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Clinton vuelve a sacar 5 puntos a Trump en la penúltima encuesta de una campaña agónica
(Foto: Ep)

Clinton vuelve a sacar 5 puntos a Trump en la penúltima encuesta de una campaña agónica

domingo 06 de noviembre de 2016, 11:08h

La candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, mantiene una ventaja de cinco puntos sobre su rival republicano Donald Trump según indica la última encuesta realizada por Washington Post-ABC y que ha sido publicada este domingo. Este último sondeo muestra que un 48 por ciento de los sufragios irán a parar a Clinton, mientras que Trump recabaría un 43 por ciento de los votos, lo que supone una leve ventaja para la demócrata con respecto al mismo muestreo demoscópico del pasado viernes que situaba la ventaja en cuatro puntos, un 47 por ciento de Clinton frente a un 43 por ciento de Trump.

No obstante, la encuesta muestra que la candidata demócrata cuenta con un apoyo positivo de un 55 por ciento en comparación de un 43 por ciento del magnate, ya que muchos votantes del republicano dicen respaldarle "en oposición a Clinton".

Hillary Clinton lo ha sido casi todo en la política estadounidense: desde un cargo simbólico aunque oficial como el de primera dama, hasta jefa de la diplomacia estadounidense. Ahora está a las puertas de hacer historia y convertirse en la primera mujer presidenta en Estados Unidos y romper así el último "techo de cristal" de las mujeres en su país.

"Podría haberme quedado en casa haciendo galletas y tomando el té, pero decidí realizarme con mi profesión, en la que estaba antes de que mi marido fuera una figura pública", reivindicaba en 1992, al poco de llegar a la Casa Blanca como esposa de Bill Clinton.

Cuando el 12 de abril de 2015 anunció su candidatura a las primarias demócratas, fueron muchos los que dieron por hecho que sería la ganadora y que terminaría imponiéndose en las elecciones. También lo había sido en 2008, cuando fue derrotada por Barack Obama, que se convirtió a la postre en el primer presidente afroamericano de Estados Unidos.

En esta ocasión, la piedra en su camino fue el senador Bernie Sanders, un declarado socialista con gran gancho entre los más jóvenes que luchó hasta prácticamente el final de las primarias para alzarse con la candidatura demócrata.

Pero finalmente, el 26 de julio, Clinton dejó su primera huella en la historia política en el país. "No me puedo creer que acabemos de poner la mayor grieta en el 'techo de cristal'", declaró nada más se proclamada durante la Convención Nacional Demócrata, mientras en una pantalla se podía ver un enorme cristal rompiéndose en mil pedazos tras pasar las fotos de varios expresidentes.

A partir de este momento comenzó la verdadera batalla con su rival, el republicano Donald Trump, que no ha ahorrado en calificativos despectivos hacia ella, acusándola de corrupta y poniendo en tela de jucio su estado de salud --algo a lo que contribuyó el episodio de neumonía que provocó un desmayo a Clinton durante los actos del 11-S--.

Aún así, con subidas y bajadas, los sondeos le eran favorables, dándole una cómoda ventaja que su rival se encargaba de agrandar con sus constantes exabruptos y sus polémicas. Sin embargo, y aunque los sondeos la dieron como ganadora de los tres cara a cara mantenidos, no remató cuando tuvo ocasión a Trump, que llegó al segundo debate tocado por el escándalo de su vídeo con comentarios despectivos y obscenos hacia las mujeres.

Si algo se le ha reprochado a Clinton ha sido su falta de carisma y su incapacidad para empatizar con los ciudadanos, lo que la han convertido en una candidata poco atractiva incluso para los votantes demócratas y vilipendiada por los republicanos, que consideran que forma parte del 'establishment' de Washington, frente al 'outsider' Trump, virgen en materia política hasta la fecha.

Un adversario inesperado

"Señoras y señores, me presento para ser presidente de Estados Unidos y vamos a hacer que nuestro país vuelva a ser grande de nuevo". Con estas palabras, el 16 de junio de 2015 el magnate Donald Trump daba un paso adelante y anunciaba que quería ser el candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca.

El anuncio no fue una sorpresa, ya que el multimillonario había acariciado y barajado la posibilidad de ser presidente en anteriores elecciones, sin embargo fueron pocos los que creyeron entonces de que tenía posibilidades reales de hacerse con la candidatura, ya que había otros rivales con experiencia política que parecían tener un perfil más adecuado.

Así, el mismo día del anuncio, el 'New York Times' ya afirmaba que era "improbable" que se alzara con la victoria en las primarias republicanas y consideraba como una "perspectiva remota" que el partido pudiera elegir a "un magnate inmobiliario que ha publicado libros con títulos como 'Piensa como un multimillonario' y 'El toque de Midas: por qué algunos empresarios se hacen ricos y la mayoría no'".

Para muchos, Trump no era más que un rico empresario conocido entre los ciudadanos por su 'reality show' en la cadena NBC 'El aprendiz', sin ningún tipo de experiencia en cargos políticos de ningún rango y que, por tanto, no tenía nada que hacer frente a rivales como el exgobernador de Florida Jeb Bush o los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, entre otros.

Sin embargo, a golpe de declaraciones no siempre políticamente correctas y con su omnipresencia en los medios de comunicación, Trump logró pronto situarse en cabeza en las encuestas frente a sus rivales, sellando además buenas intervenciones en los distintos debates televisivos entre ellos.

Lo cierto es que Trump se ha convertido en un candidato capaz de generar admiración y animadversión a partes iguales, a golpe de titulares en los mismos medios que no ha dudado en criticar. Sus comentarios racistas hacia los mexicanos y los hispanos han generado malestar entre esta comunidad, y también en el país vecino, que rechaza de plano su propuesta de construir un muro fronterizo y que México pague la factura.

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