertura legal es indudable, una sentencia recurrida pero legítima lo ha autorizado desautorizando el no inicial del ministerio del Interior, y España es un Estado de Derecho y en los Estados de Derecho las sentencias se acatan y se cumplen. Ni un pero por mi parte a tal estado de cosas, santo y bueno; en democracia alguien tiene que tener la última palabra para que se mantenga cierto orden, y ese árbitro son los Tribunales de Justicia así que, vaya lo uno por lo otro, las veces que discrepas e incluso que te indignas con determinadas sentencias por las veces que te inunda la sana sensación ciudadana de que se ha hecho justicia

   De las sentencias judiciales, como es sabido, lo que sí que se puede y yo creo cualquier demócrata consciente debe es discrepar, decir que no se está de acuerdo cuando no se está de acuerdo, y a eso me dispongo yo ahora en relación con la insólita manifestación de miles de Guardias Civiles que tuvo lugar el pasado sábado en Madrid. Con el mayor espíritu constructivo, desde luego, pero sin eufemismos: no me ha gustado ni esa manifestación ni la sentencia del TSJM que la ha permito contra el criterio, en mi modesta opinión mejor fundado en derecho, del Ministerio del Interior. La Guardia Civil no puede hacer sindicalismo, eso es lo que dice la ley; y quien no este de acuerdo, o cambia la ley o que no se meta a Guardia Civil

   No trato de negar con esto mi solidaridad absoluta con la deuda histórica ni los déficits estructurales del abandono en los que ha sumido a este Cuerpo su espíritu de sacrificio y esa disciplina que más que militar a mí me parece casi monacal que le imponen sus Estatutos;  tengo para contar y no parar sobre el particular, los he vivido en mi carnes, soy hija y nieta del Cuerpo. Tienen razones, pero no la razón, eso creo. Todo club tiene sus normas, y quien quiera ser "como la Policía" en derechos, conciliación, sueldo y horarios, simplemente, que se haga Policía en vez de Guardia Civil. Quien ingresa en el Cuerpo policial más prestigioso y querido por sus compatriotas de toda la UE, como es la Guardia Civil en España, no puede pretender ser otra cosa que Guardia Civil, con sus pros y sus contras. Y menos aun por los atajos del sistema como en el que en mi opinión ha abierto esta sentencia, en vez de por los cauces previstos al efecto. Si no puedes hacer sindicalismo porque perteneces a un Cuerpo militar, pues te aguantas. O te cambias de Cuerpo. Pero las leyes tenemos que cumplirlas todos, y más ellos, o nos cargamos el invento.