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¿Es posible la aparición de un nuevo partido liberal centrista?

jueves 18 de mayo de 2017, 08:49h

Y ese partido, en principio, debería situarse a la derecha o izquierda del PP o, al menos, solaparse con su flanco derecho o izquierdo. Cualquier especulación, sin embargo, debe ubicar previamente al Partido Popular y a sus votantes en la escala ideológica, a fin de detectar el espacio potencial de una marca de nuevo cuño que la Vanguardia el 7 de enero atribuía a Aznar para un partido a la derecha del PP. 4.843.000 centro izquierda, 6.850.000 Centro. 3.044.000 Centro derecha. Es decir casi 15 millones para un posible Partido liberal, que encontraría como principal competencia a Ciudadanos y al PP.

En este sentido, las cifras de los sondeos del CIS reflejan las profundas raíces del PP en el espacio del centro a la derecha y desvelan, por tanto, el secreto de su éxito. Para empezar, los electores sitúan al Partido Popular en torno al 8,3 en una escala ideológica en la que el 1 es la extrema izquierda y el diez la extrema derecha. Sin embargo, los votantes populares colocan al PP algo más al centro: en el 7,55. Y, finalmente, los propios electores de Rajoy se sitúan ellos mismos en una posición más templada: el punto 7. La radiografía de esta última cifra es todavía más elocuente. Más del 60% de los votantes populares se encuentran en los puntos 6, 7 y 8 de la escala; es decir, claramente en el centroderecha. Otro 13% se sitúa en el punto 5 (centro puro), y más del 14%, en el 9 y el 10 (derecha extrema). Pero si la operación se realiza desde otra perspectiva, el resultado es más clarificador en un horizonte de competencia electoral. Por ejemplo, el conjunto de electores situados en el flanco derecho e izquierdo (del 4 al 6) suponen casi el 50% del censo (casi 15 millones) sobre un total de algo más de 34 millones.

Otra cosa es que voten más al PP de un duro como Aznar que al de Rajoy (o que se identifiquen más con su “déjame que beba tranquilamente” que con las campañas de tráfico del actual Gobierno). Por el contrario, la cifra de electores que no votan al PP en el tramo de la escala 8,9 y 10 supone sólo unos 600.000 (más del doble de los que apoyaron a la derecha radical de Vox en las últimas europeas). Pero de nuevo hay que insistir en que ese mínimo podría perfectamente ampliarse con un candidato potente como Aznar, ya que es del todo verosímil que unas porciones sustanciales de los tres millones de electores situados en el extremo derecho de la escala se identifiquen más con el conservadurismo duro del expresidente que con el pragmatismo actual del PP, forzado al diálogo y a la contención verbal por el desenlace de las urnas. Sin olvidar que el expresidente podría arañar votos en espacios más centrados (hasta el 5) o entre los seis millones de ciudadanos que no se definen políticamente (aunque la mayoría tampoco vota) que también podrían votar a un partido de centro liberal. Con su aparición simultanea quedaría para el Partido Centrista liberal unos 11.500.000 votos en lo que se competiría con Ciudadanos que también se ha declarado liberal, y con el PP.

A partir de ahí, el crecimiento potencial de esa hipotética marca liberal. Concretamente, casi seis millones de electores de todas las ideologías se sienten única y por encima de todo español. El grueso en cifras absolutas se sitúa en el punto 5 (alrededor de 1.300.000 electores) o en la franja del no sabe/no contesta (otro millón largo). Pero si se acota el sentimiento de españolidad radical al espacio de centroderecha y derecha liberal (votantes que se ubican del 5 al 10 entonces la cifra llega a casi dos millones si se incluyen). Eso sí, el desenlace del conflicto catalán puede modificar las lealtades partidistas de estos electores.

En definitiva, la horquilla de voto potencial es lo suficiente amplia como para animar a un inconformista a emprender una nueva aventura electoral, puesto que una campaña que se basara en la limitación de impuestos, menos gasto del Estado y mayor crecimiento económico, además de un mayor respeto por las libertades civiles, siendo además como son los liberales patriotas, y más claros que Ciudadanos que llamándose liberales practican como el PP la socialdemocracia, además de mantener o aumentar el gasto del Estado y la creación de puestos funcionariales para comprar votos. Con menos estado viviríamos mejor, No sin él, pero limitando y rebajando el actual status de las Autonomías, que se comportan como mini estados, o como Estados plenos: Euzkadi y Catalunya. El problema consiste en encontrar lideres liberales que inconformes con el Sistema y con la nueva “Casta” vengan a ofrecer u n país más limpio y transparente, con políticos formados en distintas disciplinas en las que hubieran ya demostrado su capacidad y no toda esta pandilla, que si no fueran políticos, no tendrían donde caerse muertos. En USA se llega a la política cuando ya se ha demostrado capacidad y valor. ¿Por qué no en España?


BERNARDO RABASSA ASENJO.
PRESIDENTE DE CLUBS Y FUNDACIONES LIBERALES. MIEMBRO ASOCIADO DE ALIANZA LIBERAL EUROPEA (ALDE), PREMIO 1812(2008). PREMIO CIUDADANO EUROPEO 2013. MEDALLA AL MÉRITO CULTURAL 2015, PSICOLOGO SOCIAL.

Bernardo Rabassa

Presidente de clubs y fundaciones liberales. Miembro asociado de Alianza Liberal Europea (ALDE). Premio 1812 (2008). Premio Ciudadano Europeo 2013. Medalla al Mérito Cultural 2015. Psicólogo social. Embajador de Tabarnia. Presidente del partido político constitucionalista Despierta.

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