El CSN ocultó un informe de sus geólogos que cuestiona el emplazamiento del ATC

Así se desprende del acta del Pleno celebrado el pasado 27 de julio y que hoy ha publicado en su web el Consejo de Seguridad Nuclear.

Los cinco consejeros que componen el pleno del CSN debatieron de “modo extenso” sobre el ATC, según consta en el acta y, además, con posturas muy enfrentadas. Durante la reunión se debatió sobre una nota informativa con la evaluación del Área de Ciencias de la Tierra (CITI) en la que los geólogos ponen en entredicho la idoneidad de los terrenos elegidos para ubicar el silo nuclear.

El director técnico de Seguridad Nuclear del Consejo, Antonio Munuera reconocía durante el pleno que no se había dado a conocer a los consejeros y lo justificaba por “el carácter absolutamente anómalo y fuera de procedimiento de esta nota”, además de que, dijo, no le había “trascendencia técnica”.

Los geólogos advierten: los estudios no son concluyentes sobre la idoneidad del terreno

En sus conclusiones, los geólogos aseguran que “los resultados de los trabajos de caracterización del emplazamiento no han podido concluir, en su estado actual, que éste resulte idóneo sin considerar el diseño específico de la instalación ATC” Califican de “limitada” la caracterización geológica (estudio) de la zona en cuanto a número, distribución y profundidad de sondeos y muestras tomadas.

Ni siquiera, añaden, ese estudio aportado por Enresa “refleja adecuadamente la composición ni la distribución porcentual de los diferentes tipos de minerales de arcilla, ni define de forma coherente los porcentajes de yesos ni su entidad”.

A esa circunstancia, se añade que mientras que Enresa defiende que no existen fracturas en el terreno, sí que se han identificado “discontinuidades por métodos geofísicos” lo que no descartaría que posibles flujos de agua en la zona tuviese un “potencial impacto en la estabilidad del terreno”. Tampoco consideran adecuados los mapas geológicos de escala de detalle que “no reflejan la cartografía de la realidad a esa escala”.

Por otro lado, y en cuanto a la posibilidad de actividad sísmica en la zona, sugieren “considerar terremotos próximos como sucesos creíbles más allá de la base de diseño”, en alusión a los recientes episodios en Ossa de Montiel (Albacete).

Para finalizar, piden que, antes de obtener la autorización de construcción, Enresa presente un plan que complete actuaciones y que solvente “incertidumbres”, algo que finalmente no se produjo ya que cuatro de los cinco consejeros votaron a favor de la autorización.