Estudiantes llegó a encajar un 21-3
Paliza histórica del Real Madrid a una 'demencia' que no es ni sombra de lo que fue (92-66)
domingo 29 de marzo de 2015, 23:17h
Un Real Madrid serio y solvente sumó una nueva victoria, la vigésimo primera en Liga, ante un Movistar Estudiantes que se dejó toda la pólvora en un gran primer cuarto y se vio muy superado en los tres siguientes por un rival que no acusó el cansancio tras el partido del viernes ante el Maccabi.
Los
blancos se vengaron así de la derrota a manos estudiantiles de la
primera vuelta y para ello se aprovecharon el estado de gracia de su
capitán, Felipe Reyes (15 puntos) y de un Sergio Rodríguez que supo
romper el partido en el segundo cuarto, cuando su equipo más lo
necesitaba, y acabó como máximo anotador con 16 puntos. Desde el
pitido inicial, los estudiantiles salieron lanzados a por su rival, con
acciones rápidas, alta efectividad desde el perímetro y las ideas muy
claras en ambas zonas, lo que le dio la iniciativa en el marcador
durante un primer cuarto para enmarcar que dominaron por 27-20 con Nacho
Martín (8) como máximo anotador.
Enfrente, Felipe Reyes, con
ocho puntos, volvía a ser un día más quien más aportaba al juego de un
equipo en el que cuatro de sus compañeros acabaron los diez primeros
minutos con valoraciones negativas.Los colegiales mantuvieron
las ventajas en los primeros minutos del segundo acto hasta que, con un
23-31 a su favor en el minuto 13, el decorado cambió drásticamente
cuando emergió un excelso Sergio Rodríguez que dirigió, asistió, anotó
diez puntos en otros tantos minutos e imprimió al juego la velocidad que
necesitaba para darle la vuelta a la situación.
Un brutal
parcial a favor de los blancos de 21-3 en seis minutos les dio diez
puntos de ventaja (44-34, min.19) y logró descolocar a un Estudiantes
muy distinto al del arranque, arrollado por su rival y que pasó de
anotar 27 puntos en el primer cuarto a los diez del segundo, en el que
solo encestó uno de los nueve triples que intentó.
Con la ventaja
al descanso para los de Pablo Laso (44-37) y diez minutos para cada
equipo, quedaba por ver cómo se desarrollarían los dos últimos cuartos,
aunque para entonces el Madrid estaba lanzado y el Estudiantes demasiado
tocado y sin argumentos.
Así, el tercer acto solo sirvió para
que los blancos incrementaran paulatinamente las ventajas hasta la
máxima de 22 puntos con los que se llegó al final del mismo. El
Estudiantes se quedó otra vez en once puntos, con la sensación de tener
el freno de mano echado y sin opción alguna de cara a los últimos diez
minutos. El último cuarto solo sirvió para el lucimiento y para
repartir minutos entre los menos habituales de un Madrid más cargado de
partidos y para confirmar que no era el día de un Estudiantes que solo
resistió un cuarto y hoy no pudo cumplir su papel de "matagigantes".