El Gobierno considera que el proceso soberanista catalán ha entrado en "fase de chapuza", que desembocará en un nuevo adelanto electoral, según fuentes del entorno de Mariano Rajoy citadas por ‘El Mundo’.
En Moncloa interpretarían los últimos movimientos del Govern como un último juego a la desesperada por parte de los independentistas, "un frenazo de último minuto” que llevará a una convocatoria de elecciones anticipadas.
Dichas fuentes creen que el rechazo al
pronunciamiento del Consejo de Garantías Estatutarias, un órgano que fue presentado como el Tribunal Constitucional catalán encargado de velar por la pureza del Estatut, quita a la Generalitat "legitimidad catalanista", en tanto que los subterfugios parlamentarios para colar por la vía exprés decisiones del Govern que impongan la secesión les resta "aura democrática". "Se han dado en sólo una semana dos tiros en el mismo pie", señalan fuentes del Ejecutivo que pronostican el fin definitivo del procés.
"Esta semana hay más optimismo", admiten en La Moncloa, si bien advierten de que todos los escenarios están calibrados y preparados. Ello incluye, por supuesto, la posibilidad de tener que aplicar el artículo 155 de la Constitución para frenar la celebración del referéndum. Más aún, está prevista una vía rápida, de urgencia, para dicho artículo cuya tramitación normal implica un proceso largo en el Senado. La deriva catalana, en opinión, de miembros destacados del Gobierno, "complicará los próximos meses, pero no acabará en drama". Afirman tajantemente que el referéndum "no se va a celebrar", y además aseguran que en la Generalitat "todos lo saben".
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