Rubalcaba tranquiliza a Rajoy: el PSOE no se radicalizará

Alfredo Pérez Rubalcaba llegó a la Moncloa a las 13.30 horas y fue recibido por Mariano Rajoy en la escalinatas del palacio. Luego sobrevino la entrevista seguida de un almuerzo y una larga, larguísima sobremesa que se ha prolongado hasta las 17.30 horas y en la que, según el secretario general del PSOE, se ha hablado prácticamente de todo. El menú que le ha ofrecido Rajoy estaba formado de alcachofas rellenas de setas, seguidas de chuleta de Ávila y tarta de melocotón, regado todo con vino de Rioja.

En total, cuatro horas de conversación tras las que ha comparecido en rueda de prensa un Rubalcaba sereno y aparentemente 'pacificado', o, al menos, 'suavizado'. De creer sus palabras, el 90 ciento del tiempo se ha hablado de Europa y de Grecia, donde habría habido acuerdo en el diagnóstico. Pero a la hora de entrar en soluciones concretas para España, ambos se han encontrado con el escollo de la reforma laboral que trata de imponer el Gobierno de Rajoy.

En ese punto, Rubalcaba ha sido más beligerante. Ha dicho que no hay acuerdo, que "nos hemos limitado a constatar nuestras discrepancias en esta materia", que por ahora "no puedo hablar de margen de maniobra" para cambiar la reforma en el Parlamento y que el Grupo Socialista va a presentar una enmienda a la totalidad de la reforma de la ministra Báñez. Ha confirmado también que "habrá socialistas" en las manifestaciones convocadas este domingo, pero sin dejar de recordar que la convocatoria corre a cargo exclusivamente de los sindicatos.
 
"Una buena noticia"... el que se reúnan
 
En realidad, pocos acuerdos ha habido en esta entrevista esperada, salvo, acaso, uno: "Es una buena noticia para el conjunto de los españoles que el presidente del Gobierno y el líder del principal dirigente partido de la oposición se sienten y muestren su disposición a acordar". Pero, ¿a acordar qué? Pocas cosas, a tenor de las explicaciones dadas luego en rueda de prensa por el dirigente socialista.

          Ha habido acuerdo, sí, en que Gobierno y PSOE consensúen las políticas de defensa, asuntos exteriores y antiterrorista. Pero eso ya era sabido, porque ambos consideran esas políticas como 'materias de Estado'. Y ha habido acuerdo a crear un grupo de trabajo Gobierno-PSOE para abordar la I+D+i como otra 'política de Estado'; es decir, con necesidad de consenso entre ambos.

Pero más allá de lo arriba mencionado, más ruido que nueces. En economía, y más concretamente en la situación económica por la que atraviesa Europa, "le he explicado que Europa tiene que revisar los planes de estabilidad, y en especial el español", porque faltan políticas de crecimiento y se hace necesario fijar la velocidad del ajuste que nos exige Bruselas. Bien, es lo que Rubalcaba viene proponiendo desde la pasada campaña electoral. Rajoy parece estar en cierto acuerdo, pero ¿lo combatirá como debería hacerlo en Bruselas?
Sobre la Ley de Estabilidad, Rubalcaba le ha manifestado "objeciones al texto conocido", aunque hay voluntad en cumplir el acuerdo alcanzado este verano que llevó a la reforma de la Constitución en septiembre pasado. Pero el 'cumplimiento' debe ser "en los términos en que se fijó", según Rubalcaba. Y ahí parece que hay una pequeña discrepancia. Más acuerdo parece que hay sobre la reforma del sistema financiero: de hecho, el Partido Socialista votará este jueves a favor del decreto-ley aprobado por el Gobierno.

Parece que ha habido acuerdo en ver a Grecia como una parte fundamental para la resolución del problema global de la economía europea. Rajoy y Rubalcaba están de acuerdo en que "es urgente darle una solución", pero que en todo caso "Grecia debe estar en el euro". Ahí, sí; ahí hay acuerdo total: "Hay una coincidencia total en cómo tratar el tema griego", dijo Rubalcaba.

El problema es que no hay acuerdo en cómo tratar el 'problema Merkel' cuyas políticas están llevando a Europa a una nueva recesión, según el análisis de la izquierda: "Es evidente que esta política de ajuste está llevando a las economías europeas a una situación muy difícil", dijo Rubalcaba, que se trata de una política que ha fracasado. Pero, ¿qué ha dicho Rajoy? "El presidente del Gobierno me ha escuchado". Y eso es todo.

Por no haber acuerdo, parece que tampoco lo hay en los tiempos para la presentación de los Presupuestos Generales del Estado, porque Rubalcaba dice que "es bueno para España que se presenten cuanto antes" y Rajoy insiste en que se presentarán después de las elecciones andaluzas.

Donde hay desacuerdo total, desde luego, es con determinadas políticas "de libertades" (según el argot rubalcabiano), tales como matrimonio entre homosexuales o la ley del aborto. Y donde puede haber acuerdo (o no, ya se verá) es en la renovación de los cargos en determinadas instituciones (Constitución entre otras): "Nos hemos dado un plazo hasta el final de este periodo de secesiones".

Así que, en resumidas cuentas, ¿dónde queda la "voluntad de acordar" entre ambos de la que hablaba Rubalcaba al inicio de esta crónica? A lo mejor, en la letra pequeña, ésa de la que nadie nos quiere hablar.