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Socialismo federalista

jueves 26 de octubre de 2017, 18:12h

Cuando Pablo Iglesias funda el PSOE su objetivo es dotar a la clase obrera de un instrumento político que le ayude a mejorar sus condiciones de vida y a luchar por el socialismo, entendido como el reparto y la apropiación por la clase trabajadora de los medios de producción y de consumo y de su disfrute colectivo. El estado obrero para un PSOE marxista, con democracia.

Sin embargo en esos momentos el socialismo de clase español ya se plantea la cuestión federal (1879) y lo hace como recurso para lo que hoy diríamos coordinar las entidades económicas. Para un partido marxista como el PSOE y un marxista ortodoxo como Pablo Iglesias, las entidades económicas, lo son todo (Pueden ser fábricas, minas o comarcas, municipios, provincias o regiones) y ellas son quienes gestionan de forma democrática y federada la vida y defienden la dignidad humana y obrera, repito, el estado obrero. También en estos años el socializante Pi y Margall coetáneo del fundador socialista ya impulsó la necesidad del federalismo. En estos momentos las aportaciones de Iglesias y de Pi y Margall, resultan complementarias, pues el federalismo pimargallaniano también en su momento fue asumido por la clase obrera en especial la de vinculación cenetista. En todos los casos en el federalismo obrero lo local, lo municipal es clave.

Iglesias vivió una época de penuria y miseria de la clase obrera que le hacían preocuparse de poco más, dada la humillación y postración de las clases trabajadoras. Pero no por renuncia a la idea. El Federalismo tuvo su importancia histórica entre la clase trabajadora organizada y el enemigo de ambos en las izquierdas, de Iglesias y Pi, fue el lerruxismo, un populismo demagógico dirigido por Lerroux un mentiroso profesional, agente de la corona, que durante unos años disfruto de cierto apoyo obrero, para acabar sosteniendo a la CEDA durante la República, aniquilando la revolución de Asturias y cediendo ante la dictadura franquista. Pero el PSOE se enfrentó al lerruxista, al igual que el Partido Federal.

Por eso tras los años y el avance político y la transformación sociológica tras la dictadura franquista, todas las fuerzas de las izquierdas que luchan contra la dictadura, abrazan un federalismo más o menos sincero, más o menos real. En ocasiones solo nominal. Pero que era la solución inteligente de un estado plurinacional.

La clase trabajadora del estado español vive hoy nuevamente una situación de humillación, abandono y la llamada austeridad que le ha hecho retroceder a los niveles salariales y sociales de los años sesenta del siglo pasado. Por tanto la prioridad es la lucha de clases al objeto de reconquistar el terreno perdido y seguir avanzando, ampliando lo público y defendiendo la vida y la tierra. Por tanto como socialistas nuestra prioridad es derogar las reformas laborales, acabar con la pobreza cada vez más extendida y reconquistar espacios que el neoliberalismo nos ha arrebatado, la Unión Europea ha impuesto y la Troika vigila, eso sí, siempre en favor de los ricos y poderosos.

Pero no podemos abstraernos de la situación política que hoy sufre el estado español y sus tensiones. Gobernado por un partido corrupto, autoritario y que ha vulnerado numerosas leyes además de robarnos, se enfrenta con total y absoluta falta de inteligencia y sobrado de ganas de humillar e imponer a una parte muy importante del pueblo de Cataluña su “autoritas” que no su autoridad moral, de la que carece. Por otra parte en Cataluña un gobierno que ha impuesto recortes, privatizaciones y sigue políticas Troika, además de comprometerse a seguir los dictados OTAN y su posición en el mundo y con total respeto por la globalización neoliberal, si se declara la independencia. Por tanto una independencia según el sistema y en el sistema. Su principal problema es que el sistema-mundo en el que está inmersa Cataluña no acepta bajo ningún concepto su independencia, pues lo desestabiliza.

Ante esto solo hay una solución estatal, el federalismo. Pero un federalismo con reparto, justicia, democracia, igualdad y soberanía popular y la soberanía popular bajo los dictados Troika es imposible. Por tanto la federación, necesita libertad, pero lo federal sin igualdad, sin república y sin respeto por la dignidad laboral, cultural y la libertad de las personas es papel mojado. Partamos del hecho federal para buscar entendernos y digamos alto y claro a la clase trabajadora que debemos entendernos entre nosotras al objeto de avanzar y defender el derecho a una vida digna que los agentes burgueses jamás nos van a garantizar. Para esto también es inteligente aprovechar todas las grietas que se produzcan y nos puedan beneficiar a las clases populares y trabajadoras, eso sí, oponiéndonos siempre la represión y a la colaboración con las derechas. Ante la represión no podemos ser equidistantes, en absoluto, el 155 tristemente famoso no será solución de nada e incrementará la represión, la frustración y atacará la solución federal. Finalmente, una corona centralista jamás favorecerá la federación.

Carlos Martínez García

Politólogo y ex portuario. Miembro de la plataforma socialista pro PSF.

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