González y Aznar, dos 'jarrones chinos' que hablan mucho

El más reciente ejemplo es la irrupción de José María Aznar en esta precampaña de las elecciones municipales y autonómicas. El ex presidente del Gobierno y ex presidente del PP, como hizo también en las europeas y anteriormente en las generales, sigue siendo la ‘estrella’ de todos lo mítines a los que asiste, eclipsando al verdadero líder de su partido, Mariano Rajoy, al que él mismo designó a ‘dedo’. Y aunque en el PP lo niegan y aparentar estar ‘encantados’ con su presencia, lo cierto es que en Génova – al menos a un sector de la dirección nacional- incomoda bastante que Aznar se haya  empeñado de nuevo en ‘marcar el paso’ a Rajoy dando titulares a diestro y siniestro, ya sea sobre la intervención de la UE en Libia contra Gadafi, la solvencia de España en el exterior o incluso sobre la lucha antiterrorista, un delicado asunto que vuelve a enfrentar al PP y al PSOE. Porque una cosa es que hable y otra que nade contra corriente. El problema para Rajoy, en cambio, es que el ex presidente le deja fuera del foco, algo que sus  estrategas, que no andan muy acertados últimamente, parecen haber asumido como algo inevitable. El PSOE se 'frota las manos' Mientras tanto, a los socialistas, aunque pueda parecer paradójico -de hecho, lo es- con la reaparición de Aznar les está pasando un fenómeno ‘curioso’. Y es que, por un lado, sus declaraciones les indignan profundamente, pero, por otro, se frotan las manos con la creencia de que su mensaje “rancio y propio de la ‘derecha extrema” -en palabras de un dirigente socialista vasco- , va a lograr al final movilizar al electorado de izquierdas y dar un vuelco a las encuestas.  En el PSOE, según confesaron dirigentes a nuestro diario, están “encantados” con la ‘resurrección’ del ex presidente y con que vuelva a ‘marcar el paso’ a Rajoy porque de esta manera podrán seguir argumentando que el verdadero “programa oculto del PP”  es el que aquel está desgranando y no el candidato a la presidencia del Gobierno. Pues para ‘satisfacción’ del PSOE, tendrán Aznar para rato ya que el presidente de la Fundación FAES tiene por delante una agenda electoral repleta de aquí a los comicios del 22 de mayo, con nueve actos más en la campaña. Además del que celebró el pasado lunes en Estepona (Málaga), el martes 26 estará en Salamanca y el jueves 28  viajará hasta Zaragoza y Huesca. Ya en plena campaña – que comienza el 5 de mayo- hará dos visitas a Castilla-La Mancha, una a Toledo y otra a Guadalajara, dos de las provincias claves, junto a Ciudad Real para que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, pueda vencer al socialista José María Barreda. Aunque aún no hay una fecha cerrada, se espera que visite las tierras manchegas los días 6 y 14 de mayo. Y  en la última semana, Aznar participará en mítines en La Rioja, Madrid y Valladolid, los días 16, 17 y 19 de mayo. Felipe también hace 'de las suyas' También el líder del PSOE Felipe González es muy reclamado por los candidatos a estas elecciones municipales y autonómicas,  pese a que al ex presidente del Gobierno en muchas ocasiones se le ‘calienta la boca’ y la arma, al igual que Aznar, molestando enormemente con sus declaraciones a la nueva cúpula dirigente. Sin ir más lejos, hace unos días se manifestó en contra del proceso de primarias que con tanto orgullo ha anunciado Zapatero como fórmula para elegir a su sucesor al frente de la candidatura a la presidencia del Gobierno. González reprochó a su sucesor no haber “cerrado el melón” de manera rápida, el mismo día incluso que anunció su retirada en el Comité Federal del pasado de abril. Claro, que no es la primera vez que el ex secretario general del PSOE enmienda la plana  a su sucesor. González le ha lanzado en otras muchas ocasiones puyas por sus vaivenes a la hora de afrontar las medidas económicas o por la tardanza en reconocer la crisis. “El Gobierno podría hacer más por resolver la crisis”, aseguró ya hace un par de años en un acto en Cataluña. Tampoco ha ocultado su malestar por algunas decisiones de Zapatero en política internacional o por su empeño en no contar con la experiencia de muchos de los dirigentes de la  ‘vieja guardia’ que a él  le rodearon en su etapa al frente del Gobierno. Meter el dedo en el ojo, como se suele decir coloquialmente. Pero, aún con todo, a González en su partido se lo rifan, como también en ciertos feudos del PP a Aznar. El ex presidente socialista, por cierto, será uno de los invitados de honor en el homenaje que está preparando el PSE a los ex ministros vascos para celebrar  los 125 años de historia de aquel partido. Lea también: DCI: La resurrección de Aznar