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Kendrick Lamar, el presente y el futuro del hip hop

Kendrick Lamar, el presente y el futuro del hip hop

>> Los 20 discos más importantes de la historia del hip hop

lunes 01 de junio de 2015, 17:04h
2015 va a ser el año de Kendrick Lamar, el rapero de Compton ha sacado su segunda obra maestra seguida, ‘To pimp a butterfly’, un disco que le ha colocado número uno en EEUU, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda... pero que además de ventas ha conseguido un respaldo crítico unánime situándose como mejor disco de 2015 en Metacritic tanto para la crítica como para los usuarios. Claro que con una nota de 96 sobre 100 es el disco de hip hop mejor valorado de la página y uno de los diez mejores de todos los tiempos. Claro que la pregunta que muchos se pueden estar haciendo es... ¿quién demonios es Kendrick Lamar?

Kendrick Lamar Duckworth nació en Compton, California, en 1987. Un año después N.W.A. (Niggaz With Attitudez), un grupo en el que sobresalían Dr. Dre, Ice Cube e Eazy E, pusieron a esa ciudad en el mapa con el brillante 'Straight outta Compton', el disco que inauguraba la etapa del 'gangsta rap'. Ese fue el ambiente en el que se crió Kendrick, un ghetto de drogas y bandas callejeras, injusticias sociales, pobreza y violencia, mucha violencia. En un barrio así, sin muchas opciones de futuro, el rap era una de las pocas opciones viables de conseguir algo en la vida. No es de extrañar que uno de sus mejores recuerdos de la infancia fuera presenciar en directo como sus ídolos Dr. Dre y, principalmente, Tupac Shakur grababan el video de 'California Love' en sus calles. La figura de Shakur y sus muchas contradicciones se convertirían en un referente constante para Lamar.

Su carrera comienza en el underground sacando mixtapes bajo el alias de K-Dot. La primera siendo un adolescente de 16 años. Comienza a llamar la atención de raperos consagrados como Game o Lil Wayne. Tras dejar de hacerse llamar K-Dot en 2009 forma el supergrupo Black Hippy con Jay Rock, Ab-Soul y Schoolboy Q. 'Overly Dedicated', su cuarta mixtape, le llena de elogios, principalmente la canción 'Ignorance is bliss' que será la que llame la atención del mismísimo Dr. Dre. El ex N.W.A. es también el productor más importante de la historia del género y el responsable del descubrimiento de algunos de los MC's más legendarios como Ice Cube, Snoop Doggy Dog, 50 Cent o Eminem. Así que cuando el Doctor del G-Funk puso los ojos en él, la comunidad hip hop contuvo el aliento.



Tras esto las revistas especializadas comenzaron a colocarle entre los raperos jóvenes más prometedores. Su siguiente paso confirmó las apuestas. Se trató de 'Section.80', cuyo single de adelanto, 'HiiiPoWeR', ya anunciaba muchas de las claves líricas que aparecerán en 'To pimp a butterfly'. El título se puede ver como una oda al amor propio pero también se puede separar en esta sentencia 'Hiii Po We R', "hola, somos pobres". En ella ya se nombra a varios líderes del movimiento de derechos civiles y a luchadores por los derechos de los negros norteamericanos, Martin Luther King, Malcolm X, Huey Newton y Bobby Seale de los Panteras Negras y, como no, Tupac Shakur. El resto del disco contiene perlas como 'ADHD', donde se reconoce como un "hijo del crack" al haber nacido en Compton a finales de los 80. El disco solo se puso a la venta en formato digital pero, aun así, se coló en las listas de Billboard.

Un mes después de sacar 'Section.80', Dr. Dre, Snoop Dogg y Game coronaron durante un concierto en Los Ángeles a Kendrick como el 'nuevo Rey de la Costa oeste'. Ese mismo año, Kendrick colaboró con Drake en 'Take care', la continuación de su disco número uno, 'Thank Me Later'. Los dos más prometedores raperos del momento se aliaban... de momento.

En 2012 la expectación alrededor de Lamar es enorme, así que a nadie le sorprende cuando la independiente en la que ha estado sacando sus mixtapes, Top Dawg Entertainment, llega a un acuerdo con Interscope Records y Aftermath Entertainment para distribuir sus discos. En el mismo acuerdo, Kendrick logra también un contrato para el resto de miembros de Black Hippy. En el estudio colabora mano a mano con J. Cole, su productor de confianza, y entrega su primera obra maestra, 'good kid, m.A.A.d city'.

El disco marcó un antes y un después en el género, como anteriormente lo hicieron otros como Nas con 'Illmatic' o Public Enemy con 'It takes a nation of millions to hold us back'. Así de influyente es un disco que se podría denominar conceptual, siguiendo la historia de un joven Kendrick creciendo en Compton. La lírica de Lamar es excelente y podría servir como guión cinematográfico a una película tipo Tarantino, enseñando además una alternativa a esa cultura autodestructiva de las drogas y las bandas callejeras, sin caer jamás en la moralina o la autocomplacencia. Kendrick Lamar adoptó una perspectiva distinta a la de la mayoría de sus antecesores de la Costa oeste, si Ice Cube, Dre, Snoop Dogg o Tupac se colocaban a sí mismos como gangsters, Kendrick se coloca a sí mismo como espectador de los mismos. Es como en ‘Ciudad de Dios’, se puede contar desde el punto de vista de Ze pequeño o se puede contar desde el punto de vista de Buscapé. ‘Good kid’ es Compton vista desde el punto de vista de un Buscapé, un 'buen chico'.

Su habilidad para contar historias, sus juegos de palabras y su lirismo llevaron a mucha gente a llamarle 'el Nas de la Costa oeste' pero puede que la imagen más gráfica del enorme poder de 'good kid' fue cuando en la ceremonia de los Grammy de 2013 Macklemore y Ryan Lewis se impusieron en la categoría de disco de rap y Macklemore se disculpó públicamente por la injusticia.

La repercusión del disco fue enorme, declarado disco del año por muchas de las más prestigiosas publicaciones musicales, incluyendo la nueva Biblia del género, Pitchfork, o la decana BBC, además entra directamente al número dos de las listas de venta en EEUU y consigue colocar tres singles de éxito, 'Swimming pools (Drank)', 'Bitch, don't kill my vibe' y 'Poetic justice', una canción donde vuelve a colaborar con Drake. Algo que no parece que se vaya a repetir en el futuro, ya que en 2013 Kendrick revolucionará el mundillo del hip hop con su colaboración en 'Control' de Big Sean, unos versos de los que 'hiperbólicamente' ha dicho la 'Rolling Stone' que "cambiaron el mundo”. Con 'El Pueblo Unido Jamás Será Vencido' de Quilapayún sonando de fondo Kendrick se lanza a la yugular del resto de raperos de su generación, diciendo que solo se le puede comparar con los más grandes de siempre, Jay Z, Nas, Eminem o Andre 3000 de OutKast, proclamándose heredero de Tupac y 'Rey de Nueva York', un guiño a Notorious BIG y nombrando a sus once competidores más directos, Jermaine Cole, Big KRIT, Wale, Pusha T, Meek Millz, A$AP Rocky, Drake, Big Sean, Jay Electron', Tyler y Mac Miller para decirles que tiene amor para todos ellos pero que les "va a asesinar".

Hubo gran controversia pero la mayoría vio esto como una llamada de atención a un género que se estaba quedando estancado. Además, los más grandes parecen estar de acuerdo con el famoso verso, con Kanye West invitando a Kendrick a abrir la gira de su exitoso 'Yeezus' y siendo el único invitado a participar en 'The Marshall Mathers LP 2' de Eminem.

Ahora, en 2015, el verso se ha hecho realidad, Kendrick ya no compite con Drake, ahora su nombre aparece cuando se habla de los más grandes. Ni siquiera Nas fue capaz de continuar al maravilloso ‘Illmatic’ con otra obra maestra. Kendrick sí, a ‘good kid’ le ha seguido ‘To pimp a butterfly’, un disco tan ambicioso que hace parecer pequeña aquella maravilla. Pero sobre todo ha hecho que el artista haya ampliado la paleta, su disco ya no es una película sobre Compton, sino una enciclopedia sobre la historia, la música y la lucha de los negros norteamericanos. Tocando todos los palos de la música negra de los últimos 100 años, del jazz al funk, del soul al hip hop. De Miles Davis, a Parliament, hasta llegar al inevitable Tupac Shakur, la figura que cierra el disco, con una entrevista en la que Lamar pregunta a su fallecido ídolo. Como el disco, Shakur no tiene todas las respuestas pero, desde luego, Kendrick hace las preguntas adecuadas. A pesar de su gran respuesta comercial, ‘To pimp a butterfly’ es un disco complejo que requiere tu completa atención, un disco difícil pero con múltiples recompensas, en definitiva un disco que no te da lo que quieres pero sí lo que necesitas.

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