Muy susceptibles estaban en Villarreal ayer como para encontrarse al árbitro del partido, Jesús Gil Manzano, saliendo del estadio con unas bolsas de regalo del Real Madrid.
Hasta ahí todo es cierto: el colegiado había recibido dádivas del club blanco, pero todo tiene una explicación: tanto Madrid como Barça y Espanyol, que se sepa, son clubes que hacen pequeños obsequios corporativos a los árbitros, sin lógicamente esperar a nada a cambio ya que se trata de un detalle institucional con cada colegiado que les arbitra.
Es un dato que apenas se conocía y quienes lo hacen, nunca le habían dado importancia... hasta ayer. El presidente del Villarreal, Fernando Roig, claramente enfadado tras el error arbitral que propició un penalti para el Madrid y el empate 2-2, insinuó que el árbitro del partido se iba con los regalos del Madrid tras un arbitraje favorable para los blancos.
Estar en caliente le jugó una mala pasada porque, como explicamos, es un regalo habitual del club madrileño a todos los colegiados. De hecho, todos lo suelen aceptar al no tener valor material (son bolígrafos, llaveros...), y Gil Manzano no tuvo reparos en dejarse ver con dichas bolsas sin esconderlas de ninguna manera.
Lo que no dice nadie apenas es que Gil Manzano no sólo se equivocó a favor del Madrid: los dos goles del Villarreal fueron ilegales porque el primero viene precedido de una mano de Samu Castillejo en el control del esférico. En el segundo, Bakambú marca tras arrancar en fuera de juego.
Lógicamente, el tema dio para mucho en Twitter:
Si (
No(
A favor (
En contra (
