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Dos mil ONCE: el año de los ciegos

lunes 03 de enero de 2011, 11:06h
Imagino que el 11 de noviembre de este año que acaba de comenzar, que además cae en viernes, la Organización Nacional de Ciegos Españoles hará un sorteo extraordinario para celebrar por triplicado sus siglas, ya saben. once del once del once. Y es que acabamos de  entrar en un año bastante rarito, por denominarle de alguna forma. No sé pero a mí me da que van a suceder bastantes cosas difíciles de explicar. De momento, ya lo han visto, Álvarez Cascos (¿o ha sido el propio Rajoy?) le ha proporcionado un respiro al PSOE que veía cómo los sondeos aumentaban, lenta pero inexorablemente las distancias con el PP en todas las comunidades españolas. Uno se pregunta si estas meteduras de pata a las que los populares nos tienen ultimamente tan acostumbrados no son sino errores de principiante de unos dirigentes que no saben medir los tiempos políticos y que se creen por encima de los presuntos votantes. Lo extraño del caso es que, con decisiones y "movidas" de este jaez, las encuestas les sigan dando la victoria en las elecciones. Eso sólo da una idea de lo hartos que estamos los españoles de Zapatero y Cia. Lo cierto es que como la "cascada" no se detenga a tiempo, Rajoy y los suyos van a ser pasto de algunos medios de comunicación del régimen que están ávidos de carne fresca con la que cebarse. Desde luego, se lo merecen por torpes.

Por lo demás, todo sigue más o menos igual que en el último trimestre de 2010, bueno, igual no, un poco mas caro. Lo que sí continúan son los ya habituales "macguffins" de Zapatero con los que suele desviar la atención de lo verdaderamente importante El primero de este 2011 ha sido lo del tabaco y ¡vaya si lo han aprovechado! Nadie habla de la supersubida de la electricidad, del gas, de correos y de los trenes, ahora nadie se acuerda del pensionazo, de los casi cinco millones de parados, de la desaparición de los 420 euros a los parados de larga duración ni del recorte de sueldos de los funcionarios. Todo gira en torno a la prohibición del tabaco en bares, restaurantes y lugares cerrados. No quiero entrar en la polémica, doctores tiene la Iglesia y que debatan ellos que cobran de las tertulias. Yo, fumador habitual, tengo la suerte de vivir en Sevilla donde durante casi nueves meses al año funcionan las terrazas al aire libre con lo que lo de no poder fumar en lugares cerrados (algo con lo que estoy totalmente de acuerdo) no me preocupa lo más mínimo, al contrario, tras la subida del Ducados me parece estupendo que en lugar de fumarme veinte, rebaje a diez mi ración diaria de cigarrillos. A ver si ese ahorro me sirve al menos para pagarle la subida mensual a Sevillana-Endesa.

Ahora, nada más pasar el Día de Reyes, volveremos a la aburrida normalidad de un país sumido en la monotonía y la mediocridad. Los primeros en tomar la palabra serán los dirigentes de UGT y CC.OO. Los sindicatos retomarán sus amenazas de huelga general para mediados de febrero por lo de la jubilación a los 67 años que quiere imponer Zapatero y, Mendez y Toxo, Toxo y Méndez (tanto monta monta tanto), volverán a esgrimir una serie de reivindicaciones laborales que la mayoría de los españoles, hartos de coles sindicales, de mentiras y de fraudes institucionalizados, ve pasar ante sí como si contemplara en una pantalla de cine en 3-D "Lo que el viento se llevó". Sólo faltará que Zapatero encarne a Rhett Butler en lugar de Clark Gable diciéndoles aquello tan famoso de "sinceramente, queridos, me importa un bledo" o a Toxo y Méndez disfrazados de Escarlata O`Hara en el lugar de Vivien Leigh poniendo a Dios por testigo de que "nunca más volverán a pasar hambre".

Y sólo dos meses después ya estaremos en la precampaña de las elecciones municipales. Pero esa es otra historia que merece no uno sino varios artículos en exclusiva. Feliz 2011 y que les toque la lotería de "El Niño" o que en este año de la ONCE el cuponazo les sea rentable. Y es que a falta de pan...


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