42082 | Guillermo Vivero Mesa - 30/07/2016 @ 18:15:09 (GMT+1)
COMO GOBERNAR ESTE CAOSComo quiera que la vida se compone de ciclos, actualmente estamos en el que corresponde a la economía y en base a la misma, rige el principio de la máxima producción con el mínimo coste. Solo tiene prioridad el acumular riqueza y observar la mas absoluta indiferencia para aquellas personas que carecen de lo indispensable para subsistir.
Esto se consigue de diferentes maneras, pero existe un factor que es común a cualquiera de las formas que se utilicen; el factor mano de obra, que al ser sustituido por los nuevos medios tecnológicos, hace que cada vez sean mas escasos los puestos de trabajo, mayor el paro, y las remuneraciones mas bajas, lo cual repercute en que las clases sociales se distancien en progresión geométrica y se abran abismos entre los muy ricos, la reducida clase media, la amplia clase pobre y la clase muy pobre.
Vivimos una época en que los políticos se han transformado en burgueses y egoístas. Es una verdadera pena que estén tan sumidos en sus intereses de partido y se olviden con tan gran facilidad de los problemas de las personas que los llevan a los cargos que ocupan.
Estamos sufriendo la mayor parte de los ciudadanos que pertenecemos a algunos de los países que integran la Comunidad Europea, las consecuencias de una política de economía neoliberal que nos ha llevado a una tasa de desempleo tan elevada, que en el caso de España, alcanza cifras alarmantes y con muy escasas posibilidades de reducir.
Los políticos pretenden justificar esta situación, manifestando que en un próximo futuro la economía de la Comunidad Europea será floreciente y en consecuencia mejorará la de algunos de los países que la integran. En un principio los países que originariamente constituían la C.E.E., concedieron a los países que solicitaban su ingreso en la misma, unas subvenciones que eran acordes con las pretensiones de la reestructuración económica que interesaba a los países fundadores. Como nada es gratuito en cuestiones de economía, las contrapartidas a estas subvenciones recibidas, para algunos países entre ellos España, han sido del orden del desmantelamiento de la mayor parte de nuestras industrias, así como la limitación de la producción agraria; y no solo esto, también es de suponer una disminución y en algunos casos eliminación de las futuras subvenciones.
El tiempo nos dirá si la presteza que han demostrado los gobernantes de algunos países en el ingreso de su nación en la C.E.E., no ha sido afán de carisma político, en lugar de mesurada prudencia y concienzudo estudio de las consecuencias a pagar por esta integración. Confiemos en que no sea pan para hoy y hambre para mañana.
El hombre con responsabilidad de Estado, nunca se deja influir por intereses políticos que no sean diáfanos para el bien de su nación. Es un deber de prudencia, la reflexión sobre proyectos que en sí mismo, puedan intrínsecamente ocultar su verdadera intención de futuro, y, prevenir e incluso aplazar por tiempo conveniente, ciertas decisiones cuya trascendencia y derivaciones, puedan ser excesivamente traumáticas, y, conduzcan a situaciones que generen un distanciamiento de otros países de la propia Comunidad, y nos impidan hallar el equilibrio que nos conviene entre nuestra realidad y las situaciones de futuro, que nos puedan venir impuestas por nuestro nivel, según el lugar que ocupemos en la lista de las naciones que componen la Comunidad.
Es necesario no olvidar la trayectoria histórica de cada una de las naciones que integran la Comunidad, y muy bueno conocerse, para poder tener en cuenta la idiosincrasia de cada una de ellas. Existe el deseo de que la unión de los países que componen Europa lleve a la creación de los Estados Unidos de Europa, lo cual aparentemente puede parecer tan probable como difícil, pues por el momento resulta utópico pensar alcanzar un nivel de derechos y obligaciones para todos los ciudadanos europeos, sin que cada uno de ellos sienta la Comunidad Europea como su gran Nación y pierda su condición de País originariamente autóctono.
Sábado 30 de Julio de 2016 Guillermo Vivero Mesa