La industria restaurantera espera una derrama cercana a los 13 mil 500 millones de pesos en la temporada decembrina, monto menor a los 15 mil 800 millones de pesos que alcanzó en igual época del año pasado.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Francisco Mijares Noriega explicó que los problemas económicos motivaron una caída de 10 por ciento en las reservaciones, en comparación con la temporada de otros años.
Tan sólo entre empresas que acostumbraban festejar fin de año en restaurantes con sus empleados, el índice de cancelación fluctúa entre 70 y 80 por ciento. "La gente está cambiando mucho sus hábitos de consumo, a lo mejor tenemos el mismo número de comensales, pero el cheque promedio es menor; se nos ha aumentado en los desayunos y nos ha disminuido en las comidas y cenas", puntualizó.
Mijares Noriega recordó que el mejor día de ventas para la industria restaurantera es la celebración a las madres, pero por temporada es en diciembre.
Para el sector la situación se presenta difícil, dado que los costos de los insumos como alimentos, gas y electricidad aumentaron este año de 10 a 12 por ciento, mientras que los restaurantes subieron los precios de sus menús entre 5.0 y 7.0 por ciento.
Si los restaurantes hubieran trasladado el mismo incremento de los insumos en los precios de sus platillos, algunos no sólo habrían perdido clientes, sino que también habrían cerrado.
Además, la entrada en vigor de la Ley de Protección a la Salud de los No Fumadores, que por ahora sólo rige en el Distrito Federal, provocó una reducción de entre 10 y 30 por ciento en el consumo, dependiendo del tipo de establecimiento.
Aclaró, sin embargo, que la Canirac no está en contra de las leyes que protegen la salud, pero sí de medidas que no consideran las consecuencias económicas y sociales en una industria que representa el 23 por ciento del Producto Interno Bruto turístico, genera 850 mil empleos directos y 2.2 millones indirectos
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