>> Ciudadanos apela a los vascos de centro para enfrentarse al difícil reto de Euskadi

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha elegido dedicar los primeros días de la campaña autonómica del País Vasco y Galicia a esta primera comunidad. El presidente de la formación naranja tiene marcado en la agenda tres actos seguidos en el País Vasco -jueves, viernes y sábado-, mientras que no acudirá a Galicia hasta el domingo.

Ciudadados se presenta por primera vez en ambas comunidades y en las dos tendrá muy difícil el conseguir representación parlamentaria. De hecho, la última encuestas otorgaban una resultado de entre cero y un escaño en ambos Parlamentos autonómicos.

"Nuestra voz en el Parlamento vasco -sea con uno, con dos o con ocho no importa- será limpia, centrada, moderada y se va a notar", ha defendido Rivera, que ha reconocido que el reto es muy complicado y que cada voto cuenta.

El CIS aparecido esta semana dejaba directamente fuera a Ciudadanos del reparto de escaños en Euskadi, y el hecho es que en esta comunidad la formación naranja se tiene que enfrentar a obstáculos añadidos. En primer lugar porque hay más partido con un peso relativamente importante y porque pretenden irrumpir con un discurso centralizador en una comunidad donde el PNV ha tenido la hegemonia electoral.

Con la retirada de la candidatura de UPyD, Ciudadanos tenía una oportunidad de absorver sus votos en el último territorio donde la formación magenta había aguantado con un escaño en el Parlamento vasco.

Sin embargo, los datos del CIS desmontan esa idea. La formación de Rivera obtendría en las elecciones vascas un 1,4% de voto, ligeramente más bajo que en Galicia, donde obtendría un 3,2%.

El partido naranja se puede aferrar al hecho de que casi un 73% de los encuestados que en 2012 votaron a UPyD todavía no tienen decidido su voto. Sin embargo, Ciudadanos no obtendría ningún voto de los que sí lo han decidido, que prefieren decantarse por el PP o por el PSOE casi por igual.

Ciudadanos tampoco se vería beneficiada de una transferencia de voto destacable desde otros partidos nacionales, aunque el traspaso más grande sería el del 5% de votantes que optaron por el PP en los anteriores comicios autonómicos y que esta vez piensan votar a la formación de Rivera.

El partido naranja también podría verse perjudicado por el cambio que supone votar en unas elecciones generales y en unas autonómicas. Sólo un 30% de quienes votaron a Ciudadanos al Congreso de los Diputados en junio está convencido de volver a optar por ellos el 25 de septiembre. Un porcentaje similar, un 27% de los que eligieron a Ciudadanos, de hecho cambiaría su voto al PNV.

La campaña de Ciudadanos se basará especialmente en destacar que el espacio que quieren ocupar es el del centro ideológico, ya que, entre todas las posiciones de la escala de izquierda y derecha, el mayor porcentaje de personas se identifica con el centro perfecto. Sin embargo, según el CIS, la población vasca se considera más de izquierda (o centro-izquierda) que de derecha, por lo que el reciente pacto nacional entre Ciudadanos y PP se puede volver contra ellos.

Otro gran problema que tendrá que intentar solucionar Ciudadanos a lo largo de la campaña es el desconocimiento que existe sobre su candidato, Nicolás de Miguel. Según los datos del CIS, el grado de desconocimiento que tienen los vascos sobre De Miguel es de un 84%.

El número de personas que no sabe quién es el candidato de la formación naranja estaría muy por encima del de sus oponentes políticos, como es el caso de Alfonso Alonso (25%), Idoia Mendia (30%) o Pilar Zabala (59%). Su homóloga en Galicia, la candidata de Ciudados Cristina Losada, también obtiene un alto grado de desconocimiento, pero inferior que en el caso de De Miguel: un 68%.

El PP ganaría en Galicia y el PNV en el País Vasco