Una rama radical de presos de ETA se niega a aceptar las vías políticas y pacíficas

Según informa el diario 'El Mundo', una parte del colectivo de abogados proetarras remitió hace tres meses a los dirigentes de Batasuna un informe en el que se sostenía que una treintena de presos de ETA estaba en desacuerdo con lo que denominan "el proceso", es decir, el cambio de estrategia de la izquierda abertzale que incluyó el cese definitivo de la violencia por parte de la banda terrorista, y con el modo en que se estaba desarrollando.

Algunos reclusos alegan que el recorrido que la banda ha tenido que realizar le ha venido impuesto por la izquierda abertzale. En sus críticas subyace su resistencia de 20 años a aceptar que quien decide es el brazo político. Otros presos argumentan si no debieron hacerlo hace treinta años, cuando los miembros de ETA político-militar se disolvieron, y cuestionan las tesis de la propia organización al decretar el cese definitivo del terrorismo en todos los ámbitos.

Fuentes radicales sostienen que no se trata de un grupo organizado de resistentes sino que son la consecuencia de los "manejos de estos abogados", y se sabe que la dirección de Batasuna ha hecho llegar a ETA la necesidad de eliminar su influencia. Los abertzales aseguran que ETA nunca habría dado pasos si sus presos no hubieran estado a favor, y defienden que son minoría los descontentos. Por su parte, fuentes policiales sostienen que, en realidad, Batasuna no ha logrado controlar a sus reclusos.