La 'otra cara' del debate sobre la guerra en Libia

"No a la guerra"... desde la tribuna de invitados Esta vez no fueron  los ‘artistas de la ceja’, como se bautizó al grupo de actores que se aliaron con Zapatero para oponerse a la intervención de España en la guerra de Irak. Esta vez las protestas provinieron de un pequeño grupo de ciudadanos que acudieron al debate sobre nuestra participación en la guerra de Libia y que se sentaron en la tribuna de invitados del Congreso. En sus solapas, la misma pegatina que lució un solitario Gaspar Llamazares, al que brindaron unos tímidos aplausos, los únicos que escuchó el líder de IU porque el resto del hemiciclo permaneció mudo tras su contundente réplica al presidente del Gobierno criticando su viraje 'belicista'. Al finalizar el debate, y una vez conocido el resultado de las votaciones, el grupo comenzó a gritar “no a la guerra”, motivo por el que fueron desalojados a toda prisa por los ujieres sin que al presidente del Congreso, José Bono, le diera tiempo siquiera a ordenarlo. Zapatero dice que debemos "proteger a un pueblo de la amenaza que representa" Gadafi La cúpula militar asistió al pleno sobre Libia Mucha expectación ha despertado entre los militares el debate que este martes se celebra en el Congreso en el que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, comparece para pedir el apoyo de los grupos parlamentarios para la participación de las fuerzas armadas españolas en la guerra contra Libia. Al pleno asisten el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general José Julio Rodríguez, al que acompañan numerosos miembros de la cúpula militar del ministerio de Defensa que se sentaron en la tribuna de invitados. La titular de este departamento, por cierto, Carmen Chacón, logró atraer el foco mediático a su llegada a la Cámara. Pero del lío que tiene el PSOE a cuenta de la sucesión de Zapatero, ni ‘pío’. Una abstención y una destacada ausencia   El resultado de la votación del pleno sobre la intervención de España en la guerra contra Gadafi no deparó sorpresas en su conjunto. Ganó el 'si' abrumadoramente. Pero hubo una abstención que no pasó, evidentemente, desapercibida: la del diputado del PP por Cádiz, Aurelio Sánchez Ramos, quien, bien sea por despiste o premeditadamente, se desmarcó del apoyo generalizado que dio el grupo de Mariano Rajoy a Zapatero. Pero también destacó una notable ausencia, la de José Blanco. El ministro de Fomento no estuvo presente en las votaciones, por razones que se desconocen. ¿Cuestión de agenda? El mal trago de Buenaventura (IC)   Si algo ha causado sorpresa en el pleno del Congreso sobre la intervención de España en Libia ha sido  la postura de la diputada de IC, Nuria Buenaventura, aliada del portavoz de IU, Gaspar Llamazares, que dejó claro desde el primer minuto su rotunda oposición a la guerra contra Gadafi. La diputada,  en un primer momento, quiso también desmarcarse de la decisión del presidente del Gobierno. De hecho, así lo anunció en vísperas del debate y de la comparenecia de Zapatero. Pero la dirección de Iniciativa per Catalunya la dejó totalmente 'descolocada' cuando desde Barcelona tomó la decisión de apoyar la intervención aunque "de forma crítica",  denunciado la "hipocresía y la doble moral" demostrada por España y por el resto de los  aliados que han vendido armas a Gadafi.   Buenaventura tuvo que cambiar de discurso y aceptar la postura de su partido. Pero lo que no ha podido disimular ha sido la notable incomodidad que le ha supuesto defender algo que iba contra sus principios. Claro que tampoco se ha entendido mucho que ERC en esta ocasión no se haya opuesto también a la guerra.