El consejo de administración de Repsol YPF acordó el 27 de octubre de
2004 el nombramiento de
Antonio Brufau como nuevo presidente. Desde entonces, la petrolera ha sufrido una gran transformación y ha ido creciendo año a año, bajo la atenta mirada de su presidente.
La trayectoria de Brufau no ha sido fácil. En dos ocasiones han querido moverle de la presidencia: una, hace cinco años, Luis del Rivero, presidente de Sacyr; otra, más reciente,
Pemex. Sin embargo, el momento más duro lo vivió en abril de 2012, cuando el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner expropió YPF,
la filial argentina de la petrolera española. Esta «apropiación» no
amedrentó a Brufau y finalmente, dos años después, consiguió cobrar una
indemnización de más de 5.000 millones de dólares.
Los principales hitos de Repsol en estos últimos diez años
han sido: el descubrimiento de varios de los mayores yacimientos de
petróleo y gas del mundo en Trinidad y Tobago, Brasil, Libia y el golfo
de México, entre otros; construyó la primera planta de licuefacción de
gas en Sudamérica (Perú) y también la primera en 30 años en la costa
este de Norteamérica (Canadá); acuerdo con la china Sinopec para
desarrollar la exploración y producción en Brasil; la venta de sus activos de gas a Shell
por
6.500 millones de dólares (2013); la ampliación de sus refinerías de
Bilbao y Cartagena (solo en esta última se invirtieron 3.150 millones de
euros, la mayor inversión industrial realizada en España); la nueva sede de la compañía y el patrocinio deportivo (especialmente en el campeonato del mundo de motos).