En su intervención en el Fórum Europa, el consejero delegado de Prisa y académico de la lengua cargó contra el "clientelismo y el intervencionismo" de los sucesivos gobiernos en el sector audiovisual, mediante la concesión de licencias bajo el "pretexto de amparar el pluralismo", así como otras concesiones autonómicas a "amigos particulares", como las de la televisión digital de Madrid, otorgadas "en pago a las intoxicaciones vertidas en torno a los atentados del 11 de marzo".
En este sentido, dijo que "ya no caben dudas de que nuevos visitadores de La Moncloa tenían en la vista una nueva ocupación del espectro financiero y mediático". Como ejemplos, puso "los intentos fallidos de provocar cambio en el banco BBVA", y los ocurridos en Endesa. "En el sector medios no bastó la memoria histórica", apuntó tras aludir a la 'era Aznar' de intervención en el sector. En este sentido, mencionó la Ley de medidas urgentes para el impulso de la TDT y el fomento de pluralismo, "aprobada un 30 de diciembre", y que "respondía a cuestiones menores y permitía la concesión casi inmediata de nueva cadena" de televisión en abierto.
Según
Cebrián, los promotores de estos medios
"originaria y auténticamente de izquierdas", buscaron dinero
"donde no lo hay, independientemente de la orientación ideológica". A su juicio, este
"pragmatismo" ha llegado al punto de
"llevar a la televisión pública a los promotores propagandistas de las teorías conspirativas del 11-M". En su opinión, los productores de estos programas de debate,
"que llevaban a invitados tan poco deseables", eran
"sospechosamente los mismos adjudicatarios de la nueva televisión, con lo que se garantizaron así astutamente la neutralidad o el silencio de los medios que representan".
El consejero delegado de Prisa criticó la
"política informativa" del Ejecutivo,
"marcada por el oportunismo y la falta de estrategia", y aseguró que
"no ha logrado marcar la agenda política en ningún momento". A su juicio, el Gobierno se ha mostrado "a la defensiva, y se ha movido por intereses particulares" y esa es la causa de que hoy los
"considerables éxitos de Zapatero no se vean reconocidos en las encuestas". "Si su victoria electoral se viera comprometida sería por sus propios errores", dijo.