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Collage con algunas de las portadas
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Collage con algunas de las portadas (Foto: Collage)

Los 10 mejores discos irlandeses para celebrar San Patricio

viernes 17 de marzo de 2023, 14:00h

El 17 de marzo se celebra el Día de San Patricio, patrón de Irlanda, y para celebrarlo voy a hacer un breve repaso por algunos de los mejores discos de la historia irlandesa, de toda la isla, esto es tanto Irlanda propiamente dicha como Irlanda del Norte que sigue perteneciendo al Reino Unido.

Para hacerlo un poco más representativo y que quedara un listado más variado he decidido elegir un único disco por artista (evitando que Van Morrison, U2, My Bloody Valentine o los Pogues coparan todos los puestos).

Van Morrison - Astral weeks (1969)

‘Astral weeks’ es, sencillamente, el momento álgido de la carrera de Van Morrison, uno de los gigantes de la música popular del siglo XX. Publicado en 1968 es uno de los mejores discos de la historia por derecho propio. Una obra gigantesca en el que se ponía la piel de bardo y mezclaba folk, blues, poesía y músicos de jazz. Y por encima de todo ello su voz, posiblemente la segunda mejor voz blanca de todos los tiempos… por detrás de Elvis. Destacar un momento de un disco que se disfruta mejor como un todo es muy difícil, pero puede que ‘Madame George’ sean los diez minutos de música más gloriosa que haya realizado jamás el ‘león de Belfast’. (Si no fuera por la limitación de un disco por artista que me he impuesto, 'Moondance', también tendría un hueco aquí)

Rory Gallagher - Irish Your 74 (1974)

Rory Gallagher es uno de los mejores guitarristas de la historia, un músico excepcional que encontraba en el directo su lugar ideal para espresarse, ya fuera liderando a los Taste o en solitario. No es de extrañar que sus mejores discos fueran grabaciones de conciertos como 'Live in Europe' o el brutal 'Irish Tour', en el que Gallagher deleita a sus paisanos con algunas de las mejores interpretaciones de su historia. Ya sea de clásicos propios como 'A million miles away' o versiones de viejos temas de blues de gente como Muddy Waters o J. B. Hutto. Además ¿qué puede ser más irlandés que un disco de Rory Gallagher llamado 'Tour irlandés' con una canción titulada 'Demasiado alcohol'?

Thin Lizzy - Jailbreak (1976)

A pesar de haber nacido en Inglaterra, Phil Lynott es uno de los grandes símbolos de Irlanda, teniendo incluso una estatua en Dublín. Su grupo, Thin Lizzy fue una de las grandes formaciones del hard rock de los 70 y este 'Jailbreak' es su obra maestra. Incluye su canción más conocida, 'The boys are back in town', pero sus bondades no acaban ahí, con la mejor colección de canciones de Lynott como la titular, 'Running back', influida por Van Morrison, 'Cowboy song', 'Emerald' o 'Romeo and the lonely girl'. Otro de sus puntos fuertes son las famosas 'guitarras gemelas' de Scott Gorham y Brian Robertson.

The Undertones (1979)

Formados en Derry, Irlanda del Norte, a mediados de los 70, los Undertones fueron una de las bandas punk con mayor facilidad melódica, como demuestra la perfección de 'Teenage kicks', la canción que les daría la fama gracias al apoyo del mítico locutor de la BBC, John Peel, que la consideró siempre su canción favorita de todos los tiempos. Su disco de debut, que salió al mercado en 1979, acompañaba a su canción bandera con otras golosinas punk pop como 'Family Entertainment', 'Here Comes The Summer', 'Jimmy, Jimmy' o 'Get Over You'.

Stiff Little Fingers - Unflammable material (1979)

Otra banda punk de Irlanda del Norte, pero mientras los Undertones cantaban sobre la depresión adolescente los Stiff Little Fingers cantaban material infalamable sobre la peligrosa situación en el Ulster, salivazos en la boca de las dos partes que se intentaban imponer con las armas. Punk rock político a favor del diálogo y en contra de las imposiciones. Canciones como 'Altenative Ulster' o 'Suspect devise' les confirmaban como la respuesta irlandesa a los Clash. Y, además, eran tan punk como para hacer una canción de menos de un minuto de duración y luego meter una versión de Bob Marley, 'Johnny Was', que supera los 8.

The Pogues - Rum, sodomy & the lash (1984)

“Nada sino ‘Ron, sodomía y latigazos’” es, supuestamente, la respuesta que dio Winston Churchill cuando le hablaron de la gloriosa tradición naval británica. No es de extrañar que la banda de folk irlandés más punk de la historia decidiera llamar así a su obra maestra. Shane MacGowan saca a relucir una voz macerada en alcohol para cantar unas canciones con las que macerarse en alcohol, como bien sabe el detective McNulty de la policía de Baltimore, a las que no les falta su corazoncito como en las inolvidables ‘A pair of Brown eyes’ o ‘Dirty old town’.

Sinead O'Connor - I don not want what I haven´t got (1990)

Siempre rodeada de polémicas, la última la (falsa) noticias sobre su posible suicidio, la cantante irlandesa no ha podido desarrollar una carrera a la altura de este gran disco, el segundo de su carrera. Para el gran público siempre estará relacionada con la magistral versión del 'Nothing compares 2 U' de Prince, pero 'I Do Not Want What I Haven't Got' estaba lleno de tesoros musicales, desde la declaración de intenciones con 'Feel So Different' a la canción que le daba nombre y cerraba el disco, pasando por la canción protesta de 'Black Boys on Mopeds' o esa especie de anticipo del trip hop que es 'I Am Stretched on Your Grave' (donde se nota la mano del productor Nellee Hooper), su magistral versión de un poema irlandés del siglo XVII.¡

U2 - Achtung baby (1991)

'Achtung Baby' fue la reinvención, y definitiva coronación, de la banda de rock más popular de los últimos años. Atenazados por las críticas recibidas con 'Rattle and Hum', los de Bono y The Edge decidieron modernizar su sonido y abrirse a los sonidos del rock alternativo y la música de baile. Con ello llegó también un cambio de imagen en el que la banda, principalmente Bono, dejaba de tomarse tan en serio a sí misma y, por fin, eran capaces de reírse un poco. No más banderas blancas agitadas al público y sí un gran abrazo a la ridiculez de ser una (bien gorda) estrella del rock. Claro que la estrella de 'Achtung baby' fue la guitarra de The Edge. Su sonido se volvió mucho más agresivo y sucio, el más rock de toda la carrera de la banda, y además entregó algunos de sus mejores riffs, como el que abre el disco en 'Zoo Station', o los de 'Even better than the real thing', 'The Fly' o 'Mysterious ways'. Claro que también brilla con igual fuerza en las baladas como 'Tryin' to Throw Your Arms Around the World' o 'One', la mejor canción de la carrera del grupo, y la que abrió las puertas al torrente de creatividad que se encuentra en 'Achtung baby'. (Como en el caso de Van Morrison, la restricción de un disco por artista ha dejado fuera a 'The Joshua Tree')

My Bloody Valentine - Loveless (1991)

Es imposible calcular el increíble impacto que tuvo este disco en toda la música alternativa pero Kevin Shields consiguió que la guitarra eléctrica volviera a ser algo totalmente innovador y original. Gracias a su experimentación con el instrumento consiguió su particular versión del 'Muro de sonido' de Phil Spector con capas de sonido que se sobreponían unas a otras, logrando algo único e irrepetible. El disco se abre con 'Onluy shallow' y se cierra con 'Soon', dos canciones practicamente perfectas que enmarcan un disco mítico sin el que es imposible entender la carrera de bandas como Radiohead o Smashing Pumpkins.

The Divine Comedy - Casanova (1996)

Neil Hannon es uno de los grandes orfebres del pop barroco. Dotado de un inteligente sentido del humor, en 1996 sacó su mejor disco con el irresistible 'Casanova', la obra que le convirtió en una improbable estrella pop durante los últimos estertores del 'Brit-pop'. El resultado es tan brillante que le confirma como el único heredero posible del Scott Walker de sus primeros discos.

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