Yo no sé la fijación que tienen los muchachos de Izquierda Unida con las
entidades financieras. Tantos años denostándolos y acusándoles de ser
los responsables de la pobreza del pueblo y de su explotación y ahora
que han tocado el pelo del poder les entran las filias por crear bancos
de cualquier cosa, siempre que estén en sus manos, naturalmente. Así se
entiende que Valderas y los suyos echen de menos las antiguas Cajas de
Ahorro que les perdonaban a la coalición de izquierdas millones y
millones de euros de los préstamos que solicitaban para pagar los gastos
electorales. Para ellos lo ideal es que hubiese salido adelante el
proyecto de
Chaves y
Magdalena Álvarez de crear una gran Caja única alrededor de la Unicaja de
Braulio Médel
con la que pudieran seguir mangoneando tanto ellos como sus socios de
Gobierno y los sindicatos amigos, CC.OO. y UGT. Pero resulta que la
crisis se ha llevado consigo todas aquellas cajas deficitarias y
ruinosas (que eran casi todas las que estaban en manos de los políticos)
que no servían para otra cosa que para que los andaluces pagáramos con
nuestros ahorros los sacos de dinero que les daban a espuertas a los
principales partidos políticos y las han puesto en manos de Bancos o de
otras Cajas mucho más solventes, con lo que se les ha acabado el chollo
del "gratis total" a muchos políticos que han vivido años y años del
cuento. Así que una vez desaparecido aquel manantial de fondos sin
retorno que surtía las arcas de PSOE, PP e IULV-CA y absorbidas las
Cajas andaluzas por catalanes y vascos, IULV-CA se ha quedado con la
miel en los labios sin un banco público que les financie sus numerosos
proyectos peudosociales y demagógicos con los que la consejera
Elena Cortés inunda cada martes la mesas del Consejo de Gobierno en el Palacio de San Telmo.
La
última de las ideas pergueñadas por el sector comunista del bipartito
es la del llamado banco de tierras que pretende relanzar aquella
fracasada reforma agraria que el PSOE intentó a mediadios de los años
ochenta del pasado siglo el consejero de
Rodríguez de la Borbolla,
Miguel Manaute,
y que acabó como el rosario de la aurora. Si ya entonces la reforma
agraria era un anacronismo sin sentido que no logró absolutamente nada,
el actual banco de tierras que propone IULV-CA para contentar al sector
"gordillista" de su coalición y que el PSOE de
Susana Díaz ha asumido no es sino un nuevo "macguffing" que acaba de explicar en Antequera el nuevo lider de IULV-CA,
Antonio Maíllo,
y que se basa, entre otras cosas en
la expropiación de fincas que incumplan la función social de la
propiedad y lleven sin explotarse dos años, como mínimo, siendo
susceptibles de explotación agraria, ganadera o forestal, y también de
aquellas en las que de modo manifiesto no se aprovechen correctamente
los medios o recursos disponibles como consecuencia de obras
construidas o auxiliadas por el Estado u otros entes públicos. Vamos,
algo así como lo de los pisos, pero a lo grande y con los muchachos de
Sánchez Gordillo y
Diego Cañamero ocupando
tierras, haciendo sus pic-nics y arrancando aceitunas. Lo malo de ello
es que sólo van a poder repartir algunas fincas propiedad de la Junta
que son las que cumplen esas condiciones de abandono, porque como la
consejera
Elena Víboras tenga que dedicar algún euro a pagar exporpiaciones no sé de donde los va a sacar.
Vamos,
que dentro de un mes tendremos otra vez en todas las televisiones del
mundo mundial la tercermundista imagen de los jornaleros andaluces con
sus banderas, sus pancartas y sus sombreros de paja gritando contra los
terratenientes y marchando de una provincia a otra a ocupar fincas. No
sé yo si a la moderna Susana le va a ir esta marcha, pero me da a mi que
va a arrepentirse pronto cuando
Gordillo le pida en el Parlamento que se le expopien las fincas a la
Duquesa de Alba o al Ejército.
P.
D.-Ya empiezan a prescribir algunos de los delitos imputados por
Mercedes Alaya.
Esperemos que no tengamos que desdecirnos sobre su trabajo y agilice lo
máximo posible la instrucción del Caso de los EREs fraudulentos. Porque
podría pasar que todos esos miles de folios que se acumulan en el
Juzgado numero 6 de Sevilla, quedaran al final en papel mojado.
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