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abuelos ancianos niños
abuelos ancianos niños (Foto: EP)

El SAP: el síndrome que no lo es

viernes 25 de noviembre de 2016, 13:48h

El conocido “síndrome de alienación parental” o el pretendido síndrome, como nosotras lo consideramos, fue creado por el profesor de psiquiatría Richard. A. Gardner; todo el entorno que rodea este fenómeno, es cuanto menos intrigante. Se sospecha, según han mencionado otros profesionales, que el señor Gardner, nunca fue profesor de psiquiatría de la universidad, ni tampoco médico, sino que ocasionalmente acudía a la misma como oyente de determinadas clases y aprovechaba para difundir y promover de su idea.

Richard A. Gardner, definía este síndrome como “un lavado de cerebro al menor o menores, en una situación de divorcio, por el cual uno de los progenitores (generalmente la madre) ponía al menor en contra del otro progenitor, (generalmente el padre), logrando alienar, alejar a ese padre se su hijo. La forma más frecuente de recurrir a esto, era haciendo creer al menor, o menores que, en su infancia, se habían producido abusos sexuales por parte del progenitor masculino.

Los que defienden el S.A.P, automáticamente consideran falsos los testimonios de las madres y de sus hijos, sin dar opción a que realmente existan causas reales que justifiquen el rechazo hacia el padre; dan por hecho directamente, que la madre ha sometido a su hijo a un “lavado de cerebro” para ponerle en contra del padre y por ello, la le otorgan la custodia al mismo, sin iniciar una investigación que compruebe, si existen o no, razones reales que provoquen ese sentimiento de rechazo.

Los primeros que se hicieron eco de este síndrome y empezaron a moverlo, fueron las asociaciones americanas de padres separados.

Richard A. Gardner jamás demostró lo que afirmaba; su principio de la teoría del S.A.P partía de verdades relativas: “los menores en una situación de divorcio o separación tienden a rechazar a uno de los progenitores” y les otorgaba un valor dogmático absoluto: “todos los niños que en medio de un divorcio o tras él, no quieren ver a uno de sus progenitores, ha sido manipulado por el otro”.

La terapia propuesta para solucionar o atajar este “síndrome” se conoce como la terapia de la amenaza. Esta consiste en que, el juez, dicta un cambio de custodia automático, por el cual los menores, comienzan a convivir con el progenitor que hasta ese momento no disfrutaba de la custodia y se les aleja del progenitor que supuestamente ejerce S.A.P. Durante un tiempo, el progenitor acusado (generalmente la madre) no disfruta de la compañía de su hijo o hijos, y cuando se le permite empezar a verlos, dichas visitas son observadas y se realizan en puntos de encuentro.

A día de hoy, a pesar de los fallos graves que presenta, esta terapia se sigue utilizando.

Todos aquellos que defienden el S.A.P, aplican directamente la sospecha sobre los menores, se les niega el beneficio de la duda y la presunción de inocencia; es aquí donde debemos parar, reflexionar y hacernos, señoras y señores que trabajan con estos temas, ¿Dónde queda el interés superior del menor?

Por último, explicar que cuando nosotras nos referirnos al S.A.P, hacemos referencia al termino “pretendido” puesto que tal síndrome NO es considerado como tal ni por médicos ni por psicólogos; es más, la existencia de este síndrome no ha sido aceptada por la Organización Mundial de la Salud ni por la Asociación Americana de Psiquiatría, es por esto, por lo que en los manuales de diagnóstico de trastornos mentales y de comportamientos, el S.A.P no aparece como tal, ni siquiera como un desorden parental.


Análisis elaborado por Paloma López & Rocío Gavilán, del gabinete 'Psicología Velázquez'
Calle Velázquez 53, Madrid - 650541532
www.psicologiavelazquez.com


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