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XXII Cumbre Iberoamericana

Discurso del Rey sobre su saluld durante la cena de la XXII Cumbre Iberoamericana

Discurso del Rey sobre su saluld durante la cena de la XXII Cumbre Iberoamericana

sábado 17 de noviembre de 2012, 09:19h
Palabras de Su Majestad Juan Carlos I, Rey de España, durante la Cena que ofrece a los asistentes a la XXII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que tuvo lugar en esta ciudad.
Queridos todos.

Como habréis podido ver, tengo algunas dificultades de mecánica que han vuelto a aparecer estos últimos días y que me van a obligar, siguiendo el consejo médico, a interrumpir mi agenda oficial para pasar por el taller; es decir, para operarme de la cadera izquierda, que tengo bastante maltrecha.
 
Aunque los médicos me recomendaban pasar por el quirófano ya, he querido posponerlo al menos hasta la semana que viene, para poder estar hoy aquí, con todos vosotros, mis hermanos iberoamericanos, para fortalecer juntos este extraordinario espacio de afinidades y de afectos, que es nuestra Iberoamérica. No he faltado a ninguna de nuestras citas en veintiún años y tampoco estaba dispuesto a estar ausente en ésta, en la que, además, España es el país anfitrión.
 
Siento en el fondo de mi corazón un gran orgullo, y considero que es un verdadero privilegio compartir estos encuentros, y trabajar con todos vosotros al servicio de nuestros ciudadanos de Iberoamérica. Siento, también, una gran alegría, porque a nuestro deber como Jefes de Estado o de Gobierno se suma un auténtico aprecio personal que se ha forjado y ha crecido con nuestros encuentros, fortaleciendo ese indudable sentimiento de unidad entre todos nosotros.
 
Sois mis colegas, pero también, sois mis amigos, y como tales, os recibo esta noche.
 
            Señoras y señores Jefes de Estado y de Gobierno.
 
            Señor Secretario General Iberoamericano.
 
            Señores observadores e invitados especiales.
 
            Señoras y Señores:
 
Mis primeras palabras, son para expresaros, en nombre de la Reina, de los Príncipes de Asturias y en el mío propio, nuestra alegría por encontrarnos, esta noche, en vuestra compañía.
 
Acabamos de inaugurar la XXII Cumbre Iberoamericana en esta hermosa Ciudad de Cádiz, cuna de la Constitución de 1812, cuyo segundo Centenario celebramos y hemos querido evocar.
 
Hoy, como ayer, los valores de aquel memorable texto constitucional siguen vigentes y contribuyen a inspirar los pasos de la comunidad iberoamericana. Con este espíritu, os agradecemos vuestra presencia, que augura los mejores resultados para esta Cumbre.
 
Como Rey de España, me cabe el orgullo de tener la oportunidad de seguir trabajando, junto con vosotros, por la afirmación y la mayor proyección de la comunidad iberoamericana.
 
Un marco de concertación política y de acercamiento entre nuestros pueblos que es, al mismo tiempo, uno de los grandes espacios y multinacionales del mundo de hoy.
 
La Cumbre de Cádiz ha sido preparada con dedicación y esmero. Aprovecho este momento para dar las gracias al Secretario General Iberoamericano por su incansable esfuerzo.
 
            Gracias Enrique.
 
            Como siempre, es el que más trabaja.
 
Quiero destacar el alcance de los trabajos desarrollados por nuestros países a lo largo del año. En este ejercicio, hemos hecho hincapié en las políticas dirigidas a promover el crecimiento con equidad en nuestras sociedades. Las ocho reuniones ministeriales y los numerosos foros, seminarios y encuentros celebrados de manera preparatoria, han tenido ese objetivo.
 
Fortalecimiento institucional, infraestructuras, creación de empleo, el binomio seguridad-crecimiento, educación, cultura y el apoyo a las PYMES, han sido los principales asuntos abordados.
 
            Señoras y señores:
 
Nos convoca el lema: Una Relación Renovada, en el Bicentenario de la Constitución de Cádiz.
 
            Juntos, también, a lo largo de estas dos décadas, hemos propiciado la creación de un entramado de relaciones, sin parangón, del que podemos estar muy orgullosos.
 
            Hemos promovido una robusta red de cooperación iberoamericana que ha generado un acervo que responde a los retos más relevantes de nuestras sociedades en los ámbitos social, económico y de la cultura.
 
            Ser conscientes de lo mucho que hemos logrado, es un buen punto de partida para hacer un alto en el camino y reflexionar sobre dónde estamos y qué queremos para nuestra comunidad.
 
            Queridos amigos:
 
            En esta Cumbre, despedimos al Presidente de México, nuestro buen amigo Felipe Calderón, a quien le deseo la mejor ventura personal y mucho éxito en esta nueva etapa que ahora va a comenzar.
 
            Asimismo, recibimos, por primera vez, al nuevo Presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, a quien damos la más afectuosa bienvenida.
 
            También, deseo enviar un recuerdo lleno de emoción al querido pueblo guatemalteco, que recientemente ha sufrido las terribles consecuencias de un sismo. Hago llegar un saludo fraternal a su Presidente, Otto Pérez Molina, que, por esa razón, no ha podido compartir estos días con nosotros.
 
            Agradezco, igualmente, el apoyo de las autoridades y representantes de la sociedad civil que hoy nos acompañan.
 
            Es con estos sentimientos llenos de buenos deseos, con los que os invito a brindar por el bienestar de nuestros pueblos y por el progreso de la comunidad iberoamericana.
 
            Muchas gracias.
 
 
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