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Crónica del concierto

Ocean Colour Scene en la Riviera: Aquellos maravillosos 90

Ocean Colour Scene en la Riviera: Aquellos maravillosos 90

martes 23 de abril de 2013, 10:53h
Lo de Ocean Colour Scene tiene mucho mérito, tras más de dos décadas de carrera, y sin que ningún medio les preste mucha atención desde el lejano 'Mechanical wonder' de 2001, consiguieron una entrada cercana al lleno en La Riviera de Madrid y eso que venían presentando un disco bastante flojo, 'Painting'.

Daba igual, la media de edad sugería que aquello era una celebración de cuando, a la vera de los halagos de su ex jefe Paul Weller y de Noel Gallagher, el grupo se convirtió en uno de los puntales de eso a lo que se llamó brit-pop. Fue la época de 'Moseley Shoals' y 'Marchin´ already', discos repletos de hits tarareables que la gente esperaba con ansia. Pero Ocean Colour Scene venía presentando 'Painting' y tampoco tiró de hits.

El concierto comenzó soso, por mucho que a la segunda sonase 'The circle' y la gente respondiese a lo grande, Simon Fowler y Steve Craddock no daban la impresión de estar muy metidos en harina, tampoco ayudaba un sonido bastante malo en La Riviera. Eso sí, nada que reprochar a su profesionalidad, la voz de Fowler sigue siendo espectacular y Craddock demuestra porque dejó anonadado al 'Modfather' Weller. Lo malo es justo eso, que sonaban como jornaleros que cumplen un trabajo más que como alguien que lo está poniendo todo.

Algo cambió cuando sonó uno de los riffs más famosos de los 90. 'The Riverboat Song' hizo a la gente vibrar, más por el recuerdo que por la interpretación, que tampoco fue para echar cohetes. Cuando a continuación sonó 'Profit in peace' y su estribillo "We don´t wanna fight no more" resonó en la sala, parecía como si los británicos finalmente hubiesen decidido dar el todo por el todo. Pero fue un espejismo, volvieron los medios tiempos soporíferos. Ni siquiera la hermosa 'One for the road' logró alzar el vuelo. Al final la cosa volvió a subir con la recuperación, al fin, del repertorio de 'Marchin already' con 'Traveller´s tune' y 'Hundred Mile High City'.

Tras sólo una hora en el escenario se produjo el primer parón, volvió Fowler para interpretar en solitario un 'Robin Hood' que recibió los mayores aplausos cuando citó el 'Live Forever' de Oasis. Para terminar volvieron al 'Moseley Shoals' con 'It´s my shadow' y, tras decirnos de una manera muy beatle 'Buenas noches' se retiraron con aquella gran canción, que parecía sacada del 'Magical Mistery Tour' de los de Liverpool, que es 'The day we caught the train'. Una hora y veinte minutos después, sin que sonasen 'Better day', 'Up on the downside', Mechanical wonder' o 'You´ve got it bad' la sensación fue que el cariño demostrado por el público no había sido correspondido.

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