El flamenco es, por encima de todo, sentimiento. Un estremecimiento de las fibras sensibles que puede calar en cualquier persona, independientemente de su nacionalidad y credo. Por tanto, aunque en principio parece difícil que una berlinesa se haya embrujado con lo 'jondo', realmente no lo es. Ocurre que Anja Vollhardt pertenece a ese tipo de gente con sensibilidad a la que, por arte de birlibirloque, llegó de forma causal el flamenco y la incendió en alma y cuerpo. Además, la creadora de Café Ziryab, mucho más que un lugar para escuchar y disfrutar del flamenco, también para aprender con sus cursos y talleres, no se queda en sólo eso, en la teoría. También se estremece bailándolo. Y olé.
"Nuestro compromiso con el arte flamenco es también con los artistas". Es la idea con que se presenta un tablao madrileño que lleva el nombre de ese personaje mítico que fue Ziryab. Montado con todo lujo -"también una locura económica que añadir a la de la locura por este inigualable arte", comenta su máxima responsable-, cuenta con profesionales jóvenes, sí, pero también se acuerdan de aquellos que fueron importantes para el desarrollo del flamenco hace no tanto tiempo y ahora les es complicado encontrar huecos en programaciones.
En definitiva que Café Ziryab, que también ofrece importante gastronomía, da protagonismo parigual a jóvenes promesas y a valores ya consagrados, con flamencos de referencia y con artistas de larga trayectoria. Todo ello en una programación, de la que se encarga personalmente Anja Vollhardt, variadísima de cante y baile, que le permite estar ya en la elite de los más prestigiosos tablaos madrileños. Y más olé.
Porque, como la propia Anja explica, que el flamenco sea considerado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad influye decididamente en su forma de programar y comprender como debe exponerse éste: "Siempre con absoluto respeto, intentando contar con los mejores artistas y profesionales, los mejores medios humanos y técnicos, y todo para ofrecer a los que se acerquen hasta nuestro tablao un espectáculo cuidado y de calidad".
Una variedad la de su 'Ziryab' que se basa en que el flamenco es un arte inmenso, compuesto por muchos estilos o palos, amén del baile. Un hecho que la motiva a tratar de mostrar esta grandeza en las tablas de su Café. En definitiva, como remata: "Conseguir que se escuchen el mayor número posible de palos, por profesionales que realmente los dominan, es uno de nuestros objetivos, con el propósito de que éstos se conozcan y de ofrecer un flamenco lo más representativo posible".
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