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Así son de verdad los 4 candidatos más allá de sus discursos y sus programas
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Así son de verdad los 4 candidatos más allá de sus discursos y sus programas

> El experto en comunicación no verbal José Reales analiza a los principales líderes políticos nacionales

lunes 20 de junio de 2016, 12:19h
El experto en comunicación no verbal José Reales, licenciado en Comunicación Audiovisual, Máster en Comunicación Política y Corporativa, Experto en Comunicación No Verbal y colaborador en radio, televisión, prensa, empresas, ONG e instituciones, ha analizado para Diariocrítico a los 4 principales líderes políticos nacionales. Hablamos de Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera, que este domingo 26 de junio se disputan la presidencia del Gobierno en las elecciones generales. Su estudio te sorprenderá a la hora de conocer a los verdaderos candidatos: las personas que están detrás del político que ves en televisión, escuchas en la radio y lees en la prensa...

En la entrevista que realizamos al experto José Reales, hicimos un rápido repaso por la actualidad electoral, primero analizado cómo es la comunicación no verbal que emplean los políticos y que es tan importante como lo que sí escuchamos ante los micrófonos. "La autenticidad es la clave del éxito y en eso no todos tienen el aprobado" nos comentaba Reales, que también asegura que los gestos fundamentales que al final permiten conocer al verdadero personaje detrás del político cuesta mucho: sus gestos "deben observarse una y otra vez para interpretarse correctamente".

¿Cómo son en verdad Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera? Sus conclusiones te sorprenderán para bien o para mal... Empecemos el análisis.

¿Qué influencia puede tener en política la comunicación no verbal? ¿La emplean nuestros principales líderes?

La utilizan nuestros líderes y la utilizamos todos y cada uno de nosotros. Somos comunicación no verbal. La estructura corporal, la forma de andar, los movimientos de brazos, los microgestos del rostro, la forma de posicionarnos e interactuar con otros, la forma de vestir, todos son elementos que describen la comunicación no verbal de las personas. Por lo tanto, la cuestión no es si nuestros políticos la utilizan, sino, si la utilizan bien, es decir, si su comunicación no verbal es coherente con su discurso. La autenticidad es la clave del éxito y en eso no todos tienen el aprobado.

La comunicación no verbal tiene más influencia de la que se puede llegar a pensar, nos deja en evidencia en cualquier situación de la vida y, tras un debate político, ocurre lo mismo. El mapa de la comunicación nos dice que solo recordamos el 7% de las palabras, el resto queda diluido entre el tono de la voz y los detalles vocales (38%) y el lenguaje no verbal de los gestos (55%). Por lo tanto, las palabras de un político pueden quedar cuestionadas por su comunicación no verbal en el caso de que no haya coherencia entre ambas.

Todos hemos hecho alguna vez un estudio o reflexión sobre el tema, pero ¿permanece oculta la mayor parte de esta gestualidad tan importante para el gran público y por tanto para los votantes?

La comunicación no verbal es visible para todo aquel que quiera observar. Sí es cierto, que los expertos en la materia hemos estudiado y profundizado en el conocimiento de las personas y dedicamos mucho tiempo a observar cada detalle, a descifrar y traducir cada gesto para entender la comunicación de una persona de forma integral y en un momento concreto. Hay gestos que duran microsegundos, éstos deben observarse una y otra vez para interpretarse correctamente. Estudiar la comunicación no verbal permite entender mejor a la personas, saber cómo se sienten y por qué actúan de una forma u otra en cada momento. Normalmente el gran público se queda con una primera impresión de lo que observa, pero detrás de cada gesto hay más información sobre cómo es la persona, cómo se siente y si se cree o no lo que está afirmando.


Qué principales puntos débiles destacarías del presidente, Mariano Rajoy. Suele tener una imagen pública negativa, a veces al borde de la ridiculización por parte del gran público. Siendo directos, ¿Rajoy lo es, o se hace?

Rajoy es. Nuestra comunicación no verbal revela lo que somos y cómo nos sentimos en cada momento. El gran punto débil de Mariano Rajoy es su escasa habilidad para conectar con el público. Rajoy se centra en los datos, hechos y objetivos con los que se encuentra cómodo y en eso consigue transmitir seguridad, determinación y convicción. Su discurso es coherente con sus gestos de brazos rectilíneos, puntualización con los dedos y firmeza en las piernas.

Sin embargo, nos falta la emoción. Vemos pocos gestos conectores, la voz es fría el ritmo plano y al final, en momentos de estrés, lo que asoma debido al control de sus emociones es una serie de tics y gestos nerviosos.

¿En qué debería mejorar Rajoy para tener una comunicación no verbal más adecuada?

Lo importante es ser uno mismo y sacar provecho a los recursos que tiene cada uno en vez de intentar imitar poses que pueden hacernos parecer falsos. Mariano Rajoy muestra una posición erguida y sólida que da confianza pero, a partir de ahí, tendría que aprovechar momentos de serenidad para relajarse y tener en cuenta a las personas que tiene alrededor y la importancia de conectar con ellas. Esto lo comprobaríamos, por ejemplo, si observáramos en él movimientos relajados y redondeados de los brazos y, por supuesto, diferentes emociones en el rostro.

La gente quiere conectar con el interlocutor y hay que ponerlo un poco más fácil.


Pasemos a sus grandes rivales. Pedro Sánchez pasa por ser el 'guapo', el candidato Ken, el novio de Barbie. Tiene un aspecto perfecto, aseado, da seguridad... Pablo Iglesias incluso dice de él que envidia su atractivo físico. Pero, ¿qué puntos destacarías de su comunicación no verbal?

Pedro Sánchez tiene el físico a su favor. Su presencia y la forma de posicionar el cuerpo transmiten seguridad y confianza en sí mismo. Además, utiliza gestos expansivos que le ayudan a enfatizar sus ideas y buscan la conexión con las personas. En general es un buen comunicador.

Su punto débil es la falta de naturalidad. Pedro Sánchez oculta sus emociones espontáneas, las emociones reales y eso genera desconfianza en el público. Si nos fijamos, sus gestos estudiados, su voz modulada de forma artificial y su sonrisa repetida en exceso una y otra vez le restan autenticidad, y en la autenticidad, como decíamos al principio, está el éxito.


Llega otro candidato clave, el antes mencionado Pablo Iglesias. En su caso, ¿crees que pierde más que gana con su gestualidad y sus poses a veces tan propias de un egocéntrico? Se suele afirmar que los argumentos son su fuerte, pero pierde mucho en las formas.

Pablo Iglesias sabe sacar provecho a los recursos con los que cuenta. Aunque su complexión física es la menos llamativa de entre todos los candidatos, consigue una posición dominante ocupando el espacio, expandiendo los brazos y las piernas hacia el exterior.

Si unimos esto a su capacidad de estructurar sus ideas, su prosodia y su emoción básica predominante, que es la ira, entendemos esa comunicación beligerante por la que destaca y por la que, no lo olvidemos, ha atraído a muchas personas.

Pablo Iglesias es el candidato con más capacidad para adaptarse a las diferentes situaciones y así vemos cómo, con el tiempo, ha ido moderando su comunicación no verbal, rebajando la expresión de ira en el rostro e intentando ser conciliador con gestos menos bruscos. Intenta mostrarse presidenciable, pero aun así, uno siempre vuelve a su ser y lo mismo le sucede a él cuando recibe un ataque o se le saca un tema que le afecta en mayor medida. El ceño fruncido no le abandonará fácilmente. En cualquier caso, Pablo Iglesias es uno de esos líderes cuya comunicación no verbal es coherente con su oralidad y eso vale mucho.


Por último tenemos a Albert Rivera, otro 'chico correcto', que sigue la estela de la buena imagen que tiene Pedro Sánchez. Sin embargo, se suele cuestionar su timidez y ese gesto con las manos sobre el vientre, donde parece delatarse como alguien que lo pasa mal en público y que tiene que sostener sus nervios con ese ademán. ¿Qué ves en él aparte de este detalle?

Albert Rivera es quizá el político más preparado y asesorado en este campo. Es un buen comunicador con gestos envolventes con los que acoge y traslada una imagen amable, gestos que potencian su mensaje, tiene una voz armoniosa, tono normalmente conciliador y una apariencia muy cuidada sin ser muy conservador. ¿Demasiado perfecto? La exigencia que se autoimpone es su talón de Aquiles, esa es su debilidad: el exceso de control.

Lo comprobamos viendo el lado preferente con el que comunica, el derecho, con el que mira, con el que gesticula, con el que mueve las ideas. Rivera busca el control de todos los aspectos y eso acaba provocando justo lo contrario, que lo pierda sobre él mismo, algo que se manifiesta en gestos y tics nerviosos que sirven como vía de escape de la tensión contenida.

Hay que valorar positivamente su esfuerzo por conectar con las personas y seducir al público mayoritario a través de su gestualidad, aunque observamos una escasa exteriorización de las emociones y una habitual en él es la del desprecio, otra emoción que se caracteriza universalmente por el estiramiento horizontal de la boca hacia un extremo.

¿Crees que si la gente conociera más las técnicas y los secretos de la comunicación no verbal se dejarían influir a la hora de decidir su voto?

En cierta manera sí, la información siempre va a permitir a los votantes tener un mejor criterio y tomar sus decisiones. Pero hay que tener algo claro, no hay trucos mágicos en comunicación no verbal. Un político puede intentar llevar a cabo durante dos minutos los consejos de un asesor, pero no es posible mantenerlo en el tiempo, siempre acabará volviendo a sus hábitos. No es posible mantener al mismo tiempo un discurso y una comunicación no verbal que no nos corresponde. Los políticos están cada vez más asesorados y buscan controlar más su comunicación, desde sus argumentos e ideas hasta la comunicación no verbal, pero hay una cosa clara que debemos tener en cuenta, conocer "trucos" de comunicación no verbal no nos hace personas diferentes. El cambio comienza tomando conciencia de uno mismo. De esta forma, podemos conocernos mejor, aumentar la seguridad, asentar convicciones, e ir cambiando progresivamente y entonces sí, la comunicación no verbal cambiará con nosotros.

Cuéntanos algo sobre tu trabajo, ¿crees que la comunicación no verbal está en auge en nuestra sociedad?

Lo que está en auge en nuestra sociedad es la información, los ciudadanos cada vez están mejor informados y los políticos tienen una mayor exposición pública por lo que intentan recuperar el control acompañándose de asesores que les ayuden a tomar conciencia de su comunicación no verbal, de lo que son y de lo que transmiten.

En eso intento aportar mi granito de arena, ayudando a la gente a descubrir la importancia de la comunicación no verbal, a que tomen conciencia de quiénes son, por qué actúan de una u otra forma y así coger confianza y lograr ser auténticos.


- Por sus firmas les conoceréis... así son Rajoy, Sánchez, Iglesias, Rivera, según su rúbrica

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