La semana pasada la OCDE publicó su informe semestral de perspectivas económicas en las que rebajaba las previsiones de crecimiento mundial para el 2014 hasta el 3,4% desde el 3,6% anunciado en noviembre. Ayer, coincidiendo con la publicación de su índice de actividad, alertaba del deterioro de las perspectivas de crecimiento que se están registrando en los principales países emergentes, como China, Brasil, India y Rusia. Con respecto a los países desarrollados señaló que las perspectivas se mantienen estables, aunque insiste en la necesidad de acometer nuevas reformas. En este sentido, hacía referencia a Alemania, a la que le pide realizar nuevas reformas económicas y sociales en el medio y largo plazo con el fin de lograr un crecimiento más sostenido. La OCDE destaca que entre las prioridades se encuentra la de hacer un sistema fiscal más justo y la de fortalecer su sector financiero para que pueda afrontar mejor los riesgos futuros. Recuerda que las reformas de la última década han permitido impulsar la creación de empleo y situar la tasa de paro en Alemania entre las más bajas de la OCDE, pero esto no se ha traducido en una reducción de la desigualdad o el riesgo de pobreza. Aunque los datos económicos alemanes son positivos, algunos indicadores como el ZEW publicado ayer, muestran algunas sombras, con un fuerte deterioro en el componente de las previsiones que marca nuevos mínimos de un año, lo que en parte refuerza las recomendaciones de la OCDE.
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