A la incertidumbre política en Estados Unidos ahora se suma Brasil. Ayer, el diario O Globo informaba que el presidente de Brasil aprobó un intento para pagar por el silencio de un potencial testigo en la investigación del mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil, según el testimonio judicial de un poderoso empresario local. Tras el anuncio, el coste de asegurar la deuda soberana de Brasil frente a un incumplimiento (CDS) se disparaba a su nivel más alto desde enero, los precios de los bonos en dólares del país caían en todos los plazos, la bolsa se desplomaba y el real brasileño se depreciaba con fuerza. Rápidamente, el Banco Central de Brasil emitía un comunicado: “El Banco Central está monitorizando la información publicada recientemente por los medios y actuará para mantener a los mercados funcionando plenamente…Este seguimiento y las acciones están centradas en el buen funcionamiento de los mercados. No hay una relación directa y mecánica con la política monetaria, que seguirá enfocada en sus objetivos tradicionales", indicó. Mientras tanto, en medio de las dudas sobre la capacidad del presidente estadounidense de cumplir sus promesas económicas, según una encuesta de Reuters realizada entre el 12 y el 18 de mayo, la probabilidad de que la economía estadounidense crezca un 3% este año ha bajado durante el último mes. De acuerdo con la mayoría de los encuestados, los débiles datos económicos y la preocupación política han deteriorado la confianza del mercado.
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