La oferta hecha desde el PSOE para que Podemos entre en el Gobierno de Castilla-La Mancha ha provocado una nueva división en la formación morada. Pablo Iglesias ha apoyado esta integración autonómica para poder dar garantías del cumplimiento de los acuerdos alcanzados con Emiliano García-Page. En sentido contrario, la corriente anticapitalista se ha mostrado contraria a dar este paso ya que aseguran que "subalterniza" a Podemos. La decisión final será tomada en una consulta realizada a los inscritos de Podemos Castilla-La Mancha.
Podemos ha abierto un debate sobre la conveniencia de entrar en el Gobierno de Castilla-La Mancha, un acuerdo que, de producirse, sería un acercamiento inédito entre la formación morada y el PSOE.
Pablo Iglesias ya ha dado su respaldo al pre-acuerdo alcanzado por el líder de Podemos Castilla-La Mancha, José García Molina, y el presidente de la comunidad, Emiliano García-Page. "Es bueno que se normalice que nosotros somos una fuerza política de Gobierno y, a veces, para que haya garantías es necesario asumir esa responsabilidad de Gobierno", ha comentado durante una rueda de prensa en la sede de UGT.
PSOE y Podemos Castilla-La Mancha anunciaron este jueves que habían cerrado un acuerdo para sacar adelante los presupuestos de la comunidad. En la negociación final, Page ofreció a Molina dos cargos en su Gobierno: la vicepresidencia segunda y una nueva consejería para impulsar el plan de garantías ciudadanas.
El líder de Podemos CLM acogió de forma positiva la oferta asegurando que iba en la lógica de dar garantías para que se cumplieran los acuerdos alcanzados. Sin embargo, Molina también mantuvo cierta cautela y anunció que se tenía que abrir un periodo de reflexión que culminará con una consulta a los inscritos en la comunidad, de momento sin fecha.
Este viernes en una entrevista en 'Cuatro' Molina ha insistido en que el acuerdo se ha alcanzado en clave autonómica, aunque el dirigente ha aseverado que Iglesias estuvo informado desde que se retomaron las negociaciones.
Iglesias ha confirmado que tanto él como Pedro Sánchez estaban al tanto de las negociaciones y que coincidían en que la posibilidad de gobernar juntos era mejor que la de que el PSOE alcanzara un acuerdo con el PP de Castilla La-Mancha.
'Anticapis', en contra
El anuncio de que Podemos CLM estaba estudiando la oferta ya ha causado algunas tensiones dentro de la formación morada. Los dirigentes de la corriente anticapitalista se han mostrado especialmente contrarios a esta decisión y varios de sus principales dirigentes, como Miguel Urbán, lo han expresado en las redes sociales.
"Entrar en un gobierno con el PSOE de siempre,con esta relación de fuerzas, es subalternizarse. Para este viaje no hacían falta tantas alforjas", ha comentado la portavoz de Podemos en la Comunidad de Madrid, Isabel Serra.
La discrepancia de los anticapitalistas se ha producido incluso dentro de Podemos CLM, ya que el portavoz de la formación en las Cortes de esta comunidad, David Llorente, pertenece a esta corriente.
"Movimos ficha para impulsar una alternativa de cambio a favor de la mayoría social, no para conseguir sillones en el Gobierno de #EstePSOE", ha escrito el dirigente en su cuenta de Twitter.
Sobre estas voces discrepantes, Pablo Iglesias ha destacado que es positivo que haya compañeros que señalen "los riesgos" de esta alianza dentro del debate que se debe de dar en la organización.
El líder de Podemos ha añadido que es "sano" que haya diferentes posiciones ya que considera que "la diversidad es un valor y una ventaja competitiva".
Primer gobierno autonómico
Si se acabara produciendo el acuerdo, sería el primer Gobierno autonómico conjunto entre PSOE y Podemos. Pero también constituiría la primera ocasión en la que Podemos logra entrar en un Ejecutivo de una comunidad autónoma.
La coalición de Gobierno entre ambos partidos en Castilla-La Mancha podría ser un primer experimento de cara a otros territorios. Sin embargo, Pablo Echenique, por ejemplo, ya se ha apresurado a asegurar que en Aragón no se dan las condiciones para plantear un gobierno de coalición.
La conexión con el plano nacional es inevitable ya que este acuerdo se produce en el marco de un acercamiento entre las dos formaciones en el Congreso de los Diputados.
Además, Molina es un dirigente muy cercano a la línea política de Iglesias, por lo que se este principio de acuerdo se ha interpretado como una flexibilización del tono duro que hasta ahora el pablismo mantenía con los barones socialistas. El giro tiene más relevancia si se tiene en cuenta que Page apoyó a Susana Díaz frente a Sánchez en el proceso interno del PSOE y Podemos había sido especialmente duro con los dirigentes que se alienaron con el PSOE de la gestora.
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