Dos tercios más de terrazas en Barcelona pero mayor control del ruido nocturno

El Ayuntamiento de Barcelona ha concedido 1.465 nuevas autorizaciones para instalar terrazas en el espacio público, lo que representa un aumento del 62,7 por ciento respecto al año anterior. Además, el consistorio ha anunciado que iniciará campañas para reducir el ruido provocado por el ocio nocturno.    Así lo ha asegurado en declaraciones a los medios el tercer teniente de alcalde de Barcelona y responsable de Urbanismo, Infraestructuras, Vivienda y Medio Ambiente, Antoni Vives, que también ha explicado que, durante los siete primeros meses de 2011, se han denegado 564 peticiones de licencia porque no cumplían con la normativa vigente.    Estas nuevas autorizaciones, ha señalado, son una buena noticia porque implican el aumento de la actividad económica en la ciudad, mejoran la racionalización del espacio público y consiguen que se disminuya la actividad no regulada en plazas y calles, mediante unos "criterios claros" que ayudan a que el espacio público tenga un aspecto ordenado.    "Lo bueno de las terrazas es que tienen que cumplir con la normativa vigente, mientras que si no hay terrazas la gente se queda en la puerta haciendo ruido", ha explicado.    Vives ha dado a conocer datos sobre las quejas por ruido en las calles que, durante los primeros meses de 2011 se han mantenido estables, ya que se han recibido 12.379 llamadas de ciudadanos por molestias producidas por contaminación acústica, lo que representa un 2,4 por ciento menos que durante el mismo periodo del año anterior.    En cambio, se ha percibido un aumento del 7,1 por ciento del número de denuncias, ya que la Guàrdia Urbana ha interpuesto 2.100 denuncias relacionadas por el ruido por conceptos como perturbar el descanso de los vecinos, ruidos nocturnos por actividades en la vía pública, así como cantos, gritos y ruido en establecimientos.    Estas denuncias, ha matizado Vives, provienen de situaciones límites en las que los habitantes de una calle no soportan más la situación, y en las que el Ayuntamiento "debe ponerse de lado de los vecinos" para paliar el incivismo. MIMOS CONTRA EL RUIDO    Para paliar estas situaciones donde el descanso de los vecinos entra en conflicto con el ocio, el consistorio ha decidido poner en marcha una campaña de concienciación, en la que promotores ambientales, actores y mimos recorren las calles para que la gente entienda "que no hace falta chillar".    Según Vives, tanto los barceloneses como los turistas disfrutan, cada vez más, de las terrazas, más por un cambio de hábitos que por la aprobación de la ley anti-tabaco, que impide fumar en los locales de ocio e impulsa a los fumadores a salir a la calle.    Para el responsable de Urbanismo y Medio Ambiente, otras situaciones potencialmente conflictivas, como las fiestas de Gràcia --que se celebrarán la semana que viene y que suelen estar vinculadas a polémicas por el ruido--, no suponen un problema grave de convivencia.    "Todas las fiestas mayores, ya sean las de Gràcia o las de Sants, están relacionadas con la actividad en las calles, y en eso no nos podemos meter. Lo que tenemos que hacer es tener un control para que los horarios se cumplan", ha dicho.