28-F: Tiempo de encuestas

En esta semana y el comienzo de la que viene, todos los medios de comunicación andaluces publicarán sus ya habituales sondeos de opinión con motivo del 28-F, Día de Andalucía. Les adelanto ya que la gran mayoría, yo diría que casi todos, incluidos los de los medios "de la cuerda socialista", colocarán al PP con mayoría absoluta o, en el peor de los casos, rozándola. Hace un año cualquiera que hiciera pública una encuesta con estos resultados se arriesgaba a que le llamaran "manipulador" y que fuera tildado de "loco". La frase: "El PP no ganará nunca unas elecciones en Andalucía", tantas veces repetida, era valor de ley, una especie de acto de fe que se ha venido repitiendo, legislatura tras legislatura, desde hace treinta años. Ni los más optimistas del PP soñaban con los resultados que en estos momentos les conceden todos los sondeos, incluidos los que paga la propia Junta de Andalucía. A lo sumo aspiraban a arrebatarle al PSOE la mayoría absoluta y lograr quedarse a menos de cinco escaños de los socialistas.

Pero, lo que son las cosas de la crisis, y del desastre de Zapatero y de Griñán. El PSOE obtuvo en las últimas elecciones andaluzas de 2008, 56 escaños del total de los 109 que tiene el Parlamento autonómico, el PP se quedó a nueve escaños, consiguiendo, 47, Izquierda Unida sacó 6 y el Partido Andalucista se quedó por primera vez fuera de la Cámara. En menos de tres años, la tortilla ha dado la vuelta. De hecho, desde finales de 2009 las encuestas están dando como ganador de las próximas elecciones autonómicas al PP. Dicen los expertos que los sondeos son meros indicadores de tendencias y, si es así, parece claro que la tendencia dominante es que los populares van paulatinamente ampliando la distancia con el PSOE. De continuar las cosas tan mal como hasta ahora (Dios no lo quiera) y de seguir surgiendo escándalos como el de los eres fraudulentos, cuando llegue la hora de acudir a las urnas, allá por marzo de 2012 si a Zapatero no se le ocurre adelantar las generales al próximo invierno, Arenas y los suyos no sólo sacarán mayoría absoluta sino que pueden hasta batir todos los récords. Sobre todo si a Zapatero se le antoja hacer campaña en Andalucía para ayudarle al compañero Pepe Griñán.

Sí, ya lo sé, el PSOE tiene una amplia base de incondicionales que se llaman a sí mismos progresistas porque son los únicos que en estos momentos progresan cuando al resto no nos llega la camisa al cuerpo, que en Andalucía suponen aproximadamente casi el treinta por ciento del electorado (¿verdad, amigos Juan y Barry?). Pase lo que pase, lleguemos o no a los dos millones de parados y a la ruina total, ellos seguirán fieles a la causa porque les va en ello su futuro y el de sus hijos. Que se lo pregunten, si no, a los "pobres trabajadores" que han cobrado miles de euros por falsos expedientes de regulación de empleo en empresas en las que no habían pisado en su vida. El caso es que también muchos de esos miembros de la fiel infantería socialista han visto como sus magníficos y adorados dirigentes les han reducido el salario, les han congelado las pensiones y los han dejado en el paro mientras observan, indignados, cómo sus alcaldes, sus diputados, sus consejeros, su presidente, que les estrechan calurosamente las manos en los mítines y les dan amistosos abrazos, siguen en sus lujosos coches oficiales con chófer y guardaespaldas sin renunciar a ninguna de las excesivas prebendas del poder.

Dice el dicho que "en tiempos de crisis no hay que hacer mudanza". Yo digo que las mudanzas son a veces más que necesarias cuando la vivienda ha sufrido el desgaste de su demasiado tiempo de uso. Y treinta años ininterrumpidos no sólo de uso sino de abuso del solar andaluz son muchos años. Yo diría que demasiados. Conviene, pues, un cambio de aires que nos vendrá bien a todos.