www.diariocritico.com

Mitos y realidades de la Renta Básica Universal: el debate ha comenzado

Mitos y realidades de la Renta Básica Universal: el debate ha comenzado
Ampliar
lunes 06 de marzo de 2017, 17:19h
El Foro Económico Mundial, conocido como Foro de Davos, estima que para 2020 desaparecerán 5 millones de empleos en todo el mundo, que además son puestos cualificados, cuadros intermedios o empleos de 'cuello blanco'. Desde la CEOE ya reconocen que un descenso masivo del paro, sólo será posible mediante la creación de empleos de baja calidad. La automatización y robotización nos conducen a un panorama marcado por la falta de empleo y la precariedad como seña de identidad. Sin embargo, más allá de las promesas electoralistas, las lecturas incompletas de las Encuestas de Población Activa (EPA) y las medidas cortoplacistas, no se escuchan propuestas para afrontar este cambio de modelo social. Aunque la idea se remonta siglos atrás, cada vez son más las voces, en ámbitos empresariales y políticos, que apuestan por instaurar la Renta Básica Universal (RBU) para acabar con la pobreza.

“Sin la renta básica universal, el mundo ya es una catástrofe, con lo cual, el resto de soluciones que se han planteado para acabar con la pobreza, tampoco deben ser muy buenas. No sólo no se ha acabado con la pobreza sino que se ha producido el efecto de trabajadores pobres, que es algo perverso”. Esta es la idea que desarrolla el escritor José Antonio (Cive) Pérez, en el libro ‘Renta Básica Universal. La peor de las soluciones a excepción de las demás’. El autor reconoce que esta propuesta “no es la panacea, sino una idea mejor que todo lo conocido hasta ahora porque aspira a eliminar la pobreza por una regla muy sencilla: si todo el mundo recibe un ingreso que esté un céntimo por encima del umbral de pobreza, automáticamente dejamos de ser pobres”.

Teniendo en cuenta los azotes de la crisis económica y las desalentadoras predicciones de los expertos, surge en primer lugar una pregunta: Si nos encaminamos a una pérdida de empleos sin retorno y sólo se crean empleos de baja calidad, ¿cómo se sostendrá el Estado del Bienestar? ¿Cómo vamos a vivir? El debate de sobre la Renta Básica Universal se remonta a tiempos de Thomas Paine, pensador y activista que planteó un impuesto sobre los recursos que son comunes a todo el mundo, como la tierra. “Hoy no sería la tierra pero, por ejemplo, cuando una multinacional contamina la atmósfera, está contaminando una atmósfera que también es un poquito mía. Cuando una empresa invierte en robotización, me quita la que se consideraba la forma de salir de la pobreza, que era el trabajo. Entonces, en un país que indemniza a los bancos y rescata autopistas, y dado el inmenso latrocinio y los estragos de la crisis, ofrecer una renta básica universal sería la forma de indemnizar a los ciudadanos”, explica Cive Pérez.

¿Qué propone la Renta Básica para superar los estados actuales de precariedad? Cive Pérez destaca “dos puntos cruciales: universalidad e incondicionalidad. El principio de universalidad se refiere a que esta renta sería percibida por todas las personas dentro de un universo dado, por ejemplo, todos los adultos con derecho. La renta sería así un ingreso que los ciudadanos reciben por el mero hecho de serlo, y eso ya tiene detrás una profunda fundamentación. La incondicionalidad alude a la inexistencia de requisitos para recibir esta renta. Mientras las ayudas y subsidios actuales están sujetos a condiciones, es decir, primero tienen que definirte o demostrar que eres pobre, algo que hoy no debería ser necesario porque supone una indignidad y esconde el requisito de desnudarse ante la administración. Además, al tratarse de ayudas condicionadas, se confiere un poder o dominio a la Administración sobre el ciudadano. Automáticamente surge la sospecha de este me está engañando, e incluso se podría prestar a que le engañara. Si ponemos una fuente pública en la Gran Vía, podrá beber quien quiera sin condiciones, y ese sería el principio de la incondicionalidad”.

Cive Pérez insiste en que “la renta básica no es una ayuda sino un ingreso, que es muy distinto. Una ayuda supone que alguien está imposibilitado para hacer algo y necesita ser ayudado, mientras que la RBU es un ingreso, una renta a los ciudadanos”.

Ante la implantación de la RBU surgen críticas, a izquierda y derecha, que van desde las dudas sobre su financiación, hasta posibles efectos llamada, la expansión de la vagancia o el uso que los ciudadanos hagan de este ingreso.

¿Es viable una Renta Básica en España?

Uno de los argumentos más utilizados entre los detractores de la propuesta es precisamente su modo de financiación, y es que suele decirse aquello de que tal y como está el país, no se podría hacer frente a un ingreso que recibirían todos los ciudadanos sin excepción. “Estudios, como el realizado por Juan Gimeno Ullastres, catedrático de la (UNED) o los investigadores de la Red de Renta Básica, —Jordi Arcarons, Antoni Domènech, Daniel Raventós y Lluís Torrens— demuestran que es perfectamente viable financiar una RBU en España. En cualquier caso, esto implicaría una profunda reforma fiscal a través de la cual los ingresos del Estado se nutrieran no sólo de los impuestos que pagamos trabajadores y consumidores, sino también las rentas del capital y de las grandes empresas. Solo cogiendo una muestra del IRPF han visto que es viable, y han tomado en cuenta el IRPF porque es el único dato al que tenían acceso, pero la única fuente del estado de las arcas públicas no debe ser el IRPF, no deberían ser solo las rentas del trabajo sino también las rentas del capital. La renta básica, o la sanidad o cualquier medida social necesita una financiación y esa financiación pasa por una profunda reforma fiscal, en la que paguemos todos”. Y no sólo eso, sino que los ricos de Davos ya hablan de la renta básica, y es que en el foro de 2015, ya manejaron un informe hecho en la Universidad de Oxford que cuantifica los efectos de la automatización a corto plazo.

¿Y el ‘efecto llamada’? “En Alaska hay renta básica, ¿hay noticia de que hayan puesto francotiradores en las fronteras para evitar ser invadidos? Lo que dijo respecto a la RBU José Carlos Díez, el gurú económico del PSOE, es el típico ejercicio soberbia intelectual. Esta soberbia intelectual es la que ha traído a ‘Donald Trump y cía’. Gracias a la inacción y la soberbia, se conduce a amplios sectores de la sociedad a un estado tal de desesperación que votarían a los marcianos. También podrían producirse migraciones a Finlandia, que está haciendo un experimento limitado con la renta básica, pero por el momento no hemos oído nada. Mientras los mortales andamos debatiendo si esto aumentaría la vagancia o no, los ricos son mucho más prácticos y van a los números, y esas élites reunidas en Davos, ya hablan de su viabilidad.

¿Nos volveremos más vagos? “El pensar que la gente se dedicaría a la vagancia es algo que no concuerda con nuestras nociones antropológicas. Si alguien se asoma a una manada de monos, verá que no están quietos, y de la misma forma, los humanos podríamos hacer otras mil cosas. No estoy diciendo que no se deba trabajar ni nada por estilo, sino que simplemente, las condiciones de inferioridad del trabajador ante el empleador, desaparecen. Yo ya he comido, ahora negociemos si quieres que trabaje para ti”.

Las críticas a la renta básica universal no sólo llegan desde la derecha, y es que recientemente, el asesor del área de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Eduardo Garzón, expuso una serie de reflexiones sobre los “posibles efectos desfavorables” de esta propuesta.

Garzón comienza su artículo desmintiendo algunas de las principales críticas que provienen “de la derecha ideológica”. “Está suficientemente demostrado que hay capacidad de sobra para financiar la medida; las personas que no reciben un salario están en esa situación porque no encuentran un empleo y no porque no quieran trabajar (amén de que sí suelen realizar muchos trabajos, pero no remunerados); y el efecto llamada no sólo es fácilmente controlable administrativamente sino que además no hay evidencia de que se haya producido en experiencias relativamente similares”.

Sin embargo, a continuación expone 6 críticas a la RBU: que se canaliza a través del mercado capitalista (a diferencia de lo que ocurre con las prestaciones como educación y sanidad); que otorga libertad y derechos pero no compromisos; puede provocar tensiones inflacionistas; puede suponer una subvención a empresas; en la práctica no es una renta incondicional; su coste administrativo y financiero es superior a cualquier Renta Mínima bien gestionada.

Para Cive Pérez, “estas críticas están fuera de lugar” y considera que el hermano de Alberto Garzón “ha perdido el norte al hacer una crítica de este tipo”. En su opinión, “si a quien recibe un salario, no se le exige que declare en qué se lo gasta, ¿por qué hay que pedir una justificación o un compromiso a quién recibe la RBU? Es que la Renta Básica es un ingreso de dignidad, y esa reflexión de Garzón no debería venir desde una izquierda liberadora y emancipadora. Lo que plantea Garzón es una idea más propia de una caza de brujas”.

“Cuando Garzón dice que se puede entender la RBU como una subvención a empresas, está diciendo algo que ya ocurre con los subsidios de desempleo. Ahora se produce la llamada trampa del desempleo porque si soy un parado y estoy recibiendo una ayuda que no llega al mínimo vital, se me plantean dos alternativas: trabajar para completar ese ingreso, pero me lo quitarían, o me veo obligado a trabajar en negro, y ahí está la trampa del desempleo. De esta trampa ya se aprovechan los empresarios. Sin embargo, si yo tengo un ingreso como un derecho, se acaba esa picaresca española. Si recibo una renta que me permite vivir, yo decido si quiero trabajar para poder comprarme, por ejemplo, una moto o un coche. Con la RBU yo soy libre de negociar con el empresario las condiciones sin estar en posición de inferioridad o necesidad porque ya he comido. Por eso digo que donde hay aprovechamiento es con los subsidios actuales”.

Cive Pérez insiste en la necesidad de una RBU frente a las promesas de creación de empleos y ese mantra de la ‘empleabilidad plena’. “Quien crea esto, está creyendo en cuentos de la lechera, porque el concepto de trabajo garantizado existió una vez, en 1848 en los ‘Ateliers Nationaux’ (talleres nacionales), pero es algo del pasado, no del tiempo de la robotización. Ahora el único empleo que se crea es precario”.

Para este autor, “llevamos mucho tiempo inventando ingenios que economizan trabajo y esfuerzo, por lo que deberíamos apropiarnos y beneficiarnos de este éxito humano”. Pérez explica esta idea mediante la paradoja del paraíso: “Cualquier persona corriente se alegra al descubrir que se ha inventado un nuevo artilugio que evitar alguna tarea mecánica. En el mundo rico, las viviendas están provistas de electrodomésticos que aspiran el polvo, lavan la vajilla, efectúan la colada, baten o trituran alimentos. Accedemos a los distintos niveles de los edificios y del transporte subterráneo mediante ascensores y escaleras mecánicas. Y aunque las máquinas no encierren el secreto de la felicidad, no se puede negar que la mayoría de la gente se siente razonablemente satisfecha al disfrutar de tales comodidades. Una satisfacción comparable a la que debieron experimentar muchas mujeres de la Antigüedad al verse liberadas de la penosa molienda a mano del cereal gracias a los primeros molinos accionados por agua, que hicieron su aparición en el siglo I a.C. Un avance tecnológico que saludó gozoso el poeta Antipater de Tesalónica”.

Sobre la idea de sacar provecho de la robotización, cada vez hay más voces, como la del fundador de Microsoft, Bill Gates, que apuestan porque los robots tributen por realizar el trabajo que hasta ahora hacían los humanos, ya que sería una opción para mantener los sistemas actuales.

Las propuestas de Podemos, Ciudadanos y el PSOE

En cuanto a los planteamientos de los partidos políticos, Podemos, en sus inicios, abogaba por la RBU, aunque esta idea se ha ido diluyendo una renta garantizada en función de criterios de ingresos. En cuanto al PSOE, el planteamiento se centra en una renta mínima vital, mientras que Ciudadanos apuesta por la renta complementaria para ayudar a los trabajadores precarios.

“El PSOE en su programa lleva el ingreso mínimo vital que es volver a intentar lo que ya estaba fracasando. Este ingreso mínimo vital llegaría a unas 700.000 familias, que estimaban que no tendrían ingresos. Yo no me opongo a estas medidas porque hay gente que necesita esos ingresos, pero ahora se está planteando hacernos pobres por decreto porque el umbral de la pobreza está en 600 euros, y tanto el PSOE como los sindicatos defienden una renta de 426 euros. Además, esta propuesta está condenada al fracaso porque suponiendo que hay 700.000 familias sin ningún ingreso, y que el Gobierno articula el ingreso mínimo vital, primero tiene que montar una red de oficinas para que la gente lo solicite. No sé cuántos expedientes resuelve un funcionario al día, pero en el mejor de los casos, podrían tardar un año en resolver esos expedientes, y mientras ¿qué hace la gente que no tiene ningún ingreso? Es una medida que si llega, llega tarde. La renta básica es una prestación ‘ex ante’, es decir, que recibo antes de ser pobre o para no llegar a serlo, mientras que el ingreso mínimo vital tiene carácter ‘ex post’, es decir, un auxilio cuando estoy hundido en la miseria. Si me auxiliaran bien y llegara la ayuda a todos, lo podría admitir, pero es que no es así”.

“Aunque haya quien se sorprenda, la propuesta de Ciudadanos, también la lleva Podemos en su programa, y es una práctica demencial porque me obligan a trabajar en precario, no es un ingreso que recibo si soy pobre, sino que me lo dan por ser un trabajador pobre. Eso sí que es una subvención al empresariado, y no lo que dice Garzón. De hecho, no es sólo una subvención sino que es un aumento de poder para el empresario, que sabe que necesito trabajar y tendré que aceptar las condiciones que me impongan”.

Cive Pérez critica el “popurrí” de Podemos respecto a estas medidas. “Lo que propone Podemos ahora, que ya se ha apeado de la renta básica, es algo muy similar a lo que existe en el País Vasco con la Renta de Garantía de Ingresos. Esto es que, quien recibe cualquier prestación como los 426 euros del subsidio por desempleo, el gobierno vasco la complementa hasta llegar al 88% del SMI”.

“Es hora de que surjan voces valientes”

Cive Pérez se muestra escéptico ante la posibilidad de que se abra un debate serio en el Parlamento respecto a la RBU. También descarta que los resultados del experimento que se ha iniciado en Finlandia puedan servir de ejemplo en nuestro país, y considera que “quizás cuando la renta básica se implante en toda Europa, nosotros empezaremos a hablar de ello”.

Este escritor recuerda como anécdota que esta propuesta ya se debatió en nuestro Parlamento, y llegó a ser tildada de “Invento del diablo”. “La renta básica, se debatió de tapadillo una vez en el Parlamento español, curiosamente la presentó IU con ICV, que leyeron la propuesta, pero tampoco tuvo más recorrido. Recuerdo que se dijeron locuras en el Congreso, como que era un invento del diablo”.

Para Cive Pérez, “es hora de que surjan voces valientes, capaces de salir de la zona de confort ideológica y declarar algunas verdades ante la opinión pública. Una de ellas es que el empleo, tal como lo hemos conocido en las sociedades desarrolladas, no volverá a desempeñar el mismo papel que tuvo hasta hace una década, ya que caminamos hacia un modelo de sociedad donde sólo habrá empleo de calidad para el 20% de la población”.

Este autor cree que es necesaria “una labor pedagógica para trasladar esta idea a las clases populares. Desde movimientos como Attac podemos dar cierta difusión, pero creo que los partidos progresistas tienen la obligación ética y moral de defender la RBU, sabiendo lo que se avecina. La gente tiene que entender que la crisis ha sido una estafa y debemos aprender que la desaparición del empleo es una fase del desarrollo de la humanidad, pero no es ninguna catástrofe, sino que debería ser lo contrario, algo liberador”.

- Renta mínima garantizada: diferencias entre las promesas electorales ¿quién da más?

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
1 comentarios