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Pone como ejemplo el incumplimiento de Alemania

El PP negocia extraoficialmente en Bruselas cómo 'relajar' el cumplimiento del déficit en 2012

El PP negocia extraoficialmente en Bruselas cómo 'relajar' el cumplimiento del déficit en 2012

miércoles 25 de enero de 2012, 11:24h
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, da una de cal y una de arena en lo que se refiere al cumplimiento de reducción del déficit público en 2012. Ante las crecientes dudas de que se pueda cumplir con dicho compromiso ante Bruselas, el Gobierno negocia extraoficialmente, junto a los diputados del PP en Bruselas, cómo relajar las condiciones de cumplimiento, principalmente en los plazos. El Ejecutivo argumenta que el agujero dejado por la anterior administración es mucho mayor que esperado, y que hay precedentes en Alemania o Francia de incumplimientos anteriores en lo que respecta a déficit y deuda pública.

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Desde luego hay un largo historial de estos incumplimientos. La propia agencia de datos comunitaria, Eurostat, señala que los países del euro incumplieron los límites de déficit (3% del PIB) o deuda (60%), que establece el Tratado de Maastricht, en 137 ocasiones entre 2000 y 2010. Alemania, que lidera ahora la cruzada del ajuste fiscal, y Francia rebasaron estos límites en 14 ocasiones cada uno, mientras que España o Irlanda, lo hicieron sólo 4 y 5 veces, respectivamente, y nunca antes de la reciente crisis. Finlandia, Luxemburgo y Estonia han cumplido siempre las reglas.

En España, este cambio de estrategia por parte del Gobierno del PP para intentar relajar las condiciones de cumplimiento contrasta con las críticas que recibió en su momento el candidato del PSOE en las elecciones generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien propuso esta misma posibilidad.
El matiz del "hoy"

El cumplimiento del déficit para 2012 es "irrenunciable" para el Gobierno, pero esto no quita que el límite tenga que ser obligatoriamente el 4,4 por ciento del PIB. Así lo ha planteado a las claras el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, que considera imprescindible que Bruselas tenga en cuenta el escenario de "recesión". Y así lo dejó entrever este mismo lunes el propio Mariano Rajoy, en la reunión a puerta cerrada del Comité Ejecutivo.

El presidente del Gobierno no fue tan explícito como Montoro, que recordó a las autoridades comunitarias que "cuando se fijó reducir el déficit del 6% al 4,4% se hizo con un escenario de crecimiento económico". Lo que hizo, al estilo más mariano, fue omitir de su exposición de hechos la cifra en cuestión. La apartó -como no hizo, por ejemplo, ante el Grupo Popular, el diez de enero- dando alas a la posibilidad del replanteamiento del techo, en voz de algunos asistentes.

Sí que dejó claro que España cumplirá. Que es "irrenunciable" que el Gobierno presente a la UE unas cuentas saneadas bajo la máxima de no gastar más de lo que se tiene. Pero eso no quita para que no se negocie la cifra del 4,4%. "Lo que España defiende es conseguir la estabilidad de forma realista", arguyó Montoro. En esta línea, fuentes de la dirección nacional aseguraron que "tanto Rajoy como Montoro siempre han dicho lo mismo".

Pero de nuevo ha sido el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy,  quien ha jugado al despiste, al afirmar este martes  en Lisboa que su país respetará el objetivo de déficit a 4.4% del PIB en 2012, en una conferencia de prensa conjunta con su homólogo portugués Pedro Passos Coelho. "España va a cumplir los objetivos de déficit que se marquen en el programa de estabilidad. Hoy es 4,4% y España va a cumplir ese objetivo", declaró Rajoy. Este matiz introducido con la palabra hoy, ha vuelto a alertar a los expertos.

Bruselas hace la vista gorda a veces
 
La superación del límite del 3% de déficit no implica automáticamente el incumplimiento del Pacto de Estabilidad, que prevé ciertas excepciones, como cuando se produce una fuerte una caída de la actividad económica. El PEC sólo se infringe cuando no se aplican las recomendaciones de la Comisión y del Consejo. De todas formas las actuaciones relevantes de la UE han sido limitadas a media docena de casos. En 2001, Bruselas envió una alerta temprana a Irlanda, por recalentamiento de la economía. Después remitió recomendaciones por déficit excesivo a Portugal, Francia y Alemania en 2002, Italia en 2004 y recientemente a Grecia.

En 2003 el PEC fue dinamitado cuando el canciller alemán, Gerhard Schröder, y el presidente francés Jacques Chirac presionaron y lograron que el Consejo no respaldara las recomendaciones de la Comisión que exigía a ambos países una reducción más intensa del déficit. La decisión franco-alemana causó un daño irreparable a la credibilidad del control fiscal de la UE.

En 2005, el Pacto fue reformado introduciendo criterios de flexibilidad más racionales, y haciéndolo asumible para Francia y Alemania, que lo venían incumpliendo desde 2002. El PEC reformado, por el entonces comisario Joaquín Almunia, establece que los límites del 3% de déficit y del 60% de deuda pública son inalterables. Pero en los cálculos se tienen en cuenta "factores relevantes" entre los que destacan los gastos e inversiones públicas para reformas estructurales o para investigación y desarrollo; los derivados de "acontecimientos inusuales", y ahí se incluyó expresamente el coste de la reunificación alemana; o las aportaciones a los objetivos de la UE, y se incluyó la defensa común, como exigió Francia. Es decir, Bruselas se pliega a determinadas condiciones de algunos países miembros cuando conviene.

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