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La consejera de Bienestar Social ha visitado el Centro de Atención a Personas con Discapacidad Intelectual Grave (CADIG) de APROMIPS en Cuenca que cuenta desde marzo de 2016 con 36 plazas, una más que en la pasada legislatura gracias al compromiso del Gobierno del presidente García-Page de mejorar la atención especializada a personas con discapacidad.

Así lo ha destacado la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, durante su visita al CADIG de APROMIPS en Cuenca, en el que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha ampliado una plaza en el último año, con lo que son 36 personas con discapacidad intelectual grave y en situación de dependencia las que atiende el centro.

Aurelia Sánchez ha resaltado que desde la Consejería de Bienestar Social se atiende en la provincia de Cuenca a 1.000 personas en recursos de atención especializada para personas con discapacidad, más de 400 de ellas en la capital, “lo que demuestra el compromiso del presidente García-Page en ofrecer a estas personas una atención especializada y de calidad”.

Centros de atención especializada

De este modo, en torno a 300 niñas y niños con discapacidad son atendidos en recursos de Atención Temprana (80 en la ciudad); en la provincia hay siete centros ocupacionales con más de 270 plazas (dos centros en la ciudad con 104 plazas), así como 14 viviendas y residencias comunitarias con casi 200 plazas (siete de ellos en la capital con 112 plazas)

Cuenca dispone de una residencia, vivienda y centro de día para personas con discapacidad física, con 55 plazas, así como centros para personas gravemente afectadas en discapacidad intelectual con unas 80 plazas (gestionados por las asociaciones de familiares APROMIPS y Crisol en la capital, con 79 plazas), además de cinco centros de día con capacidad para 65 plazas (tres de ellos en la capital con 38 plazas).

Visita a APROMIPS

La consejera ha tenido la oportunidad de conocer las instalaciones de APROMIPS en Cuenca, acompañada por su presidente, Elías Martínez; el director general de Mayores y Personas con Discapacidad, Javier Pérez, y la directora provincial de Bienestar Social, Amelia López.

La asociación APROMIPS fue creada en 1993 por iniciativa de un grupo de padres de personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, gravemente afectadas, con el objetivo de crear un recurso asistencial para sus hijos una vez finalizada la etapa de escolarización.

En octubre de 1996 la asociación inauguró el Centro APROMIPS, que comenzó con la categoría de vivienda tutelada y centro de día, incorporando en 1998 el Servicio de Respiro Familiar. A partir de septiembre del año 2000 se convertía en residencia, manteniendo además el servicio de centro de día y respiro familiar. Desde el año 2012 la modalidad del servicio de respiro con que cuentan es únicamente apoyo puntual por horas.

La finalidad de los recursos de APROMIPS es la atención a las personas con discapacidad intelectual grave, con el objetivo de mejorar su calidad de vida y fomentar su inclusión en la comunidad. El trabajo de los profesionales de APROMIPS está dirigido a dotar de competencias de autonomía personal, autocuidado y comunicación a las personas con discapacidad intelectual, a través del desarrollo de planes personales de apoyo.